Mikel López Iturriaga critica Masterchef y defiende la cocina como placer, no competición.
La televisión de cocina, un género aparentemente inofensivo y hasta inspirador, ha sido objeto de críticas mordaces por parte del reconocido periodista y crítico gastronómico Mikel López Iturriaga. Sus declaraciones en el pódcast 'Sabor a Queer' han generado debate, cuestionando la verdadera influencia de programas como 'Masterchef' en la cultura culinaria y en la percepción que el público tiene de la cocina. Iturriaga no se limita a criticar el formato competitivo y la presión inherente a estos programas, sino que va más allá, analizando cómo esta representación distorsionada de la cocina puede alejar a la gente del verdadero placer de cocinar. Este artículo explorará en profundidad las críticas de Iturriaga, analizando el impacto de 'Masterchef' y otros programas similares, y reflexionando sobre la verdadera relación entre la televisión, la cocina y el disfrute gastronómico.
La Crítica de Mikel López Iturriaga: Más Allá del Entretenimiento
Las declaraciones de Mikel López Iturriaga en 'Sabor a Queer' no fueron un ataque frontal a 'Masterchef', sino una reflexión profunda sobre la naturaleza de la televisión de cocina y su impacto en la sociedad. Iturriaga cuestiona la narrativa común de que estos programas "animan a la gente a cocinar y acercan a la gente a la cocina". Para él, la realidad es muy diferente. Observa cómo la obsesión por la presentación, la perfección técnica y la presión del tiempo pueden generar una imagen de la cocina como algo estresante y alejado del placer. Su reacción visceral, la necesidad de "salir corriendo para tener cualquier cocina lo más lejos posible", revela una profunda preocupación por la forma en que estos programas están moldeando nuestra percepción de la cocina.
Iturriaga identifica un problema fundamental: la cultura del esfuerzo permanente. En su opinión, la cocina no debería ser una competición, sino una actividad placentera y creativa. La presión constante por superar a los demás, por alcanzar la perfección, puede matar la alegría de cocinar y convertirla en una tarea ardua y frustrante. Esta crítica se extiende más allá de la cocina, abarcando una visión más amplia de la sociedad y su obsesión por la productividad y el rendimiento. La cocina, para Iturriaga, debería ser un espacio de libertad y experimentación, no un campo de batalla.
'Masterchef' como Ejemplo de una Cultura de Presión
El presentador del pódcast señala acertadamente que 'Masterchef' es el ejemplo perfecto de esta cultura de presión. El formato del programa, con sus pruebas exigentes, sus jurados implacables y sus eliminaciones constantes, crea un ambiente de tensión y competencia que poco tiene que ver con la cocina real. Los concursantes son sometidos a un estrés extremo, obligados a trabajar bajo presión y a rendir al máximo en todo momento. Esta dinámica, según Iturriaga, es contraproducente y puede generar una imagen negativa de la cocina.
La comparación con un entorno "casi militar" es reveladora. 'Masterchef' no se trata simplemente de cocinar, sino de sobrevivir a una serie de desafíos y de demostrar una capacidad de resistencia y adaptación. Esta mentalidad competitiva, aunque pueda resultar atractiva para algunos espectadores, puede ser perjudicial para aquellos que buscan en la cocina un espacio de relajación y creatividad. La cocina, en su esencia, es un acto de amor y cuidado, no una batalla por la supervivencia.
La pregunta que plantea Iturriaga – "¿Cómo puede surgir algo bonito de una cosa que surge desde un lugar de presión, de dolor?" – es fundamental. Sugiere que la verdadera creatividad y el verdadero disfrute no pueden florecer en un ambiente de estrés y competencia. La cocina, para ser verdaderamente satisfactoria, debe estar basada en la pasión, la experimentación y el placer de compartir.
La Televisión de Cocina: ¿Inspiración o Distorsión?
La televisión de cocina ha experimentado un auge en las últimas décadas, con programas como 'Masterchef', 'Top Chef' y 'Hell's Kitchen' atrayendo a millones de espectadores en todo el mundo. Estos programas han contribuido a popularizar la cocina y a despertar el interés por la gastronomía en muchas personas. Sin embargo, también han sido criticados por su enfoque en la competencia, la espectacularidad y la perfección técnica. La pregunta clave es si estos programas inspiran a la gente a cocinar o, por el contrario, la alejan de la cocina.
Iturriaga argumenta que la televisión de cocina, en general, plantea cocinar como una actividad placentera, no como una competición a ver quién es mejor. Esta distinción es crucial. La cocina, en su esencia, es un acto de amor y cuidado, una forma de expresar creatividad y de compartir con los demás. Cuando se convierte en una competición, se pierde de vista este aspecto fundamental. La presión por ganar, por ser el mejor, puede matar la alegría de cocinar y convertirla en una tarea estresante y frustrante.
Es importante destacar que no todos los programas de televisión de cocina son iguales. Algunos programas se centran en la enseñanza, en la divulgación de técnicas culinarias y en la promoción de ingredientes locales y de temporada. Estos programas pueden ser muy útiles para aquellos que quieren aprender a cocinar y ampliar sus conocimientos gastronómicos. Sin embargo, incluso estos programas pueden caer en la trampa de la perfección técnica y la presentación impecable, creando una imagen irreal de la cocina.
El Impacto en la Percepción Pública de la Cocina
La televisión de cocina tiene un impacto significativo en la percepción pública de la cocina. Los programas de televisión pueden influir en nuestras ideas sobre qué es la buena cocina, cómo se debe cocinar y quiénes son los buenos cocineros. La representación constante de chefs famosos, técnicas sofisticadas y platos elaborados puede crear una imagen de la cocina como algo inaccesible y complicado. Esto puede desanimar a las personas a cocinar en casa y a experimentar con nuevos ingredientes y recetas.
La obsesión por la presentación, la perfección técnica y la innovación constante puede generar una presión innecesaria sobre los cocineros aficionados. Muchas personas se sienten intimidadas por la idea de tener que crear platos dignos de un restaurante de alta cocina. Esto puede llevar a la frustración y al abandono de la cocina. Es importante recordar que la cocina no tiene que ser perfecta para ser deliciosa. Lo importante es disfrutar del proceso y de compartir la comida con los demás.
La televisión de cocina también puede contribuir a la estigmatización de la comida casera y de las recetas tradicionales. La constante búsqueda de la innovación y la originalidad puede llevar a la devaluación de los platos sencillos y auténticos que han sido transmitidos de generación en generación. Es importante valorar la riqueza y la diversidad de la cocina tradicional y reconocer que la comida casera puede ser tan deliciosa y nutritiva como la comida de un restaurante de alta cocina.
Más Allá de 'Masterchef': Otras Tendencias en la Televisión de Cocina
Si bien 'Masterchef' es un ejemplo paradigmático de la televisión de cocina competitiva, existen otras tendencias en el género. Algunos programas se centran en la exploración de diferentes culturas culinarias, en la promoción de ingredientes locales y de temporada, o en la enseñanza de técnicas culinarias básicas. Estos programas pueden ser más inspiradores y educativos que los programas competitivos, ya que se centran en el placer de cocinar y en la importancia de la comida en la cultura y la sociedad.
Programas como 'Somebody Feed Phil' o 'Salt Fat Acid Heat' ofrecen una visión más relajada y auténtica de la cocina. Estos programas se centran en la exploración de diferentes culturas culinarias, en la conexión entre la comida y la gente, y en el placer de compartir una buena comida con los demás. Estos programas pueden inspirar a la gente a viajar, a probar nuevos sabores y a apreciar la diversidad de la gastronomía mundial.
La creciente popularidad de los canales de cocina en YouTube y otras plataformas de video también ha contribuido a diversificar la oferta de contenido culinario en la televisión. Estos canales ofrecen una amplia variedad de recetas, tutoriales y consejos culinarios, y permiten a los espectadores aprender a cocinar a su propio ritmo y según sus propios intereses. La accesibilidad y la flexibilidad de estos canales los convierten en una alternativa atractiva a los programas de televisión tradicionales.
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