Nuevo estudio vincula las arrugas de la frente con el riesgo de enfermedad cardíaca
Un revelador estudio ha desvelado un inusual indicio de enfermedad cardíaca: las arrugas de la cara. De forma silenciosa, afecciones como la ateroesclerosis progresan sin síntomas evidentes, hasta que el diagnóstico se realiza mediante pruebas específicas.
Arrugas faciales y riesgo cardiovascular
Investigadores han relacionado el riesgo de enfermedad cardíaca con la profundidad de las arrugas de la cara. Un estudio realizado por la Sociedad Europea de Cardiología, publicado en 2019, examinó a 3.200 adultos trabajadores durante 20 años, observando que aquellos con arrugas más profundas en la frente tenían un mayor riesgo de mortalidad por enfermedades cardíacas. Los médicos han sugerido una posible conexión con la ateroesclerosis, una acumulación de grasa en los vasos sanguíneos que puede provocar una circulación deficiente.
Según los investigadores, las personas con un mayor "puntaje de arrugas" tenían un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular. Sin embargo, los médicos enfatizan que este indicador no es un método definitivo para evaluar el riesgo cardiovascular, ya que existen métodos más precisos como la presión arterial y los perfiles de lípidos. No obstante, las arrugas faciales podrían proporcionar una indicación temprana del deterioro de la salud cardiovascular.
Los especialistas señalan que la ateroesclerosis puede afectar la producción de colágeno, lo que influye en la elasticidad de la piel. Una circulación sanguínea deficiente dificulta la lucha del cuerpo contra el estrés oxidativo, empeorando la elasticidad de la piel y provocando arrugas.
Recomendaciones y futuras investigaciones
Aunque las arrugas faciales pueden no ser un método de diagnóstico definitivo, los investigadores sugieren que podrían complementar otros métodos de evaluación del riesgo cardiovascular. Se necesitan más investigaciones para establecer una relación más directa entre las arrugas y la mala salud cardiovascular.
"Cuanto mayor sea su puntaje de arrugas, mayor será el riesgo de mortalidad cardiovascular".
Yolande Esquirol, profesora asociada de salud ocupacional en el Centre Hospitalier Universitaire de Toulouse, Francia
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