Abordaje integral para mitigar olores molestos en la industria frigorífica de Río Gallegos
En un esfuerzo continuo por mitigar los impactos de la industria frigorífica en las comunidades aledañas, Río Gallegos implementa una serie de intervenciones para promover una coexistencia armoniosa entre el desarrollo industrial y el bienestar de la población. Este artículo explora los detalles de estas intervenciones, sus resultados y los desafíos que aún quedan por abordar.
Mejoras en la infraestructura
Desde 2015, se han implementado varias intervenciones para modernizar y mejorar las prácticas de las plantas frigoríficas. En ese año, se iniciaron medidas para garantizar que las operaciones cumplieran con las normas ambientales y de sostenibilidad. Se detectaron problemas de vertidos de sangre, residuos orgánicos y olores molestos, lo que dio lugar a procesos de control y mejoras.
A partir de 2017, las empresas frigoríficas presentaron sus planes de trabajo para adaptar sus procesos a las nuevas regulaciones. Entre 2019 y 2020, se instalaron equipos para el tratamiento de olores. Además, se incorporaron plantas de tratamiento para transformar residuos sólidos orgánicos en subproductos como harina, expeller y sebo.
Entre 2020 y 2022, se construyeron nuevos sistemas que permitían convertir la sangre en harina, añadiendo valor al proceso. También se lanzó la aplicación "Ambiente Santa Cruz", que permitía a los vecinos denunciar olores molestos. Gracias a esta herramienta y a la participación de la comunidad, se creó el primer mapa de olores de Río Gallegos, que identificaba las zonas y horarios más problemáticos.
Abordaje multiinstitucional
A pesar de las intervenciones mencionadas, los problemas de olores persisten, lo que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque diferente. La raíz del problema radica en la falta de planificación física y ordenación del territorio. Por ello, se ha realizado una inspección de los frigoríficos en funcionamiento y se ha avanzado en la creación de una agenda de intervención interinstitucional para hacer frente a estos eventos.
La agenda incluye a representantes de Servicios Públicos Sociedad del Estado, Protección Civil Santa Cruz, la División de Protección Ambiental de la Policía de Santa Cruz y personal de Salud Pública del Ministerio de Salud y Ambiente.
Además, se está buscando tecnología adecuada para un monitoreo eficaz y alertas tempranas. También se realizarán entrevistas sanitarias a la población circundante para determinar si existen riesgos para la salud relacionados con los olores.
Búsqueda de soluciones sostenibles
La cartera ambiental provincial está trabajando para identificar tecnologías que permitan una monitorización adecuada y alerten de forma temprana para intervenir cuando sea necesario. También se está explorando la posibilidad de utilizar sensores remotos para detectar y medir los niveles de olor.
Además, se está investigando el uso de sistemas de tratamiento biológico como filtros biológicos y biofiltros para eliminar los olores de las plantas frigoríficas.
Se están considerando otras medidas, como la optimización de los procesos de producción y la implementación de medidas de prevención de olores en las fases iniciales de las operaciones frigoríficas.
Consideraciones de ordenación del territorio
La falta de planificación física y ordenación del territorio ha contribuido a la proximidad entre las zonas residenciales y las plantas frigoríficas. El Gobierno está trabajando para abordar este problema mediante la revisión y actualización de los planes de ordenación territorial.
Se están estableciendo zonas industriales específicas para plantas frigoríficas y otras industrias pesadas, alejadas de zonas residenciales.
Además, se están implementando medidas de mitigación, como la creación de zonas de amortiguación y la plantación de vegetación, para reducir los impactos de las actividades industriales en las zonas residenciales cercanas.
Participación de la comunidad
La participación de la comunidad es crucial para abordar eficazmente los problemas de olores. Se están adoptando medidas para mejorar la comunicación y la transparencia entre las plantas frigoríficas, las autoridades y la población.
Se están estableciendo mecanismos regulares de consulta y diálogo con los vecinos para abordar sus preocupaciones y recibir comentarios.
Reflexiones finales
Los esfuerzos para mitigar los impactos de la industria frigorífica en Río Gallegos son un trabajo en progreso continuo.
La colaboración entre múltiples partes interesadas, la implementación de intervenciones innovadoras y la consideración de la ordenación del territorio son fundamentales para lograr una coexistencia armoniosa entre el desarrollo industrial y el bienestar de la comunidad.
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