7 Estrategias para impulsar el aprendizaje activo - y ayudar a los estudiantes a ver sus beneficios
El aprendizaje activo se basa en un enfoque colaborativo centrado en el estudiante. Aunque uno pensaría que los estudiantes abrazarían este modelo, a veces se encuentran con resistencia. Después de años de una experiencia más pasiva, muchos estudiantes se muestran reacios a hacer algo diferente, incluso si el resultado final será más satisfactorio.
Un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) revela que los estudiantes a menudo perciben que las estrategias que requieren un bajo esfuerzo cognitivo, como escuchar pasivamente una conferencia, son más efectivas que las estrategias activas, como la experimentación práctica y la resolución de problemas en grupo. Los investigadores identifican un sesgo inherente de los estudiantes hacia el aprendizaje activo, lo que limita su efectividad y dificulta su adopción generalizada.
Los estudiantes perciben que tienen más éxito en las aulas tradicionales dirigidas por el profesor. Puede haber varias razones para esto, desde no haber experimentado nada diferente hasta preocuparse por lo que podría suceder si se les pide hacer algo que les parece más difícil.
Para combatir este problema, el estudio sugiere que se deben implementar estrategias para cambiar la percepción de los estudiantes sobre el aprendizaje activo. Es importante mostrarles los beneficios y la relevancia de este enfoque, así como brindarles apoyo y orientación durante el proceso de aprendizaje.
En resumen, aunque el aprendizaje activo puede encontrar resistencia inicial por parte de los estudiantes, es importante superar esta barrera y promover su adopción. Al hacerlo, se puede lograr un aprendizaje más significativo y satisfactorio para los estudiantes.
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