La pasión heredada: Padre e hijo Panquilto comparten la pista en Renault 12
En el corazón del automovilismo de Comodoro Rivadavia, la familia Panquilto ha forjado un vínculo inquebrantable con las carreras, transmitiendo su pasión de generación en generación.
Un Legado Familiar Conduciendo Renault 12
El Taller Panquilto, ubicado en el kilómetro 8 de la ciudad, alberga el Renault 12 de Abel Panquilto, un joven de 19 años que está decidido a seguir los pasos de su padre, Marcos, en el automovilismo. Juntos, comparten un sueño de competir en los circuitos.
Marcos, concejal de la ciudad, ha escrito su propia historia en el automovilismo, ganando campeonatos en 2010 y 2013. Después de un paréntesis de seis años, ha vuelto a las pistas, dispuesto a cumplir su sueño junto a su hijo.
El Aprendizaje y el Apoyo Mutuo
Abel creció inmerso en el mundo de las carreras, pasando sus primeros años "rompiendo las bolas" en el taller y en el autódromo. A los cinco años, ya se ponía los guantes y el casco, un reflejo de su pasión por los autos.
Cuando Abel comenzó su propia carrera en el automovilismo, el consejo y la orientación de su padre fueron invaluables. Marcos compartió sus conocimientos sobre las técnicas de frenado y la conducción en pista, guiando a Abel en su camino para encontrar su propio ritmo.
El Debut de Abel
Fuimos sumando de a poco, de menos a más. Nunca corrí en karting. De manejar en calle al autódromo derecho, una vez fuimos a Trelew con el auto y me dijeron: hacé lo que vos puedas, y fuimos mejorando.
- Abel Panquilto
En 2023, Abel se estrenó en el competitivo monomarca Renault 12 Chubutense, demostrando un talento natural a pesar de su falta de experiencia previa en karting. Su progreso constante lo llevó a su primera victoria en Comodoro Rivadavia, un momento que atesorará para siempre.
Abel recuerda con emoción la última vuelta de la carrera, cuando se adelantó a Jesús Sugman en la recta final por una diferencia de tan solo 15 milésimas de segundo.
El Autódromo, un Lugar de Vínculos Familiares
Marcos rememora su propio inicio en el automovilismo, acompañando a pilotos legendarios como "Ronco" Frcovich y "Paquin" Iparraguirre. Destaca la importancia de tener un mentor y la camaradería que se forja en el mundo de las carreras.
Para la familia Panquilto, el autódromo es un lugar de conexión y apoyo mutuo. Abel agradece la presencia de sus padres, su hermana y su prima, Ariana, en las carreras, creando recuerdos inolvidables juntos.
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