Google: TJUE avala multa de 4000 millones por prácticas anticompetitivas en Android.

La batalla legal entre la Unión Europea y Google ha alcanzado un nuevo hito. Una abogada del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha respaldado la imposición de una multa récord de más de 4.000 millones de euros a la gigante tecnológica. Esta decisión, aunque no vinculante, sugiere que el TJUE podría confirmar la sanción, consolidando la postura de la UE sobre las prácticas anticompetitivas de Google en el mercado de sistemas operativos para móviles. El caso, que se remonta a más de una década, se centra en los acuerdos que Google estableció con fabricantes de dispositivos Android, obligándoles a preinstalar sus aplicaciones, Google Search y Chrome, a cambio de acceso a la Play Store. Esta práctica, según la UE, restringió la competencia y perjudicó a otros motores de búsqueda y navegadores.

El Origen de la Disputa: Acuerdos de Preinstalación y Dominio del Mercado

La raíz del conflicto se encuentra en la estrategia de Google para consolidar su dominio en el mercado de sistemas operativos móviles. Android, el sistema operativo de Google, se convirtió en el líder indiscutible, pero su éxito no estuvo exento de controversia. La Comisión Europea investigó a fondo los acuerdos que Google firmó con los principales fabricantes de dispositivos Android, como Samsung, Huawei y otros. Estos acuerdos, en esencia, establecían que los fabricantes debían preinstalar Google Search y Chrome en sus dispositivos para obtener una licencia para utilizar la Play Store, la tienda de aplicaciones de Google. Esta condición, aparentemente inofensiva, tenía un impacto significativo en la competencia. Al preinstalar sus propias aplicaciones, Google se aseguraba una posición privilegiada en los dispositivos de los usuarios, dificultando que otras empresas compitieran en igualdad de condiciones.

La Comisión Europea argumentó que estos acuerdos constituían un abuso de posición dominante, una práctica prohibida por las leyes de competencia de la UE. La preinstalación obligatoria de Google Search y Chrome limitaba la capacidad de los usuarios de elegir sus propios motores de búsqueda y navegadores, y también impedía que otros competidores ganaran visibilidad en el mercado. Además, la UE señaló que Google había ofrecido incentivos financieros a algunos fabricantes para que preinstalaran sus aplicaciones, lo que reforzaba aún más su posición dominante. La investigación de la Comisión Europea se prolongó durante años, recopilando pruebas y analizando los efectos de los acuerdos de preinstalación en el mercado.

La Multa Histórica: 4.240 Millones de Euros y sus Implicaciones

En julio de 2018, la Comisión Europea impuso a Google una multa récord de 4.240 millones de euros por las prácticas anticompetitivas descritas anteriormente. Esta multa, la mayor impuesta por la UE en un caso de competencia, envió un mensaje claro a Google y a otras empresas tecnológicas: la UE no toleraría el abuso de posición dominante y defendería la competencia en el mercado digital. La multa se basó en el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que prohíbe el abuso de posición dominante en el mercado. La Comisión Europea determinó que Google había infringido este artículo al imponer condiciones injustas a los fabricantes de dispositivos Android.

La multa no solo tuvo un impacto financiero en Google, sino que también obligó a la empresa a cambiar sus prácticas. La Comisión Europea ordenó a Google que pusiera fin a las prácticas anticompetitivas y que permitiera a los fabricantes de dispositivos Android ofrecer a los usuarios la posibilidad de elegir sus propios motores de búsqueda y navegadores. Google apeló la decisión de la Comisión Europea ante el Tribunal General de la UE, pero en febrero de 2022, el Tribunal General confirmó la multa, aunque la redujo ligeramente a 4.125 millones de euros. Google recurrió posteriormente esta decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El Dictamen de la Abogada General del TJUE: Un Visto Bueno a la Sanción

El pasado jueves, la abogada general del TJUE, Maciej Szpunar, emitió su dictamen en el caso. En su dictamen, Szpunar recomendó al TJUE que confirme la multa impuesta por la Comisión Europea a Google. Szpunar argumentó que los acuerdos de preinstalación de Google Search y Chrome eran anticompetitivos y que restringían la capacidad de los usuarios de elegir sus propias aplicaciones. También señaló que Google había abusado de su posición dominante en el mercado de sistemas operativos móviles para mantener y fortalecer su posición en el mercado de motores de búsqueda y navegadores.

El dictamen de la abogada general no es vinculante para el TJUE, pero suele ser un indicador de la posible decisión final del tribunal. En la mayoría de los casos, el TJUE sigue el dictamen de su abogada general. Si el TJUE confirma la multa, Google deberá pagar la sanción y cumplir con las condiciones impuestas por la Comisión Europea. Esta decisión podría tener un impacto significativo en la estrategia de Google en el mercado de sistemas operativos móviles y podría abrir la puerta a nuevas investigaciones sobre las prácticas anticompetitivas de otras empresas tecnológicas.

El Impacto en la Competencia y la Elección del Consumidor

La decisión de la UE y el posible respaldo del TJUE tienen implicaciones importantes para la competencia en el mercado de sistemas operativos móviles y para la elección del consumidor. Al obligar a Google a permitir que los fabricantes de dispositivos Android ofrezcan a los usuarios la posibilidad de elegir sus propios motores de búsqueda y navegadores, la UE busca fomentar la competencia y garantizar que los usuarios tengan acceso a una variedad de opciones. Esto podría conducir a la innovación y a la mejora de la calidad de los servicios ofrecidos por los diferentes competidores.

La preinstalación obligatoria de Google Search y Chrome había creado una barrera de entrada para otros motores de búsqueda y navegadores, dificultando que ganaran visibilidad y atrajeran a los usuarios. Al eliminar esta barrera, la UE espera que otros competidores tengan la oportunidad de competir en igualdad de condiciones. Esto podría beneficiar a los usuarios, que tendrían acceso a una gama más amplia de opciones y podrían elegir los servicios que mejor se adapten a sus necesidades. Además, la decisión de la UE podría alentar a otras empresas tecnológicas a adoptar prácticas más transparentes y competitivas.

La Larga Batalla Legal: Más de una Década de Investigaciones y Apelaciones

El caso de Google y la UE es un ejemplo de la complejidad y la duración de las investigaciones sobre competencia en el sector tecnológico. La investigación de la Comisión Europea comenzó en 2010, tras las quejas de varios competidores de Google. La investigación se prolongó durante años, recopilando pruebas y analizando los efectos de los acuerdos de preinstalación en el mercado. En 2018, la Comisión Europea impuso la multa a Google, pero la empresa apeló la decisión ante el Tribunal General de la UE. En 2022, el Tribunal General confirmó la multa, aunque la redujo ligeramente. Google recurrió posteriormente esta decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

La larga duración de la batalla legal refleja la complejidad de los casos de competencia en el sector tecnológico, así como la determinación de Google de defender sus prácticas. Google argumenta que sus acuerdos de preinstalación eran beneficiosos para los usuarios y que ayudaron a promover la adopción de Android. Sin embargo, la Comisión Europea y la abogada general del TJUE han rechazado estos argumentos, argumentando que los acuerdos de preinstalación eran anticompetitivos y que perjudicaron a los usuarios y a otros competidores. El caso de Google y la UE es un recordatorio de que las empresas tecnológicas no están exentas de las leyes de competencia y que deben operar de manera justa y transparente.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//life/abogada-tjue-avala-multa-mas-4000-millones-google-mayor-ue.html