110 años de cárcel para etarra "Sahatsa" por ordenar atentados
La Audiencia Nacional ha condenado a la etarra Itxaso Zaldúa, alias 'Sahatsa', a 110 años de cárcel por ordenar tres atentados: el atentado contra el centro comercial de Zaragoza de junio de 2002 y otros dos contra sendas granjas de Uvesa.
El comando Basajaun
Zaldúa dirigía en el año 2002 el comando Basajaun de ETA, cuya finalidad era realizar atentados terroristas. "Como responsable de dicho comando, Zaldúa organizó y dirigió tres acciones terroristas, aportando medios para su comisión, los cuales se ejecutaron por miembros del comando no identificados", sostienen los magistrados.
Los atentados
La primera de las acciones, indican, fue la explosión sobre las 22.15 horas del 21 de junio de 2002 en un centro comercial de Zaragoza, el cual ocasionó un cráter de dimensiones aproximadas de 5x7 metros de diámetro muy próximo a la rampa de bajada de acceso de los vehículos. El artefacto explosivo, según la Sala, estaba dotado de un artefacto incendiario, compuesto por una cantidad de explosivo de entre 70 y 80 kilogramos que había sido colocado en el interior de una furgoneta por miembros del comando Basajaun conforme a las instrucciones de 'Sahatsa'. A consecuencia de la explosión, indica la sentencia, falleció una vecina de un edificio próximo, mientras que el centro comercial y varios vehículos resultaron dañados.
Las otras dos acciones terroristas contra las granjas de Uvesa, según los magistrados, también se cometieron bajo las órdenes de 'Sahatsa'. El fallo relata como los miembros de la banda terrorista hicieron estallar sendos artefactos el 29 de noviembre de 2002 en dependencias de la granja de la entidad Uvesa, situada en la localidad de Marcilla (Navarra) y en la granja ubicada en el casco urbano la localidad de Azagra (Navarra), acciones que causaron numerosos daños materiales.
Las pruebas
La Sala detalla en su resolución las pruebas que ha valorado para llegar a la conclusión de que Itxaso Zaldúa es responsable de los hechos por su participación directa, entre ellas las declaraciones de los acusados, de miembros de Policía y Guardia Civil, los informes periciales y la prueba documental. En relación a esto último, destaca la relevancia para sustentar la condena de diversos documentos entregados por Francia, en virtud de un acuerdo firmado con España con el fin de investigar acciones atribuidas a ETA, en especial una carta de "Susper", y de los que fueran dirigentes de la banda terrorista Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi.
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