Cristina Kirchner: Fin de una Era, Fractura en el Peronismo y Nuevo Enfoque Económico
Argentina se encuentra en un momento político y social complejo. La figura de Cristina Fernández de Kirchner, otrora central en el peronismo y en la política nacional, ha visto su influencia disminuir tras su condena y posterior paso a la reclusión domiciliaria. Este artículo analiza la desintegración del fervor militante que la rodeaba, las divisiones internas dentro del peronismo, y la reorientación estratégica de la ex presidenta hacia una crítica económica del gobierno actual, explorando cómo estos factores están reconfigurando el panorama político argentino.
El Desvanecimiento del Cantito y la Pérdida de Fuerza Militante
El célebre cántico de La Campora, "che gorila, che gorila...", que antaño resonaba como una amenaza y una demostración de lealtad a Cristina Kirchner, ha perdido gran parte de su impacto. Los recientes acontecimientos sugieren que incluso dentro del peronismo se reconoce el fin de una era en el liderazgo de la ex presidenta. La militancia, que en el pasado era capaz de movilizar grandes masas y generar tensiones políticas, ya no posee la misma fuerza. La preocupación central ya no son los "gorilas" (la oposición), sino la crisis económica y la inestabilidad del dólar.
Contrario a las afirmaciones del gobierno, la candidatura de Cristina Kirchner no fue el principal factor detrás del aumento del riesgo país. La subida de este índice se debió a otros factores económicos y a la percepción de inestabilidad. Las manifestaciones de apoyo a la ex presidenta, como los acampes en San José y Humberto Primo, no lograron replicar el clima de movilización masiva de otras épocas. La falta de apoyo de la CGT, que se negó a convocar a un paro general, fue un golpe significativo a la capacidad de movilización del kirchnerismo.
La Amenaza Velada y el Reproche Interno
El mensaje amenazante que apareció en el edificio de la CGT, "Paren el 18 o se pudre. No jodan con CFK", aunque sin autoría confirmada, apuntó directamente a La Cámpora. Este incidente exacerbó las tensiones dentro del kirchnerismo, generando un abierto reproche hacia aquellos que no se alinean explícitamente con la defensa de Cristina Kirchner, equiparándola a la defensa de la democracia. Esta postura refleja una creciente intolerancia hacia la disidencia dentro del espacio kirchnerista.
La cúpula de la CGT ha mantenido discrepancias con el kirchnerismo desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Se opusieron a algunas medidas del gobierno cuando Cristina aconsejaba la cautela, y mostraron un apoyo tibio a las protestas convocadas por el sector sindical afín al kirchnerismo. El paro general de abril, convocado bajo presión interna, tuvo un bajo nivel de acatamiento, evidenciando la falta de cohesión y el descontento dentro de la central obrera.
La Fractura de la Cohesión Peronista
La prisión de Cristina Kirchner no ha logrado generar el factor de cohesión interna que muchos esperaban. Las reacciones de los gobernadores provinciales fueron ambiguas, expresando solidaridad pero evitando respaldar un liderazgo continuo de la ex presidenta. Algunos incluso pidieron "autocrítica" dentro del peronismo, señalando la necesidad de un cambio de rumbo. Esta actitud refleja una creciente distancia entre los gobernadores y el núcleo duro del kirchnerismo.
Máximo Kirchner, hijo de la ex presidenta, reconoció la existencia de una "interna peronista" marcada por "vanidades y egos", priorizando la unidad por sobre las aspiraciones personales. Sin embargo, la disputa entre su sector y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por la conducción del espacio opositor persiste. La condena de Cristina no ha resuelto esta disputa, sino que ha intensificado las presiones para que Kicillof modifique la fecha de las elecciones legislativas provinciales.
La Batalla por la Herencia Política
Los analistas políticos coinciden en que la "proscripción" de Cristina Kirchner ha agudizado la pelea por su herencia política. El spot de lanzamiento de la candidatura de Kicillof, que hacía referencia a Cristina como "el peronismo real", buscaba diferenciarse del gobernador bonaerense, insinuando que este no representa la verdadera esencia del movimiento. Esta estrategia refleja la intención de mantener viva la llama del kirchnerismo y de disputar el liderazgo del espacio opositor.
La disputa por la herencia política se extiende a otros actores del peronismo, cada uno buscando posicionarse como el sucesor natural de Cristina Kirchner. Esta fragmentación interna debilita al peronismo y dificulta la construcción de una alternativa de poder coherente frente al gobierno de Milei. La falta de un liderazgo claro y unificado podría prolongar la crisis del peronismo y favorecer la consolidación del nuevo gobierno.
El Giro Económico en el Discurso de Cristina Kirchner
Cristina Kirchner ha reconocido que su carisma y la denuncia del "lawfare" ya no son suficientes para movilizar a la gente. Por ello, ha centrado sus últimos discursos en la situación económica del país, criticando las políticas del gobierno de Milei y advirtiendo sobre una posible crisis derivada del modelo económico de Luis Toto Caputo. Esta estrategia busca conectar con el descontento popular y presentarse como una alternativa de poder.
La ex presidenta apuesta a que la crisis económica, cuando se agote la capacidad del gobierno para financiar el déficit con crédito externo, generará un enojo popular que el peronismo podrá capitalizar. En este contexto, la convocatoria a la marcha del miércoles no se limita al Partido Justicialista, sino que busca involucrar a diversos sectores de la sociedad, incluyendo sindicatos, organizaciones sociales y movimientos populares. La idea es construir un frente amplio que pueda desafiar al gobierno y proponer una alternativa económica.
La Concentración en San José y Humberto Primo y el Futuro Incierto
A pesar de la pérdida de atractivo de la concentración debido a la comunicación anticipada sobre los detalles de la reclusión domiciliaria de Cristina Kirchner, los dirigentes de su sector han confirmado que se llevará a cabo en la esquina de San José y Humberto Primo, el nuevo lugar de peregrinación K. Existe la duda sobre si la ex presidenta saldrá al balcón a saludar, una acción que podría ser considerada una perturbación del orden público por los jueces.
La concentración representa un intento de demostrar la fuerza del kirchnerismo y de mantener viva la llama de la resistencia. Sin embargo, el futuro del movimiento es incierto. La falta de un liderazgo claro, las divisiones internas y la crisis económica plantean desafíos importantes. El peronismo deberá encontrar una nueva estrategia para conectar con la sociedad y construir una alternativa de poder viable.
Artículos relacionados