Vaca al segundo plano: Claves para un tambo de bajo costo y alta eficiencia.

La lechería moderna se enfrenta a un desafío crucial: la optimización de costos sin comprometer la rentabilidad. En un contexto económico global cada vez más exigente, los productores buscan estrategias innovadoras para asegurar la viabilidad de sus tambos. El veterinario y asesor Gonzalo Tuñón, figura destacada en el ámbito lechero, propone una revisión fundamental del rol de la vaca dentro del sistema productivo. Su enfoque, que presentará en TodoLáctea 2025, desafía la concepción tradicional de la vaca como el centro neurálgico del tambo, argumentando que debe ser vista como una pieza clave, pero no la protagonista principal. Este artículo explora en profundidad la filosofía de Tuñón, analizando cómo un enfoque centrado en el forraje y la eficiencia en el uso de recursos puede conducir a una lechería de bajo costo, rentable y sostenible.

Desmitificando la Lechería de Bajo Costo

La idea de una lechería de bajo costo a menudo se asocia erróneamente con una disminución en la rentabilidad y la eficiencia. Gonzalo Tuñón enfatiza que esta percepción es un mito. Una lechería de bajo costo, según su visión, no implica sacrificar la calidad o la productividad, sino más bien optimizar el uso de los recursos disponibles. Esto requiere una planificación estratégica cuidadosa, una comprensión profunda de las limitaciones y desafíos específicos de cada tambo, y una implementación de prácticas eficientes en todas las etapas del proceso productivo. La clave reside en identificar el tipo de negocio que se busca y adaptar el sistema a las condiciones particulares de cada explotación.

Tuñón subraya la importancia de la simulación de escenarios. Antes de tomar decisiones definitivas, es crucial analizar diferentes situaciones posibles, considerando factores como el tipo de forraje disponible, los costos de alimentación, la mano de obra y la infraestructura. Esta simulación permite identificar las estrategias más rentables y eficientes, minimizando los riesgos y maximizando el potencial de cada tambo. La lechería de bajo costo no es una solución única para todos, sino un enfoque adaptable que se ajusta a las necesidades y características de cada productor.

El Forraje como Pilar Fundamental del Sistema

El punto de partida para diseñar un sistema de bajo costo, según Tuñón, es el tipo de forraje que se puede aprovechar de manera eficiente. El forraje no es simplemente un alimento para las vacas, sino el elemento central que define la estructura y el funcionamiento de todo el sistema. La elección del forraje adecuado debe basarse en factores como la disponibilidad, el costo, la calidad nutricional y la capacidad de almacenamiento. Un sistema bien diseñado debe maximizar el uso de forrajes locales y económicos, reduciendo la dependencia de insumos externos y minimizando los costos de alimentación.

La calidad del forraje es tan importante como la cantidad. Un forraje de alta calidad permite reducir la cantidad de alimento necesario para mantener la producción lechera, lo que se traduce en menores costos de alimentación y una mayor eficiencia. Además, un forraje bien balanceado contribuye a la salud y el bienestar de las vacas, reduciendo la incidencia de enfermedades y mejorando la calidad de la leche. La inversión en la producción y el manejo adecuado del forraje es, por lo tanto, una inversión en la rentabilidad y la sostenibilidad del tambo.

La Vaca: De Vedette a Antivedette

La premisa central de la filosofía de Tuñón es que la vaca no debe ser la protagonista principal del tambo, sino una pieza clave que entra a trabajar una vez que el sistema ha sido diseñado y optimizado. Esta perspectiva desafía la visión tradicional de la vaca como el centro de todo el proceso productivo. En lugar de centrarse en maximizar la producción de cada vaca individualmente, Tuñón propone un enfoque holístico que considera a la vaca como parte de un sistema más amplio, donde el forraje y la eficiencia en el uso de recursos son los elementos determinantes.

Al relegar a la vaca al rol de "antivedette", se abre la posibilidad de tomar decisiones más racionales y objetivas en cuanto a la selección genética, el manejo nutricional y el control sanitario. En lugar de buscar vacas con altos potenciales de producción, se pueden seleccionar animales que se adapten mejor a las condiciones locales y que sean eficientes en la conversión de forraje en leche. Esto permite reducir los costos de alimentación y mejorar la rentabilidad del tambo. La vaca, en este contexto, se convierte en una herramienta para aprovechar al máximo el potencial del forraje disponible.

Implicaciones Prácticas del Enfoque de Tuñón

La implementación del enfoque de Tuñón implica una serie de cambios prácticos en la gestión del tambo. En primer lugar, es necesario realizar un análisis exhaustivo de los recursos disponibles, incluyendo el tipo de forraje, la mano de obra, la infraestructura y el acceso a mercados. Este análisis debe identificar las limitaciones y desafíos específicos de cada tambo, así como las oportunidades de mejora. En segundo lugar, es crucial diseñar un sistema de alimentación que maximice el uso de forrajes locales y económicos, minimizando la dependencia de insumos externos.

En tercer lugar, es importante seleccionar animales que se adapten bien a las condiciones locales y que sean eficientes en la conversión de forraje en leche. Esto puede implicar la adopción de razas más rústicas o la implementación de programas de selección genética enfocados en la eficiencia alimentaria. En cuarto lugar, es fundamental implementar prácticas de manejo que promuevan la salud y el bienestar de las vacas, reduciendo la incidencia de enfermedades y mejorando la calidad de la leche. Finalmente, es crucial monitorear constantemente el desempeño del sistema y realizar ajustes según sea necesario para asegurar la rentabilidad y la sostenibilidad a largo plazo.

Eficiencia en el Uso de Recursos: Más Allá de la Alimentación

La eficiencia en el uso de recursos no se limita a la alimentación. Abarca todos los aspectos de la gestión del tambo, incluyendo el uso del agua, la energía, la mano de obra y la infraestructura. La optimización del uso del agua puede lograrse mediante la implementación de sistemas de riego eficientes, la reutilización de aguas residuales y la reducción de las pérdidas por evaporación. La eficiencia energética puede mejorarse mediante la adopción de tecnologías de bajo consumo, la optimización de los sistemas de refrigeración y la utilización de fuentes de energía renovables.

La gestión eficiente de la mano de obra implica la capacitación del personal, la optimización de los procesos de trabajo y la implementación de sistemas de control de calidad. La optimización del uso de la infraestructura puede lograrse mediante el mantenimiento preventivo, la modernización de los equipos y la adaptación de las instalaciones a las necesidades específicas del tambo. En resumen, la lechería de bajo costo requiere un enfoque integral que considere todos los aspectos de la gestión del tambo y que busque maximizar la eficiencia en el uso de todos los recursos disponibles.

El Futuro de la Lechería: Adaptación y Resiliencia

El enfoque de Gonzalo Tuñón representa una visión innovadora y prometedora para el futuro de la lechería. En un contexto de creciente incertidumbre económica y ambiental, la adaptación y la resiliencia son fundamentales para asegurar la viabilidad de las explotaciones lecheras. La lechería de bajo costo, basada en la eficiencia en el uso de recursos y la optimización del sistema productivo, ofrece una alternativa viable para enfrentar los desafíos del futuro. Al relegar a la vaca al rol de "antivedette" y centrarse en el forraje y la eficiencia, se abre la posibilidad de construir una lechería más sostenible, rentable y resiliente.

La clave del éxito reside en la capacidad de cada productor para adaptar el enfoque de Tuñón a las condiciones particulares de su tambo, aprovechando al máximo los recursos disponibles y minimizando los riesgos. La lechería del futuro no será aquella que produzca la mayor cantidad de leche por vaca, sino aquella que produzca la mayor cantidad de leche con la menor cantidad de recursos, de manera sostenible y rentable. Este enfoque requiere un cambio de mentalidad, una mayor inversión en investigación y desarrollo, y una colaboración estrecha entre productores, investigadores y asesores.

Fuente: https://news.agrofy.com.ar/noticia/212861/experto-que-vaca-no-debe-ser-vedette-tambo