Salmón Chinook en la Patagonia: Invasión Exótica y Desafíos Ecológicos en El Chaltén

El Chaltén, un paraíso patagónico conocido por sus imponentes glaciares y montañas, enfrenta una amenaza silenciosa pero creciente: la invasión del salmón chinook. Este pez, originario del Pacífico Norte, ha encontrado en las aguas del río Las Vueltas un nuevo hogar, desafiando el equilibrio de un ecosistema frágil y único. La historia de su llegada, un experimento fallido de "ranching" en Chile, se ha convertido en un complejo problema ambiental que exige atención y soluciones. Este artículo explora la problemática, las investigaciones en curso y los esfuerzos de la Fundación Anfibia para comprender y mitigar el impacto de esta especie invasora.

El Salmón Chinook: Un Invitado No Deseado

El salmón chinook (Oncorhynchus tschawytscha) es una especie anádroma, lo que significa que nace en agua dulce, migra al mar para crecer y regresa al río de origen para reproducirse. Su tamaño y fuerza lo convierten en un pez apreciado por pescadores deportivos, pero también en un agente disruptor en ecosistemas donde no es nativo. La introducción del chinook en Chile en la década de 1970, con la intención de desarrollar una industria pesquera, resultó en una fuga masiva de ejemplares que se dispersaron por la región. La idea del "ranching" era simple: criar salmones en ríos y luego cosecharlos en el mar cuando regresaran a desovar. Sin embargo, las condiciones no fueron las esperadas y la práctica se abandonó, dejando a los peces libres para colonizar nuevos territorios.

La dispersión del chinook hacia la Patagonia argentina fue gradual. Primero se detectaron ejemplares en la cuenca del río Santa Cruz, específicamente en el río Caterina, y posteriormente en el río Las Vueltas. Su capacidad de adaptación y su ciclo de vida le permitieron establecerse y reproducirse, desafiando las características únicas de los ríos patagónicos. Estos ríos, caracterizados por aguas frías, claras y bajas en nutrientes, no están preparados para recibir la biomasa que el salmón chinook deja tras su desove.

Impactos Ecológicos de la Invasión

La presencia del salmón chinook en el río Las Vueltas y otros cursos de agua patagónicos genera una serie de impactos ecológicos preocupantes. Uno de los más significativos es la alteración de la dinámica de nutrientes. Al morir después de reproducirse, los salmones chinook liberan grandes cantidades de materia orgánica en ríos que tradicionalmente han sido pobres en nutrientes. Este exceso de biomasa puede provocar desequilibrios en el ecosistema, afectando la calidad del agua y la disponibilidad de oxígeno.

Además, el chinook compite con especies nativas por recursos como alimento y espacio. Especies como el puyen (Galaxia trucha) y otras especies de peces nativos, que han evolucionado en este ambiente particular, se ven amenazadas por la competencia con un invasor más grande y agresivo. Esta competencia puede llevar a la disminución de las poblaciones de especies nativas, alterando la estructura y función del ecosistema. La alteración de las cadenas tróficas es otro efecto importante. La introducción de un nuevo depredador puede afectar las poblaciones de presas, generando cascadas tróficas que se propagan a través de toda la red alimentaria.

Finalmente, la llegada del salmón chinook ha impulsado la creación de pesquerías no reguladas, lo que puede ejercer una presión adicional sobre la especie y sobre el ecosistema en general. La pesca deportiva, si no se gestiona adecuadamente, puede contribuir a la propagación del salmón chinook y a la alteración de los patrones de migración y reproducción.

La Investigación de la Fundación Anfibia

La Fundación Anfibia, con sede en El Chaltén, ha liderado la investigación sobre la invasión del salmón chinook en la Patagonia argentina. Desde 2014, un equipo de biólogos, genetistas y otros científicos ha estado trabajando para comprender la magnitud del problema, reconstruir la historia de la invasión y evaluar los posibles impactos ecológicos. La investigación se basa en un enfoque multidisciplinario que combina estudios genéticos, análisis microquímicos y monitoreo de campo.

Los estudios genéticos permiten rastrear el origen de los salmones chinook y determinar las rutas de dispersión. Los análisis microquímicos, por su parte, ayudan a identificar las áreas de cría y alimentación de los peces, proporcionando información valiosa sobre su comportamiento y ecología. El monitoreo de campo implica la captura y el análisis de ejemplares de salmón chinook, así como la evaluación de las poblaciones de especies nativas y la calidad del agua. La colaboración con instituciones como el CONICET, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y grupos de investigación de Puerto Madryn ha sido fundamental para el éxito de la investigación.

Los resultados de la investigación han revelado que la población de salmón chinook en la cuenca del Santa Cruz está en constante crecimiento y que la especie se ha adaptado a las condiciones ambientales de la Patagonia. También se ha demostrado que el salmón chinook está compitiendo con especies nativas y que su presencia está alterando la dinámica de nutrientes en los ríos.

Estrategias de Mitigación y Participación Comunitaria

Ante la complejidad del problema, la Fundación Anfibia ha adoptado un enfoque integral que combina la investigación científica con la participación comunitaria. Se han realizado talleres participativos en El Chaltén y Comandante Luis Piedra Buena, involucrando a pescadores, organizaciones locales y vecinos en la búsqueda de soluciones. El objetivo es generar conciencia sobre el problema y promover la adopción de prácticas de manejo sostenible.

La educación ambiental es una herramienta clave para sensibilizar a la población sobre los impactos de la invasión del salmón chinook y fomentar la responsabilidad individual y colectiva. Se han desarrollado materiales educativos y se han organizado charlas y talleres para informar a la comunidad sobre la importancia de proteger los ecosistemas patagónicos. La colaboración con los pescadores es fundamental para el éxito de cualquier estrategia de mitigación. Se están explorando opciones para regular la pesca deportiva del salmón chinook y promover la captura selectiva de ejemplares.

Además, se están investigando posibles métodos de control biológico, como la introducción de depredadores naturales del salmón chinook. Sin embargo, esta opción debe ser evaluada cuidadosamente para evitar generar nuevos problemas ambientales. La prevención de nuevas introducciones es también una prioridad. Se están fortaleciendo los controles sanitarios en las fronteras y se están promoviendo prácticas de bioseguridad para evitar la propagación de especies invasoras.

Más Allá del Chinook: El Trabajo de la Fundación Anfibia

La Fundación Anfibia no se limita a la investigación y mitigación de la invasión del salmón chinook. La organización también lleva adelante otros proyectos importantes para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible en El Chaltén. El programa "Contagiando Nativas" promueve el uso de plantas autóctonas en espacios urbanos, contribuyendo a la restauración de ecosistemas degradados y a la creación de paisajes más resilientes.

Se realizan talleres de rescate y forestación con plantas nativas, así como capacitaciones para promover el conocimiento y el uso sostenible de los recursos naturales. La fundación también cuida dos reservas naturales urbanas, espacios protegidos que sirven como refugio para la fauna y flora local y como laboratorios naturales para la investigación y la educación ambiental. La ranita de El Chaltén (Chaltenobatrachus grandisonae), una especie endémica y emblemática de la región, es objeto de especial atención por parte de la fundación.

Se están realizando estudios para comprender mejor la ecología y el comportamiento de esta pequeña rana, así como para evaluar su estado de conservación y desarrollar estrategias para protegerla. La ranita de El Chaltén, con su belleza discreta y su singularidad, representa la riqueza y fragilidad de los ecosistemas patagónicos. La fundación busca revalorizar esta especie y promover su conservación como un símbolo de la identidad local.

Fuente: https://elrompehielos.com.ar/un-visitante-no-tan-bienvenido