Servicio Postal de EE.UU. reanuda paquetes de China y Hong Kong tras marcha atrás
En un nuevo cambio de rumbo, el Servicio Postal de Estados Unidos ha reanudado el servicio de paquetería desde China y Hong Kong, revirtiendo su suspensión anunciada anteriormente.
Disputas arancelarias y reanudación del servicio de paquetería
Esta marcha atrás se produce en medio de las continuas disputas arancelarias entre Estados Unidos y China. Estados Unidos impuso aranceles del 10% a todas las importaciones de China, lo que provocó que Pekín impusiera aranceles similares y aumentara la apuesta. Como parte del paquete de aranceles, Estados Unidos suspendió la entrada de paquetes desde China, lo que habría causado retrasos significativos en las entregas.
Sin embargo, tras una estrecha colaboración con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Servicio Postal de Estados Unidos ha reanudado el servicio de paquetería para minimizar las interrupciones en las entregas.
Impacto en el comercio electrónico
La suspensión de la entrada de paquetes había tenido un impacto significativo en el comercio electrónico chino. Las plataformas de comercio electrónico habían experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, gracias a una política estadounidense que permitía a los exportadores enviar paquetes de hasta 800 dólares a Estados Unidos sin aranceles. Esta medida impulsó el rápido crecimiento de los minoristas chinos de comercio electrónico.
La reanudación del servicio de paquetería es una buena noticia para las empresas chinas y los consumidores estadounidenses que dependen del comercio electrónico transfronterizo.
Datos estadísticos
Según datos de la CBP, el número de paquetes procesados desde China ha crecido de 139 millones en 2015 a un ritmo vertiginoso. Esta tendencia refleja el creciente papel del comercio electrónico en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
La reanudación del servicio de paquetería debería ayudar a mantener este crecimiento y facilitar el flujo de bienes entre los dos países.
Este cambio de política subraya la complejidad de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China y su impacto en el comercio electrónico transfronterizo.
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