Pesca en Crisis: Marineros Aceptan Pago en Negro por Caída de Exportaciones

La crisis silenciosa que golpea al sector pesquero argentino ha desembocado en un acuerdo alarmante: el pago del 70% del salario de marineros y maquinistas “en negro”. Este pacto, firmado entre sindicatos y cámaras empresariales, revela una situación económica crítica que amenaza la estabilidad laboral de miles de trabajadores y pone en evidencia las presiones competitivas a las que se enfrenta la industria. El presente artículo analiza en profundidad las causas de esta crisis, las implicaciones del acuerdo salarial y las posibles consecuencias para el futuro del sector pesquero en Argentina.

La Profunda Crisis Económica del Sector Pesquero Argentino

El acta acuerdo firmada entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA) y la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (CAABPA), junto con la adhesión del Simape y el Siconara, es un reflejo de la grave situación económica que atraviesa la pesca en Argentina. La rentabilidad del sector, especialmente para los barcos fresqueros y las plantas de procesamiento en tierra, se encuentra en números rojos desde hace meses. La merluza hubbsi, el langostino y el variado costero, pilares de la producción pesquera nacional, son los más afectados por esta crisis. Esta situación no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una combinación de factores económicos y comerciales que han convergido para generar un escenario de extrema dificultad.

La principal causa de esta crisis reside en la drástica disminución de los precios de exportación. El 90% de la producción pesquera argentina se destina a los mercados internacionales, lo que hace que el sector sea particularmente vulnerable a las fluctuaciones de los precios globales. La competencia de las especies provenientes de la acuicultura, que ofrecen precios más competitivos, ha impactado negativamente en las ventas al exterior, reduciendo los ingresos de las empresas pesqueras. Esta competencia se intensifica con la creciente producción de países asiáticos, que han invertido fuertemente en tecnología y eficiencia en la acuicultura.

Además de la competencia internacional, otros factores contribuyen a la crisis. La devaluación del peso argentino, si bien podría teóricamente favorecer las exportaciones, también encarece los costos de producción, ya que muchos insumos y repuestos son importados. La inflación, que se mantiene en niveles elevados, erosiona el poder adquisitivo de los trabajadores y aumenta los costos operativos de las empresas. La burocracia y las regulaciones complejas también dificultan la actividad pesquera, generando costos adicionales y retrasos en los procesos.

El Acuerdo Salarial “En Negro”: Una Solución Controversial

Ante esta situación de crisis, las cámaras pesqueras y los sindicatos han llegado a un acuerdo que ha generado gran controversia: el pago del 70% del salario de marineros y maquinistas en forma “no remunerativa”, es decir, en negro. Este acuerdo, válido entre el 1 de junio de 2025 y el 30 de septiembre de 2025, implica que una parte significativa del salario de los trabajadores no estará sujeta a contribuciones sociales ni impuestos, lo que reduce los costos laborales para las empresas. Sin embargo, también implica que los trabajadores no tendrán acceso a beneficios sociales como jubilaciones, aguinaldo y otros derechos laborales.

La justificación del acuerdo, según las partes firmantes, es evitar despidos masivos y preservar la actividad pesquera. Argumentan que, de no reducir los costos laborales, muchas empresas se verían obligadas a cerrar, lo que dejaría a miles de trabajadores sin empleo. Sin embargo, esta justificación ha sido cuestionada por algunos sectores, que denuncian que el acuerdo es una forma de precarizar aún más las condiciones laborales de los trabajadores y de evadir responsabilidades sociales y fiscales.

El pago “en negro” de los salarios es una práctica ilegal que viola los derechos laborales de los trabajadores. Al no estar sujetos a contribuciones sociales, los trabajadores no acumulan derechos jubilatorios ni tienen acceso a otros beneficios sociales. Además, al no estar declarados, estos ingresos no son tenidos en cuenta para el cálculo de impuestos, lo que implica una pérdida de ingresos para el Estado. Esta práctica también genera una competencia desleal entre las empresas, ya que aquellas que cumplen con las leyes laborales tienen mayores costos que aquellas que pagan “en negro”.

Implicaciones para los Trabajadores del Sector Pesquero

El acuerdo salarial “en negro” tiene consecuencias directas y negativas para los trabajadores del sector pesquero. En primer lugar, reduce sus ingresos netos, ya que una parte de su salario no estará sujeta a impuestos ni contribuciones sociales. En segundo lugar, precariza sus condiciones laborales, ya que no tendrán acceso a beneficios sociales como jubilaciones, aguinaldo y otros derechos laborales. En tercer lugar, los expone a la informalidad y a la falta de protección social.

La informalidad laboral es un problema grave en Argentina, y el acuerdo salarial “en negro” contribuye a agravarlo. Los trabajadores informales no tienen acceso a los mismos derechos y protecciones que los trabajadores formales, lo que los hace más vulnerables a la explotación y a la precariedad. Además, la informalidad laboral dificulta la recaudación de impuestos y contribuciones sociales, lo que afecta la sostenibilidad del sistema de seguridad social.

La falta de protección social expone a los trabajadores a riesgos como la enfermedad, el accidente laboral y la vejez. Sin acceso a servicios de salud, jubilaciones y otros beneficios sociales, los trabajadores se ven obligados a depender de la ayuda familiar o de la asistencia social del Estado. Esta situación es especialmente grave para los trabajadores de la pesca, que realizan una actividad peligrosa y expuesta a riesgos laborales.

El Impacto en la Competitividad y Sostenibilidad del Sector

Si bien el acuerdo busca aliviar la presión económica inmediata sobre las empresas pesqueras, su impacto a largo plazo en la competitividad y sostenibilidad del sector es cuestionable. Reducir costos laborales a través de la informalidad puede generar un alivio temporal, pero no aborda las causas estructurales de la crisis, como la competencia internacional, la inflación y la burocracia.

La falta de inversión en tecnología e innovación es otro factor que afecta la competitividad del sector pesquero argentino. Las empresas pesqueras necesitan invertir en equipos más eficientes, en técnicas de procesamiento más modernas y en sistemas de gestión más sofisticados para poder competir con éxito en los mercados internacionales. Sin embargo, la falta de recursos financieros y la incertidumbre económica dificultan estas inversiones.

La sostenibilidad del sector pesquero también está en riesgo. La sobrepesca, la contaminación y el cambio climático son amenazas que ponen en peligro los recursos pesqueros y la biodiversidad marina. Es necesario implementar políticas de gestión pesquera responsables que garanticen la conservación de los recursos para las futuras generaciones. Estas políticas deben incluir medidas como la regulación de la pesca, la protección de las áreas de reproducción y la promoción de prácticas pesqueras sostenibles.

Alternativas y Posibles Soluciones a la Crisis

Para superar la crisis del sector pesquero argentino, es necesario implementar un conjunto de medidas que aborden las causas estructurales del problema y promuevan la competitividad y la sostenibilidad. Estas medidas deben incluir políticas económicas que estabilicen la macroeconomía, reduzcan la inflación y fomenten la inversión. También deben incluir políticas comerciales que promuevan la diversificación de los mercados de exportación y la negociación de acuerdos comerciales favorables.

Es fundamental fortalecer la gestión pesquera, implementando políticas de regulación de la pesca basadas en criterios científicos y técnicos. Estas políticas deben incluir la fijación de cuotas de captura sostenibles, la protección de las áreas de reproducción y la promoción de prácticas pesqueras responsables. También es necesario fortalecer la fiscalización para combatir la pesca ilegal y la sobrepesca.

El Estado debe brindar apoyo financiero y técnico a las empresas pesqueras para que puedan invertir en tecnología e innovación. Este apoyo puede incluir créditos blandos, subsidios a la inversión y programas de capacitación para los trabajadores. También es necesario simplificar los trámites burocráticos y reducir los costos operativos de las empresas.

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/el-somu-acordo-70-de-salarios-en-negro-para-fresqueros-de-altura/