Cierre de Almaraz: Economía extremeña en riesgo
La central nuclear de Almaraz, una fuente esencial de energía y economía para Extremadura, se enfrenta a un futuro incierto con la propuesta del Gobierno de clausurar sus reactores.
Impacto económico en Extremadura
La central nuclear, pilar económico de la región, emplea directamente e indirectamente a 4.000 trabajadores y aporta una parte significativa a los presupuestos municipales de las localidades cercanas. Solo en Almaraz, la central representa el 80% del presupuesto, convirtiéndola en la localidad más próspera de Extremadura.
El cierre de la central plantea graves preocupaciones entre los vecinos y empresarios, quienes temen un colapso económico. La pérdida de empleos podría desencadenar despidos en otras empresas y provocar la despoblación, un problema recurrente en la región.
Compensación y preocupación
Para mitigar el impacto, Enresa proporciona fondos a los municipios cercanos a la central, en particular los ubicados a menos de 5 kilómetros de la "Zona 1". Aunque estos fondos son bienvenidos, la alcaldesa de Millanes, Ahitana Gómez, enfatiza que la cuestión principal es la conservación de la población.
Gómez expresa su inquietud por la pérdida de puestos de trabajo y el consiguiente éxodo de vecinos. Cita el ejemplo de una pareja joven con dos niños pequeños, ambos empleados directamente en la central, que quedarían desamparados en caso de su cierre.
La opinión de la presidenta de Extremadura
"La decisión del cierre de la central se tomó sin tener en cuenta sus implicaciones para Extremadura y España", sostiene María Guardiola, presidenta de Extremadura. Guardiola acusa al Gobierno central de "ninguneo" y exige extender la vida útil de la central.
La presidenta critica la postura del Gobierno, que argumenta que el cierre responde a las necesidades energéticas del país. Guardiola cuestiona este argumento, señalando que la red eléctrica no está preparada para compensar la pérdida de electricidad que supondría el cierre de Almaraz.
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