Crisis en la Patagonia: Chile bloquea carne argentina por cambio sanitario y productores alertan perjuicios.
La Patagonia argentina se enfrenta a una crisis sanitaria y económica de gran magnitud. Una decisión del Servicio Nacional de Sanidad Agraria y Alimentos (SENASA) ha desencadenado el bloqueo de exportaciones de carne y reproductores a Chile, uno de sus principales mercados. Este conflicto pone en riesgo décadas de trabajo para alcanzar un estatus sanitario privilegiado, libre de fiebre aftosa sin vacunación, y amenaza con repercusiones en toda la cadena productiva de la región. La incertidumbre se cierne sobre el futuro de frigoríficos, cabañas y productores, quienes ven en peligro su sustento y la reputación de la carne patagónica en el mercado internacional.
- Antecedentes: El Estatus Sanitario Patagónico y la Resolución 460
- La Reacción de Chile: Cierre de Fronteras para Productos Patagónicos
- Impacto Económico en la Patagonia: Frigoríficos, Cabañas y Productores en Riesgo
- La Posible Repercusión a Nivel Internacional: Amenaza a la Certificación Global
- Acciones Legales y Búsqueda de Soluciones: El Amparo de Chubut y la Espera por una Audiencia
Antecedentes: El Estatus Sanitario Patagónico y la Resolución 460
Durante más de dos décadas, la Patagonia argentina ha trabajado arduamente para consolidar una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. Este logro, resultado de estrictos controles sanitarios y una gestión cuidadosa, permitió el acceso a mercados exigentes como el europeo y el chileno. La carne patagónica, reconocida por su calidad y seguridad, se convirtió en un producto de exportación clave para la región. La resolución 460 del SENASA, publicada recientemente, modificó las condiciones sanitarias de esta zona, generando alarma entre los productores. La medida, según denuncian, se tomó sin consultar a los actores del sector y sin evaluar adecuadamente sus consecuencias.
La modificación introducida por la resolución 460 implica un cambio en los requisitos para mantener el estatus sanitario. Si bien los detalles específicos son complejos, la preocupación central radica en que esta flexibilización podría poner en riesgo la certificación de libreza de aftosa, abriendo la puerta a posibles brotes y a la pérdida de mercados. Los productores argumentan que la resolución contradice las promesas iniciales del SENASA, que aseguraba que no habría impacto negativo en las exportaciones. La falta de transparencia en el proceso de toma de decisiones ha exacerbado la desconfianza y la indignación en el sector.
La Reacción de Chile: Cierre de Fronteras para Productos Patagónicos
La respuesta de Chile no se hizo esperar. Ante la modificación de las condiciones sanitarias argentinas, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) chileno prohibió el ingreso de carne procesada, ganado en pie y reproductores provenientes del sur argentino. Esta medida, calificada de “drástica” por los productores patagónicos, representa un golpe durísimo para la economía regional. Chile es un mercado fundamental para la carne ovina y bovina de la Patagonia, y el cierre de fronteras implica la pérdida de una fuente importante de ingresos y empleos.
El SAG chileno justificó su decisión argumentando la necesidad de proteger su propio patrimonio sanitario. La fiebre aftosa es una enfermedad altamente contagiosa que puede causar graves pérdidas económicas en la industria ganadera. Chile, que ha logrado mantener su estatus libre de aftosa, no está dispuesto a arriesgarse a una posible introducción del virus a través de productos argentinos. La prohibición chilena ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países, y se espera que las autoridades argentinas tomen medidas para revertir la situación.
Impacto Económico en la Patagonia: Frigoríficos, Cabañas y Productores en Riesgo
El impacto económico de la crisis se siente en toda la cadena productiva de la Patagonia. Cuatro frigoríficos de Santa Cruz, especializados en la exportación de cordero a Chile, se encuentran paralizados. En Chubut, la venta de carne ovina adulta a mercados asiáticos también se ha visto afectada. Las cabañas, que producen genética de primer nivel para la exportación, enfrentan la cancelación de pedidos y la incertidumbre sobre su futuro. Los productores, por su parte, temen la caída de los precios y la dificultad para colocar su ganado en el mercado.
La economía regional depende en gran medida de la actividad ganadera. La producción de forraje, la industria del cuero y otros sectores relacionados también se ven afectados por la crisis. La pérdida del estatus sanitario privilegiado podría tener consecuencias devastadoras para la Patagonia, obligando a los productores a volver a vacunar su ganado y a enfrentar mayores costos de producción. Además, existe el riesgo de que otros países sigan el ejemplo de Chile y cierren sus fronteras a los productos argentinos.
Osvaldo Luján, presidente de las Federaciones Rurales de Chubut, enfatiza que la Patagonia ha logrado construir un sistema productivo basado en la calidad y la seguridad de sus productos. La región ha invertido fuertemente en infraestructura, tecnología y capacitación para cumplir con los estándares internacionales. La resolución 460 del SENASA pone en peligro todo este esfuerzo, amenazando con revertir décadas de progreso.
La Posible Repercusión a Nivel Internacional: Amenaza a la Certificación Global
La preocupación no se limita a la pérdida del mercado chileno. Los productores patagónicos temen que la flexibilización de las condiciones sanitarias pueda poner en riesgo la certificación global de la región como zona libre de aftosa sin vacunación. Si otros países, como los de la Unión Europea, consideran que Argentina ya no cumple con los requisitos necesarios, podrían suspender las importaciones de carne y reproductores.
En septiembre, Chile realizará una auditoría para verificar si se cumplen las condiciones de la nueva normativa. El resultado de esta inspección será crucial para determinar si la Patagonia conserva o pierde su estatus sanitario actual. Los productores han solicitado una audiencia con la nueva presidenta del SENASA para exponer sus argumentos y buscar una solución al conflicto. Esperan que las autoridades nacionales escuchen sus preocupaciones y tomen medidas para proteger la industria ganadera de la región.
La posibilidad de una inspección europea también está sobre la mesa. Los productores advierten que si la Patagonia pierde su estatus sanitario, se verá obligada a volver a vacunar su ganado, lo que implicaría mayores costos y una pérdida de competitividad. Además, existe el riesgo de que un brote de aftosa se propague por la región, causando graves pérdidas económicas y sociales.
Acciones Legales y Búsqueda de Soluciones: El Amparo de Chubut y la Espera por una Audiencia
Ante la gravedad de la situación, el sector productivo ha recurrido a la Justicia. La provincia de Chubut presentó un amparo para revertir la resolución 460 del SENASA, argumentando que la medida es perjudicial para la economía regional y que se tomó sin consultar a los actores del sector. El amparo sigue vigente, y se espera una pronta resolución por parte de los tribunales.
Además de la acción legal, los productores han solicitado una audiencia con la nueva presidenta del SENASA para exponer sus fundamentos y trabajar juntos en la búsqueda de una solución. Esperan que las autoridades nacionales estén dispuestas a dialogar y a reconsiderar la resolución 460. La prioridad es proteger el estatus sanitario de la Patagonia y garantizar la continuidad de las exportaciones.
La situación es compleja y requiere de una respuesta urgente por parte de las autoridades. Los productores han advertido que si no se toman medidas para revertir la crisis, la Patagonia podría perder décadas de progreso y enfrentar un futuro incierto. La defensa del estatus sanitario de la región es una tarea fundamental para garantizar la sostenibilidad de la industria ganadera y el bienestar de las comunidades locales.
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