Pastas Victoria: De Puerto Deseado a la Industria Minera – Emprendimiento, Arraigo y Crecimiento en Santa Cruz
En el corazón de la Patagonia argentina, donde el viento esculpe paisajes áridos y la actividad minera redefine el horizonte económico, emerge la historia de Pastas Victoria. Un relato de arraigo, desarraigo y visión emprendedora que demuestra cómo un pequeño negocio familiar puede florecer en un entorno desafiante, convirtiéndose en un proveedor clave para una industria en constante expansión. Esta es la historia de Lucas Fernández, un hombre que encontró en Puerto Deseado no solo un nuevo hogar, sino también la oportunidad de materializar un sueño: transformar la herencia culinaria de su familia en un motor de desarrollo local.
- El Desarraigo y el Arraigo: Un Emprendimiento con Raíces Italianas
- La Puerta de Entrada a la Industria Minera: Expo Patagonia Minera y Cookins
- De Emprendimiento a Industria: Calidad Artesanal y Expansión Estratégica
- El Vínculo Estratégico con Cookins: Más Allá del Suministro
- Desafíos y Perspectivas: Resiliencia y Visión de Futuro
- El Potencial de Puerto Deseado: Un Entorno Propicio para el Emprendimiento
El Desarraigo y el Arraigo: Un Emprendimiento con Raíces Italianas
La historia de Pastas Victoria comienza con el desarraigo de Lucas Fernández, quien en 2003 dejó Olavarría en busca de oportunidades en Puerto Deseado. Este movimiento, lejos de ser una ruptura con sus orígenes, se convirtió en el preludio de un profundo arraigo en la comunidad patagónica. Fernández, portador de una rica herencia italiana por parte de su madre, encontró en la elaboración de pastas una forma de conectar con sus raíces y, al mismo tiempo, ofrecer un producto único y de calidad a la región. La idea de fundar una fábrica de pastas no fue solo un negocio, sino una manera de honrar la tradición familiar y el concepto de la familia como eje central de su emprendimiento.
El año 2010 marcó el nacimiento oficial de Pastas Victoria, un proyecto que inicialmente se enfocó en satisfacer la demanda local. Sin embargo, Fernández pronto vislumbró un potencial mayor, especialmente en el auge de la actividad minera en Santa Cruz. La calidad artesanal de sus productos, combinada con un enfoque en la satisfacción del cliente, sentó las bases para una expansión que superaría las expectativas iniciales. El arraigo en Puerto Deseado se fortaleció a medida que Pastas Victoria se integraba en el tejido social y económico de la localidad, generando empleo y contribuyendo al desarrollo de la comunidad.
La Puerta de Entrada a la Industria Minera: Expo Patagonia Minera y Cookins
El punto de inflexión para Pastas Victoria llegó en 2011, con su participación en una de las primeras exposiciones mineras celebradas en San Julián. Este evento representó una oportunidad invaluable para establecer contactos con representantes del sector, especialmente con el área de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de Cookins, una de las compañías de servicios gastronómicos más importantes en la industria minera. La conexión con Cookins fue crucial, ya que se tradujo en intercambios de información, visitas técnicas y, finalmente, en la incorporación de Pastas Victoria como proveedor oficial.
La relación con Cookins no solo abrió las puertas al circuito minero, sino que también impulsó a Pastas Victoria a mejorar sus procesos productivos y a adaptarse a las exigencias de un mercado más competitivo. La demanda constante de productos de calidad y la necesidad de garantizar un suministro confiable obligaron a Fernández a invertir en infraestructura, maquinaria y capacitación del personal. Esta adaptación fue fundamental para transformar el emprendimiento inicial en una empresa con capacidad para satisfacer las necesidades de una industria en constante crecimiento.
De Emprendimiento a Industria: Calidad Artesanal y Expansión Estratégica
A partir de 2011, Pastas Victoria mantuvo una relación constante y activa con Cookins, proveyendo productos 100% artesanales y de calidad sostenida. Esta colaboración permitió a la empresa consolidar su posición en el mercado minero y sentar las bases para una expansión estratégica. En paralelo, Fernández se enfocó en mejorar la estructura edilicia de la fábrica, renovar la maquinaria y avanzar en la elaboración de informes nutricionales, pasos clave para su visión a futuro: transformar la fábrica en una industria formalmente habilitada que genere empleo genuino y abastezca a otras empresas mineras en distintos puntos de la provincia.
La apuesta por la calidad y la innovación se tradujo en la utilización de materia prima local, lo que no solo redujo los costos de producción, sino que también fortaleció el vínculo con la comunidad y promovió el desarrollo de proveedores locales. Esta estrategia de valor agregado permitió a Pastas Victoria diferenciarse de la competencia y ofrecer un producto único y atractivo para el mercado minero. La visión de Fernández se centra en la creación de una industria que combine la tradición artesanal con la eficiencia productiva, generando valor para la empresa, la comunidad y el medio ambiente.
El Vínculo Estratégico con Cookins: Más Allá del Suministro
La relación entre Pastas Victoria y Cookins trascendió el ámbito del suministro de productos. Fernández se integró al equipo de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de Cookins como su representante en Puerto Deseado, desempeñando tareas de capacitación, coordinación de donaciones y atención a requerimientos locales. Esta participación activa en las iniciativas de RSE permitió a Pastas Victoria fortalecer su imagen de marca y contribuir al desarrollo social de la comunidad. La oficina de Cookins en Puerto Deseado, que asiste todas las demandas vinculadas al área de RSE, se convirtió en un aliado estratégico para la empresa de Fernández.
La participación conjunta en las Expo Patagonia Minera fue otra muestra del vínculo estratégico entre Pastas Victoria y Cookins. Estos eventos representaron una oportunidad para mostrar a los asistentes los productos que provee la fábrica deseadense a la planta de empleados en campamento, generando nuevos contactos y oportunidades de negocio. La colaboración entre ambas empresas se basa en la confianza mutua, el compromiso con la calidad y la visión compartida de un desarrollo sostenible y responsable.
Desafíos y Perspectivas: Resiliencia y Visión de Futuro
Lucas Fernández reconoce que el camino recorrido por Pastas Victoria no ha sido lineal. La dinámica de la economía nacional y los vaivenes del compre local dentro de la cadena minera han generado altibajos a lo largo de los años. Sin embargo, destaca que el emprendimiento se ha mantenido firme, apostando a una producción constante que busca sostenerse en el tiempo con una visión clara de crecimiento. La resiliencia ante las dificultades y la capacidad de adaptación han sido claves para superar los obstáculos y aprovechar las oportunidades que se han presentado.
El objetivo principal de Fernández es convertir la fábrica en una industria que llegue a toda la provincia de Santa Cruz y genere puestos de trabajo reales. Para lograrlo, Pastas Victoria busca completar los requisitos necesarios para obtener las habilitaciones provinciales que le permitan expandirse como proveedor en el sector minero. La empresa continúa apostando al desarrollo con una base sólida, impulsada por el trabajo familiar, la resiliencia ante las dificultades y una mirada estratégica que integra lo local con lo productivo. La visión de Fernández se centra en la creación de una empresa que sea un motor de desarrollo para Puerto Deseado y toda la región patagónica.
El Potencial de Puerto Deseado: Un Entorno Propicio para el Emprendimiento
Fernández valora especialmente el arraigo construido en Puerto Deseado y subraya el potencial de la localidad para consolidar emprendimientos con identidad, oficio y vocación de servicio. La comunidad local ha brindado un apoyo incondicional a Pastas Victoria, lo que ha contribuido a su crecimiento y desarrollo. La ubicación estratégica de Puerto Deseado, su rica historia y su entorno natural único la convierten en un lugar ideal para el emprendimiento y la innovación.
La historia de Pastas Victoria es un ejemplo inspirador de cómo un pequeño negocio familiar puede prosperar en un entorno desafiante, gracias a la visión de su fundador, la calidad de sus productos y el apoyo de la comunidad local. El emprendimiento de Fernández demuestra que el arraigo, la tradición y la innovación pueden coexistir y complementarse, generando valor para la empresa, la comunidad y el medio ambiente. La apuesta por el desarrollo local y la generación de empleo genuino son pilares fundamentales de la filosofía de Pastas Victoria.






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