Polémica por rescates machistas: la respuesta de la ministra Mónica García a Jordi Wild.

La reciente entrevista a Miguel Assal, un popular divulgador de seguridad y salud en TikTok, ha desatado una intensa polémica en redes sociales. Sus declaraciones sobre su comportamiento como socorrista en La Manga, donde admitió poner en riesgo a mujeres para simular rescates heroicos, han generado una ola de críticas y debate. La reacción de la ministra de Sanidad, Mónica García, ha amplificado la discusión, planteando interrogantes sobre la responsabilidad masculina en la lucha contra el machismo. Este artículo analiza en profundidad el caso, explorando las implicaciones de las declaraciones de Assal, la respuesta de la sociedad y las cuestiones más amplias que plantea sobre la masculinidad tóxica y la necesidad de un cambio cultural.

El Confesión de Miguel Assal: Un Rescate Fabricado

Durante su entrevista con Jordi Wild, Miguel Assal relató cómo, durante sus años como socorrista en La Manga del Mar Menor, él y sus compañeros deliberadamente permitían que algunas personas, específicamente mujeres que consideraban atractivas, se acercaran a una corriente peligrosa. Su objetivo no era garantizar su seguridad, sino crear una oportunidad para realizar un rescate que les permitiera sentirse como "héroes". Describió la corriente como "muy guapa" y admitió que retrasaban la intervención en rescates sencillos para prolongar la situación y aumentar la sensación de heroísmo. Esta confesión ha sido ampliamente condenada por su falta de ética profesional y por el peligro real al que sometían a las personas.

La descripción detallada de Assal sobre la corriente, identificándola como "Lima 5" y mencionando a su compañero Mariano, añade un elemento de realismo escalofriante a su relato. No se trata de una anécdota vaga, sino de una práctica sistemática que, según sus propias palabras, era conocida y aceptada entre sus compañeros. La frialdad con la que describe la manipulación de la situación, priorizando su ego sobre la seguridad de los bañistas, es particularmente preocupante. El hecho de que se centraran en mujeres, y que la atracción física fuera un factor determinante en su decisión de permitir que se pusieran en peligro, revela una profunda misoginia subyacente.

La viralización del vídeo de la entrevista ha permitido que un amplio público tenga acceso a estas declaraciones, generando una indignación generalizada. Las redes sociales se han llenado de comentarios condenando el comportamiento de Assal y exigiendo responsabilidades. Muchos usuarios han expresado su preocupación por el hecho de que una persona con una plataforma tan amplia, que se dedica a dar consejos sobre seguridad y salud, haya admitido haber actuado de manera tan irresponsable y machista. La credibilidad de Assal como experto en seguridad ha quedado seriamente dañada.

La Reacción de Mónica García: Un Llamado a la Reflexión

La ministra de Sanidad, Mónica García, respondió a la polémica con un mensaje en X (anteriormente Twitter) que, aunque no mencionaba directamente a Assal, estaba claramente dirigido a sus declaraciones. García planteó la pregunta de qué pueden hacer los hombres para frenar el machismo a su alrededor. Esta intervención ha sido interpretada como una crítica implícita al comportamiento de Assal y como un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad masculina en la lucha contra la desigualdad de género. Su mensaje ha generado un debate sobre la necesidad de que los hombres se involucren activamente en la deconstrucción de estereotipos machistas y en la promoción de una cultura de respeto e igualdad.

La elección de García de abordar el tema a través de una pregunta abierta, en lugar de una condena directa, ha sido objeto de debate. Algunos críticos argumentan que su respuesta fue demasiado sutil y que debería haber condenado explícitamente el comportamiento de Assal. Otros, sin embargo, defienden su enfoque, argumentando que la pregunta invita a una reflexión más profunda sobre las causas y las consecuencias del machismo y sobre el papel que juegan los hombres en su perpetuación. La ministra ha logrado, con su mensaje, poner el foco en la necesidad de un cambio cultural que involucre a toda la sociedad.

La respuesta de García también ha puesto de manifiesto la importancia de la visibilidad y la responsabilidad de las figuras públicas. Como ministra de Sanidad, su voz tiene un gran peso y su intervención en este debate ha contribuido a amplificar la discusión y a concienciar sobre la gravedad del problema. Su mensaje ha servido como catalizador para que otras personas, tanto figuras públicas como ciudadanos anónimos, expresen su opinión y se sumen al debate.

Masculinidad Tóxica y la Necesidad de un Cambio Cultural

El caso de Miguel Assal es un claro ejemplo de cómo la masculinidad tóxica puede manifestarse en comportamientos peligrosos y machistas. La necesidad de sentirse como un "héroe", de demostrar su valentía y de obtener la admiración de los demás, llevó a Assal a poner en riesgo la vida de otras personas. Esta necesidad de validación externa, basada en estereotipos tradicionales de masculinidad, es una característica común de la masculinidad tóxica. La presión social para que los hombres sean fuertes, valientes y dominantes puede llevarlos a tomar decisiones irresponsables y a adoptar comportamientos perjudiciales para sí mismos y para los demás.

La cultura del rescate heroico, tal como la describe Assal, es un ejemplo de cómo se puede romantizar y glorificar la dominación y el control. La idea de que un hombre debe "salvar" a una mujer, incluso si eso implica ponerla en peligro, refuerza estereotipos de género dañinos y perpetúa la desigualdad. Esta mentalidad paternalista y protectora, que considera a las mujeres como seres débiles y necesitados de protección, es una manifestación de la masculinidad tóxica. Es fundamental deconstruir estos estereotipos y promover una cultura de respeto e igualdad, donde las mujeres sean consideradas como agentes autónomos y capaces de tomar sus propias decisiones.

El cambio cultural necesario para erradicar la masculinidad tóxica requiere un esfuerzo conjunto de toda la sociedad. Es fundamental educar a los niños y a los jóvenes en valores de igualdad, respeto y empatía. Es necesario cuestionar los estereotipos de género y promover modelos de masculinidad alternativos, que se basen en la colaboración, la vulnerabilidad y la responsabilidad. Es importante crear espacios seguros donde los hombres puedan expresar sus emociones y hablar sobre sus problemas sin temor a ser juzgados. La lucha contra el machismo no es solo una responsabilidad de las mujeres, sino de toda la sociedad.

Implicaciones Éticas y Profesionales

Las declaraciones de Miguel Assal plantean serias cuestiones éticas y profesionales. Como agente de emergencias del SAMU y como divulgador de seguridad en TikTok, Assal tiene una responsabilidad especial de actuar con integridad y de promover prácticas seguras. Su confesión de haber puesto en riesgo a personas para satisfacer su ego es una violación flagrante de esta responsabilidad. Su comportamiento no solo es moralmente reprobable, sino que también podría tener consecuencias legales si se demostrara que causó daño a alguien.

La credibilidad de Assal como experto en seguridad ha quedado seriamente comprometida. Sus seguidores, que confían en sus consejos para proteger su salud y su seguridad, pueden sentirse engañados y decepcionados. Es probable que muchos de ellos dejen de seguirlo y de confiar en su información. La pérdida de credibilidad puede tener un impacto significativo en su carrera profesional y en su capacidad para influir positivamente en la sociedad. Es fundamental que los profesionales de la salud y la seguridad actúen con ética y transparencia, y que rindan cuentas por sus acciones.

Este caso también plantea interrogantes sobre la supervisión y el control de las actividades de los profesionales de la salud en las redes sociales. Si bien es importante que los profesionales de la salud utilicen las redes sociales para difundir información útil y promover la salud pública, también es necesario establecer límites y mecanismos de control para evitar que utilicen estas plataformas para difundir información falsa o para promover comportamientos peligrosos. Las organizaciones profesionales y las autoridades sanitarias deben establecer directrices claras sobre el uso de las redes sociales por parte de los profesionales de la salud y garantizar que se cumplan.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//virales/no-dice-nombre-tuit-monica-garcia-jordi-wild.html