Caso Juana Rivas: Última Hora, Apelo de los Hijos y la Lucha por Evitar el Viaje a Italia
El caso de Juana Rivas, una madre española que huyó con sus hijos a España para escapar de un presunto entorno de maltrato por parte del padre, Francesco Arcuri, ha capturado la atención pública durante años. La saga judicial, llena de giros inesperados y apelaciones desesperadas, culmina este viernes con la esperada, y temida, entrega del hijo menor a su padre en cumplimiento de una resolución judicial italiana. Este artículo profundiza en los detalles del caso, las denuncias de maltrato, las acciones desesperadas de la familia y el contexto legal que ha llevado a este punto crítico.
Antecedentes del Caso: Huida y Resolución Judicial Italiana
La historia comenzó en 2017 cuando Juana Rivas, residente en Maracena, Granada, decidió abandonar Italia con sus dos hijos, huyendo de lo que ella describe como un ambiente de control y maltrato por parte de Francesco Arcuri. Tras un mes en paradero desconocido, Rivas fue detenida y acusada de sustracción de menores. El caso rápidamente escaló a los tribunales, tanto en España como en Italia. La justicia italiana dictaminó que los niños debían ser devueltos a Italia, donde Arcuri tenía la custodia legal. Esta decisión, basada en las leyes italianas y los acuerdos internacionales sobre la devolución de menores, ha sido el centro de la controversia desde el principio.
Juana Rivas fue condenada inicialmente a una pena de prisión más alta, pero esta fue reducida por el Tribunal Supremo español al considerar que se trataba de un único delito de sustracción de menores, en lugar de dos. Posteriormente, un indulto gubernamental redujo aún más la pena, conmutando la inhabilitación para ejercer la patria potestad. A pesar de estas reducciones, la orden de devolución de los menores se mantuvo firme, generando una batalla legal y mediática que ha durado años. El hijo mayor, ya mayor de edad y residente en España, ha sido un firme defensor de su madre y su hermano menor, denunciando públicamente los presuntos abusos sufridos en Italia.
Las Denuncias de Maltrato: La Voz del Hijo Menor
El punto central de la controversia reside en las acusaciones de maltrato que tanto Juana Rivas como sus hijos han hecho contra Francesco Arcuri. El hijo menor, Daniel, de 11 años, ha expresado su temor a regresar a Italia a través de cartas manuscritas dirigidas a organizaciones internacionales como el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Save the Children. En estas misivas, Daniel describe un historial de abusos físicos y emocionales, incluyendo un incidente en el que, según afirma, fue tirado por las escaleras por su padre, sufriendo lesiones en las costillas que aún presenta.
Las cartas de Daniel son un testimonio desgarrador de su miedo y desesperación. El niño suplica ayuda para permanecer en España, donde se siente seguro y protegido. Sus palabras, escritas con la inocencia y la angustia de un niño, han resonado en la opinión pública y han intensificado la presión sobre las autoridades para reconsiderar la entrega. Durante un encuentro familiar en Granada, Daniel gritó pidiendo ayuda y expresando su temor a ser "matado" si regresaba a Italia. Este episodio, presenciado por psicólogos y su hermano mayor, ha sido citado como evidencia de su angustia y la necesidad de protegerlo.
La Reacción del Hijo Mayor: Un Testimonio de Años de Abuso
El hijo mayor de Juana Rivas, de 19 años, también ha alzado su voz en defensa de su hermano menor. En una carta reciente, el joven relata su propia experiencia de abuso durante los años que pasó bajo la custodia de su padre en Italia. Describe un período de "cinco años de abuso y de maltrato" que comenzó después de ser entregado a Arcuri junto con su hermano en 2017. El joven afirma que en ese momento no se le dio la oportunidad de expresar sus preocupaciones ni se le escuchó, y que fue simplemente "entregado" a su padre.
El hijo mayor también ha informado que su padre será juzgado en Italia en los próximos meses por presuntos malos tratos continuados. Esta información refuerza las acusaciones de maltrato y plantea serias dudas sobre la seguridad y el bienestar del hijo menor si es devuelto a Italia. El joven expresa su confianza en que la justicia italiana finalmente responsabilice a su padre por sus acciones, pero teme que su hermano menor sufra daños irreparables si es obligado a regresar antes de que se complete el proceso judicial.
El Papel de las Autoridades y la Perspectiva Legal
La decisión de proceder con la entrega del hijo menor a Francesco Arcuri se basa en la legislación italiana y los tratados internacionales que rigen la devolución de menores en casos de sustracción parental. Las autoridades españolas, aunque comprensivas con la situación de Juana Rivas y sus hijos, están obligadas a cumplir con las resoluciones judiciales italianas. Este principio de cooperación judicial internacional es fundamental para garantizar el cumplimiento de las leyes y proteger los derechos de los menores.
Sin embargo, la defensa de Juana Rivas argumenta que la entrega del niño pondría en peligro su seguridad y bienestar, dadas las denuncias de maltrato. Han solicitado a las autoridades que consideren la posibilidad de suspender la entrega y permitir que el hijo menor permanezca en España hasta que se complete el juicio contra Francesco Arcuri en Italia. También han apelado a las organizaciones internacionales para que intervengan en el caso y protejan los derechos del niño. La situación legal es compleja y está marcada por la tensión entre el cumplimiento de las leyes internacionales y la protección de los derechos fundamentales del menor.
El Último Día: Crisis de Ansiedad y Aplazamiento de la Entrega
El martes 22 de julio, el día previsto para la entrega del hijo menor, se vivió un momento de gran tensión en el punto de encuentro familiar en Granada. Juana Rivas sufrió una crisis de ansiedad al dejar a su hijo en el centro, lo que obligó a su traslado en ambulancia. Este incidente, que retrasó la entrega, puso de manifiesto el profundo sufrimiento emocional de la madre y su temor por el bienestar de su hijo. Francesco Arcuri, al ver que la entrega no se completaba, se marchó sin el menor.
La defensa de Juana Rivas ha denunciado la exigencia de un "grado de resistencia" a un niño de 11 años que ha denunciado amenazas de muerte por parte de su padre, calificándola como una situación inaceptable. La situación ha generado una ola de indignación y solidaridad con Juana Rivas y sus hijos, con numerosas figuras públicas y políticos expresando su apoyo y pidiendo una solución que proteja los derechos del menor. El aplazamiento de la entrega a este viernes ha dado un respiro a la familia, pero la incertidumbre y la angustia persisten.
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