Fisioterapia: No esperes a que sea tarde para cuidar tu cuerpo y prevenir lesiones
Vivimos en una sociedad donde la búsqueda de soluciones rápidas y el "arreglar" el problema una vez que ya se manifiesta, es la norma. En el ámbito de la salud física, esto se traduce en acudir al fisioterapeuta cuando el dolor es insoportable, la movilidad está severamente limitada o la lesión ya ha cronificado. Toni Pérez, fisioterapeuta y divulgador conocido como @Fisioteduca, nos advierte: no vamos al fisio tarde, sino cuando ya es muy tarde. Este artículo explora la filosofía de Pérez, desmitificando conceptos erróneos sobre la fisioterapia, la prevención de lesiones y la importancia de comprender el funcionamiento del cuerpo humano. Analizaremos su perspectiva sobre el reposo versus el movimiento, la verdadera naturaleza de las contracturas y la necesidad de una conciencia corporal más profunda.
- La Fisioterapia Preventiva: Un Cambio de Paradigma
- Más Allá del Dolor: Las Consecuencias Ocultas de la Lesión No Tratada
- El Movimiento como Medicina: Desafiando el Reposo Tradicional
- Desmitificando la Contractura: ¿Realidad o Percepción?
- Fisioterapia: Una Ciencia con Base Científica
- Conciencia Corporal: La Clave para una Vida Saludable
La Fisioterapia Preventiva: Un Cambio de Paradigma
La idea de acudir al fisioterapeuta solo cuando sentimos dolor es profundamente arraigada. Sin embargo, Pérez argumenta que este enfoque es contraproducente. Esperar a que la lesión se manifieste implica que ya se han producido cambios en el cuerpo, adaptaciones incorrectas y, a menudo, la aparición de problemas secundarios. La fisioterapia preventiva, en cambio, se centra en identificar factores de riesgo, corregir desequilibrios musculares y mejorar la mecánica corporal antes de que surja la lesión. Esto implica una evaluación exhaustiva del movimiento, la postura y las actividades diarias del individuo, seguida de un programa de ejercicios personalizado para fortalecer áreas débiles, mejorar la flexibilidad y optimizar el rendimiento.
El fisioterapeuta preventivo actúa como un educador, enseñando al paciente a escuchar a su cuerpo, a reconocer las señales de alarma y a adoptar hábitos saludables que minimicen el riesgo de lesiones. Esto puede incluir consejos sobre la técnica adecuada para realizar ejercicios, la ergonomía en el trabajo o la elección del calzado adecuado. La prevención no se limita a los deportistas de élite; es relevante para cualquier persona que desee mantener una vida activa y saludable. La inversión en fisioterapia preventiva puede ahorrar tiempo, dinero y sufrimiento a largo plazo, permitiendo disfrutar de una mayor calidad de vida.
Más Allá del Dolor: Las Consecuencias Ocultas de la Lesión No Tratada
Pérez enfatiza que, a menudo, el dolor es solo la punta del iceberg. Cuando una persona acude al fisioterapeuta con una lesión, el profesional se encuentra con que el problema principal no es la lesión en sí, sino las adaptaciones compensatorias que el cuerpo ha desarrollado para evitar el dolor. Estas adaptaciones pueden generar desequilibrios musculares, restricciones articulares y patrones de movimiento incorrectos que, a su vez, pueden provocar nuevas lesiones en otras áreas del cuerpo. Por ejemplo, una lesión de rodilla puede llevar a una alteración de la marcha, lo que puede afectar a la cadera, la espalda y el hombro.
El cuerpo es un sistema interconectado, y una lesión en una parte puede tener efectos en cascada en otras áreas. El fisioterapeuta debe abordar no solo la lesión original, sino también las consecuencias secundarias para restaurar la función óptima del cuerpo. Esto requiere una evaluación integral y un tratamiento individualizado que tenga en cuenta las necesidades específicas de cada paciente. Ignorar estas consecuencias puede llevar a la cronificación del dolor y a la aparición de problemas de salud a largo plazo.
El Movimiento como Medicina: Desafiando el Reposo Tradicional
Durante mucho tiempo, el reposo se ha considerado el tratamiento estándar para muchas lesiones, especialmente las agudas. Sin embargo, Pérez cuestiona esta práctica, argumentando que la inmovilización puede ser perjudicial en muchos casos. El movimiento, cuando se realiza de forma controlada y progresiva, puede estimular la curación, mejorar la circulación sanguínea, prevenir la rigidez articular y fortalecer los músculos. La inmovilización prolongada puede llevar a la atrofia muscular, la pérdida de densidad ósea y la disminución de la movilidad articular, lo que dificulta la recuperación y aumenta el riesgo de recurrencia.
El caso del esguince de tobillo es un ejemplo claro. Pérez explica que, aunque el ligamento esté lesionado, el paciente puede seguir pisando, siempre y cuando el dolor no sea excesivo. El impacto y la fuerza favorecen el crecimiento del colágeno, el principal componente del ligamento, acelerando la recuperación. La clave está en encontrar el equilibrio entre el reposo y el movimiento, evitando las actividades que agravan el dolor y fomentando aquellas que promueven la curación. La fisioterapia juega un papel fundamental en este proceso, guiando al paciente a través de un programa de ejercicios progresivo y seguro.
Desmitificando la Contractura: ¿Realidad o Percepción?
La contractura muscular es una queja común, pero Pérez desafía la idea tradicional de que se trata de un "nudo" o una "bola" en el músculo. Desde una perspectiva médica, una contractura implica una contracción permanente del músculo, lo cual es imposible a menos que exista un problema neurológico o la persona esté fallecida. Lo que la mayoría de la gente experimenta como una contractura es, en realidad, un producto del sobreesfuerzo, la sobrecarga o la fatiga, que pueden ser causados por diversos factores, como el entrenamiento excesivo, el estrés o la mala postura.
El dolor y la tensión muscular asociados a la "contractura" son el resultado de la acumulación de metabolitos, la irritación de los receptores del dolor y la respuesta del sistema nervioso. No existe una capacidad inherente del músculo para "anudarse". El tratamiento de la "contractura" debe centrarse en abordar la causa subyacente, como el estrés, la fatiga o la mala postura, y en aliviar los síntomas mediante técnicas de relajación, masaje y estiramientos suaves. Intentar "desanudar" el músculo con técnicas agresivas puede ser contraproducente y empeorar el dolor.
Fisioterapia: Una Ciencia con Base Científica
Pérez subraya la importancia de comprender que la fisioterapia es una ciencia, basada en principios biomecánicos, neurofisiológicos y anatómicos. Su efectividad no está en duda y está respaldada por numerosas investigaciones científicas. La fisioterapia es una profesión sanitaria regulada, con un código ético y un sistema de formación riguroso. Es fundamental diferenciar la fisioterapia de otras disciplinas como la osteopatía o la quiropráctica, que no son profesiones sanitarias en España y no están sujetas a la misma regulación.
Aunque la osteopatía y la quiropráctica pueden ser prácticas útiles para algunas personas, es importante tener en cuenta que no existe una evidencia científica sólida que respalde su efectividad para el tratamiento del dolor. Además, estas disciplinas no cuentan con un colegio profesional que las ampare, lo que puede generar dudas sobre la calidad de la formación y la competencia de los profesionales. Al elegir un fisioterapeuta, es importante asegurarse de que esté cualificado, registrado y tenga experiencia en el tratamiento de la condición específica del paciente.
Conciencia Corporal: La Clave para una Vida Saludable
Pérez destaca la falta de conciencia corporal en la sociedad actual. Muchas personas no son conscientes de cómo se mueven, cómo mantienen su postura o cómo utilizan su cuerpo en las actividades diarias. Esta falta de conciencia puede llevar a la adopción de patrones de movimiento incorrectos, que pueden aumentar el riesgo de lesiones y dolor. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la conciencia corporal, enseñando al paciente a escuchar a su cuerpo, a reconocer las señales de alarma y a adoptar hábitos saludables.
El objetivo final es empoderar al paciente para que se convierta en el protagonista de su propia salud. Esto implica proporcionarle la información y las herramientas necesarias para prevenir lesiones, manejar el dolor y mantener una vida activa y saludable. La conciencia corporal no se limita a la prevención de lesiones; también puede mejorar el rendimiento deportivo, reducir el estrés y aumentar el bienestar general. Al comprender cómo funciona nuestro cuerpo, podemos tomar decisiones más informadas sobre nuestra salud y disfrutar de una mayor calidad de vida.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//life/salud/toni-perez-fisioteduca-no-fisio-tarde-tarde.html
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