Marineros en Plaza de Mayo: Reclamo Salarial, DNU y Tensiones en el SOMU – Actualidad Pesca
La reciente movilización a Plaza de Mayo, protagonizada por marineros de la pesca y trabajadores fluviales, expone una profunda fractura interna en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y una crisis latente en el sector pesquero argentino. Lejos de ser una muestra unificada de fuerza laboral, la marcha evidenció divisiones entre facciones sindicales, tensiones con la Secretaría de Pesca y acusaciones cruzadas entre empresarios y trabajadores. Este artículo analiza en detalle los motivos de la protesta, las demandas específicas de los manifestantes, las acusaciones de parcialidad y las perspectivas sombrías para la próxima temporada de pesca.
- La Movilización Selectiva y el Peso de la Conducción Durdos
- Demandas Específicas: Suspensión de Derechos y Exenciones Fiscales
- El Malestar en Puerto Madryn y el Reclamo por Representación
- “Es la Marcha de los Ricos”: Las Críticas de Álvarez y la Respuesta del SOMU
- La Flota Paralizada y un Futuro Incierto
La Movilización Selectiva y el Peso de la Conducción Durdos
La cobertura mediática inicial de la movilización a Plaza de Mayo sugirió una protesta masiva y representativa de todos los marineros de la pesca. Sin embargo, una observación más cercana reveló una realidad diferente: la participación estuvo fuertemente sesgada hacia el sector que apoya la reelección de Raúl Durdos como titular del SOMU. Las banderas y estandartes con la leyenda “Durdos Conducción” dominaron el paisaje de la manifestación, dejando claro que la marcha tenía un componente político significativo. Esta selectividad generó críticas y descontento entre aquellos marineros que no se identifican con la actual conducción sindical, quienes acusaron a Durdos de utilizar la protesta como una herramienta de campaña.
El SOMU reiteró su consigna central de “no a la baja” y su oposición a la desregulación de la marina mercante, demandas que resuenan entre los trabajadores preocupados por la pérdida de derechos laborales y la precarización del empleo. La movilización también incluyó a trabajadores fluviales y de otros rubros afectados por el Decreto 340 del gobierno nacional, que impulsa una flexibilización de las regulaciones en el sector. La decisión de no trasladarse a la sede del Consejo Federal Pesquero, optando en cambio por presentar una nota con demandas específicas, sugiere una estrategia de presión más moderada, aunque firme en sus objetivos.
Demandas Específicas: Suspensión de Derechos y Exenciones Fiscales
La nota presentada al Consejo Federal Pesquero detalla tres demandas clave: la suspensión de los derechos de exportación, la suspensión de los derechos únicos de extracción y la eliminación del impuesto a las ganancias para los tripulantes. Estas solicitudes apuntan a aliviar la carga económica que enfrentan las empresas pesqueras y mejorar las condiciones salariales de los trabajadores. La suspensión de los derechos de exportación y extracción podría reducir los costos operativos de las flotas, permitiéndoles competir de manera más efectiva en el mercado internacional. La exención del impuesto a las ganancias para los tripulantes, por su parte, representaría un aumento significativo en el ingreso neto de los trabajadores.
Durdos, en su discurso ante los afiliados, reafirmó el compromiso del SOMU de no aceptar recortes salariales y prometió defender los derechos de los marineros. Su llamado a “continuar juntos por este camino de lucha” y su advertencia de que la organización no “firmará nada a la baja” buscan galvanizar el apoyo de los trabajadores y fortalecer su posición negociadora. La insistencia en la reelección de Durdos, visible en la indumentaria y los estandartes de los manifestantes, subraya la importancia de la dimensión política de la protesta.
El Malestar en Puerto Madryn y el Reclamo por Representación
La movilización no logró unificar a todos los marineros del país. Un grupo de trabajadores de Puerto Madryn, descontentos con el perfil político de la marcha, optó por no participar y aprovechar la oportunidad para expresar su malestar al secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro. Estos marineros acusaron a la conducción nacional del gremio de no estar presente en Puerto Madryn y de no escuchar las preocupaciones de los trabajadores de base. Su falta de representación y la percepción de que la marcha era una campaña a favor de Durdos los llevaron a distanciarse de la protesta.
El reclamo por una mayor presencia de la conducción sindical en Puerto Madryn refleja una demanda más amplia por una mayor transparencia y participación en la toma de decisiones. Los trabajadores de base se sienten marginados y exigen que sus voces sean escuchadas. La falta de diálogo y la percepción de que la conducción está más preocupada por sus propios intereses políticos que por los de los afiliados han generado un clima de desconfianza y resentimiento.
“Es la Marcha de los Ricos”: Las Críticas de Álvarez y la Respuesta del SOMU
La manifestación también generó controversia en el sector empresarial. Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa, calificó la protesta como “la marcha de los ricos”, argumentando que los marineros del SOMU tienen ingresos elevados y no representan a los trabajadores más vulnerables. Álvarez comparó la movilización con otras protestas protagonizadas por sectores de bajos ingresos que luchan por cubrir la canasta básica, sugiriendo que los marineros del SOMU no tienen justificación para reclamar.
Las declaraciones de Álvarez provocaron una fuerte reacción por parte del SOMU y de los trabajadores. Ulises Parra, un marinero que había desafiado públicamente a Álvarez a un debate, fue objeto de burlas y descalificaciones por parte del empresario. La confrontación entre Álvarez y Parra simboliza la tensión existente entre los empresarios y los trabajadores del sector pesquero. La acusación de que los marineros del SOMU son “ricos” es una estrategia para deslegitimar sus demandas y dividir a la clase trabajadora.
La Flota Paralizada y un Futuro Incierto
A pesar de la movilización y las demandas presentadas, la situación de la flota congeladora tangonera sigue siendo crítica. La estructura de costos operativos de las flotas se mantiene sin cambios y la falta de modificaciones en las variables económicas hace que la continuidad de la paralización de los barcos sea casi segura. La negativa del SOMU a negociar modificaciones al convenio colectivo de trabajo y su rechazo a cualquier reducción salarial complican aún más la situación.
El inicio del segundo semestre de 2025 se vislumbra sombrío para la temporada de pesca de congeladores tangoneros. La alternativa de no tener temporada este año se vuelve cada vez más probable, lo que tendría consecuencias devastadoras para los trabajadores y las empresas del sector. La falta de acuerdo entre las partes y la persistencia de las tensiones internas en el SOMU amenazan con prolongar la crisis y agravar la situación económica de la región.
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