Rutas Argentinas en Crisis: Desfinanciamiento de Vialidad Nacional Amenaza la Seguridad Vial y el Transporte.

Argentina se enfrenta a una crisis silenciosa en su infraestructura vial. Mientras el país depende cada vez más del transporte por carretera para el movimiento de personas y mercancías, la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) se ve asfixiada por la falta de fondos. La situación, lejos de ser un problema técnico, es una decisión política con consecuencias directas en la seguridad, la economía y la calidad de vida de los ciudadanos. Este artículo profundiza en el desfinanciamiento de Vialidad, sus causas, consecuencias y las alternativas propuestas, analizando el impacto real en la red vial nacional y el futuro del transporte en Argentina.

Índice

El Desfinanciamiento Crítico de Vialidad Nacional

La DNV, responsable del mantenimiento y ampliación de 40.000 kilómetros de rutas nacionales, ha recibido apenas USD 18 millones de los USD 129 millones estipulados por ley para este año. Esta alarmante discrepancia, derivada del impuesto a los combustibles, pone en jaque la capacidad de la entidad para cumplir con sus funciones básicas. El ingeniero civil José Rizzo, funcionario de Vialidad y miembro del Comité Nacional de Usuarios Viales (Conaduv), describe la situación como “insignificante” frente a las necesidades operativas, incluyendo la conservación de caminos, la ejecución de obras de ampliación y el crucial operativo invernal en la Patagonia y zonas cordilleranas. La falta de recursos no es un problema puntual, sino una tendencia preocupante que se agrava con el tiempo.

El impuesto a los combustibles, diseñado específicamente para financiar la infraestructura vial, ha recaudado USD 900 millones en lo que va del año. Sin embargo, solo el 28% – los mencionados USD 129 millones – debía destinarse a Vialidad, según el fondo fiduciario vigente. La retención de estos fondos plantea interrogantes sobre la priorización de gastos por parte del gobierno y el impacto de estas decisiones en el desarrollo del país. La falta de inversión en infraestructura vial no solo afecta la calidad de las rutas, sino que también obstaculiza el crecimiento económico y la competitividad de Argentina.

El Estado de la Red Vial Nacional: Un Panorama Preocupante

El 65% de la red vial nacional se encuentra en estado regular o malo, una cifra que refleja la falta de mantenimiento y la postergación de obras de reparación. Este deterioro no es solo una cuestión estética; implica un aumento significativo en los costos de transporte, un mayor riesgo de accidentes y una disminución en la eficiencia logística. El avance del deterioro se acelera debido a la falta de fondos para reparaciones y relevamientos técnicos, creando un círculo vicioso que dificulta cada vez más la recuperación de la infraestructura vial. La situación es especialmente crítica en las rutas de acceso a zonas productivas, donde el mal estado de los caminos dificulta el traslado de mercancías y afecta la rentabilidad de las empresas.

La falta de inversión en mantenimiento preventivo es un error estratégico que termina costando mucho más caro a largo plazo. Reparar un camino en buen estado es significativamente más económico que reconstruirlo después de que se haya deteriorado por completo. Además, el mal estado de las rutas genera un mayor desgaste en los vehículos, lo que se traduce en mayores costos de mantenimiento para los transportistas y usuarios. La seguridad vial también se ve comprometida, ya que las rutas en mal estado aumentan el riesgo de accidentes.

El Impacto en la Seguridad Vial: Una Emergencia Silenciosa

La falta de inversión en infraestructura vial tiene consecuencias directas en la seguridad de los usuarios de la ruta. Argentina registra anualmente 7.000 muertes y cerca de 100.000 heridos en accidentes de tránsito, una cifra alarmante que podría reducirse significativamente con una mejora en la calidad de las rutas. Las rutas en mal estado, con baches, desniveles y falta de señalización, aumentan el riesgo de accidentes, especialmente para motociclistas y ciclistas. La falta de mantenimiento también afecta la seguridad de los peatones, ya que la falta de iluminación y la presencia de obstáculos en las banquinas dificultan su circulación.

La inversión en seguridad vial no solo implica la reparación de rutas, sino también la mejora de la señalización, la instalación de barreras de protección y la implementación de medidas para reducir la velocidad en zonas peligrosas. Es fundamental que el gobierno priorice la seguridad vial como una cuestión de salud pública y destine los recursos necesarios para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la ruta. La prevención de accidentes es mucho más económica y humana que tener que lidiar con las consecuencias de un siniestro vial.

La Concesión de Rutas: ¿Solución o Problema?

Ante la falta de fondos, el gobierno ha propuesto la concesión de más kilómetros de rutas a privados como una posible solución. Sin embargo, esta propuesta ha sido criticada por el Conaduv, que argumenta que este modelo implica costos hasta 30 veces mayores que el mantenimiento estatal mediante contrataciones privadas ya existentes. Rizzo aclara que Vialidad Nacional no ejecuta obras de manera directa desde la década del 60, sino que siempre contrata empresas constructoras a través de licitaciones públicas, lo que garantiza la transparencia y la competencia en la contratación de servicios.

La concesión de rutas a privados puede generar problemas de acceso y tarifas, especialmente para los usuarios que no pueden pagar los peajes. Además, las empresas concesionarias suelen priorizar la rentabilidad económica por encima de la seguridad vial y la calidad del servicio. Es fundamental que cualquier modelo de concesión de rutas garantice el acceso universal a la infraestructura vial y la protección de los derechos de los usuarios. La experiencia internacional demuestra que la concesión de rutas puede ser exitosa si se establecen regulaciones claras y mecanismos de control efectivos.

El Costo Real del Mantenimiento Vial: Más Allá de los Peajes

El argumento oficial de que los peajes solo los pagan los usuarios directos es una simplificación engañosa. En la práctica, el costo de los peajes se traslada a toda la cadena de producción y consumo, ya que las empresas transportistas incluyen el costo del peaje en el precio de los productos y servicios que ofrecen. Esto significa que todos los ciudadanos, incluso aquellos que no utilizan las rutas con peaje, terminan pagando por el mantenimiento de la infraestructura vial. La distribución equitativa de los costos de mantenimiento es un desafío importante que debe abordarse de manera integral.

Es fundamental que el gobierno explore alternativas de financiamiento más justas y eficientes para el mantenimiento de la infraestructura vial. El impuesto a los combustibles, por ejemplo, podría ser una fuente de financiamiento más estable y predecible que los peajes. Además, es importante que se promueva la eficiencia en la gestión de los recursos y se eviten los gastos innecesarios. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar que los fondos destinados al mantenimiento vial se utilicen de manera efectiva.

La Urgencia de Invertir en el Futuro del Transporte

Postergar el mantenimiento de rutas no solo incrementa los costos de reparación de manera exponencial, sino que compromete gravemente la circulación de personas y mercaderías en todo el país. La infraestructura vial es un componente esencial de la economía argentina, y su deterioro afecta la competitividad de las empresas, el acceso a los servicios básicos y la calidad de vida de los ciudadanos. Es fundamental que el gobierno reconozca la importancia estratégica de la infraestructura vial y destine los recursos necesarios para garantizar su mantenimiento y ampliación.

La inversión en infraestructura vial no solo genera beneficios económicos, sino también sociales y ambientales. La mejora de las rutas facilita el acceso a la educación, la salud y el empleo, y reduce la contaminación atmosférica al disminuir el tiempo de viaje y el consumo de combustible. La construcción de nuevas rutas puede abrir nuevas oportunidades de desarrollo en zonas rurales y aisladas, y promover la integración regional. La infraestructura vial es una inversión en el futuro del país.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://www.construar.com.ar/2025/04/de-los-usd-129-millones-que-debian-llegar-a-vialidad-para-reparar-rutas-el-gobierno-solo-envio-18-millones/

Fuente: https://www.construar.com.ar/2025/04/de-los-usd-129-millones-que-debian-llegar-a-vialidad-para-reparar-rutas-el-gobierno-solo-envio-18-millones/

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