Presupuesto 2026: Milei equilibra gasto social y disciplina fiscal ¿Quién pagará la cuenta?
El reciente anuncio del presupuesto “benigno” por parte de Javier Milei ha desatado un debate crucial sobre la sostenibilidad fiscal y la distribución del gasto público en Argentina. Si bien se prometen mejoras en áreas sensibles como jubilaciones, salud, pensiones por discapacidad, educación y universidades, la pregunta central persiste: ¿quién pagará la cuenta? Este artículo analiza en profundidad las implicaciones del presupuesto, la estrategia de Milei para mantener la disciplina fiscal, y las posibles áreas de ajuste que podrían verse afectadas para financiar las mejoras anunciadas.
- El Dilema de la Disciplina Fiscal y el Gasto Social
- El Pronóstico de Crecimiento y la Recaudación Impositiva
- El Peso de las Mejoras Anunciadas en el Presupuesto
- La "Motosierra" Compensatoria: Áreas de Posible Ajuste
- La Relación con las Provincias: Un Factor Clave
- Un Mensaje Optimista en el Contexto Electoral
La piedra angular de la política económica de Milei es la disciplina fiscal absoluta. Su promesa de que “lo peor ya pasó” está intrínsecamente ligada a la contención del gasto público y la reducción del déficit. El presidente ha enfatizado el éxito inicial de su gestión en este sentido, destacando que, por primera vez en años, el gasto del gobierno central ha sido menor que el de las provincias. Este logro se ha complementado con un alivio de la presión tributaria sobre el sector privado, lo que sugiere una estrategia de estímulo económico basada en la inversión privada y la reducción del tamaño del Estado.
Sin embargo, este enfoque plantea un desafío significativo: cómo financiar las mejoras anunciadas en áreas sociales clave sin comprometer la disciplina fiscal. El presupuesto propuesto implica un aumento en las partidas destinadas a jubilaciones, salud, pensiones por discapacidad, educación y universidades. Si bien estos incrementos son bienvenidos por los sectores afectados, generan interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo y la necesidad de encontrar fuentes de financiamiento alternativas.
El Pronóstico de Crecimiento y la Recaudación Impositiva
Milei ha presentado un optimista pronóstico de crecimiento económico en torno al 7% para el próximo año, una cifra que contrasta con el pesimismo generalizado del mercado, que ha recalculado a la baja las proyecciones iniciales de crecimiento del PBI. A pesar de este optimismo, la recaudación impositiva de los últimos meses ha mostrado un deterioro progresivo, registrando incluso variaciones negativas en comparación con el año anterior. Esta situación complica aún más el panorama fiscal y plantea dudas sobre la capacidad del gobierno para financiar las mejoras anunciadas únicamente con el crecimiento económico.
El gobierno no ha establecido un objetivo específico de superávit primario, pero ha indicado que este debe ser lo suficientemente alto como para financiar el pago de intereses por la deuda. En un contexto de tasas de interés elevadas, esto implica que el superávit primario podría ser mayor al de este año, que se estima en un 2,2% del PBI. Alcanzar este objetivo requerirá un esfuerzo considerable en la contención del gasto público y la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos.
El Peso de las Mejoras Anunciadas en el Presupuesto
Las mejoras anunciadas por Milei tienen un impacto significativo en el presupuesto. Las jubilaciones representan, por lejos, el rubro con mayor incidencia en el gasto primario corriente, alcanzando el 39% en lo que va de este año. El incremento en la partida jubilatoria, incluso manteniendo el resto de los rubros sin cambios en términos reales, podría aumentar el presupuesto total en un 1,9% por encima de la inflación. Los demás rubros mencionados por Milei, en conjunto, representan aproximadamente el 5% del presupuesto total, lo que sumaría medio punto adicional en términos reales al gasto.
Este aumento en el gasto social, aunque necesario, exige una cuidadosa planificación y la identificación de áreas donde se puedan realizar ajustes para compensar el impacto fiscal. La estrategia del gobierno parece apuntar a una reasignación de recursos, priorizando las áreas sociales clave y reduciendo el gasto en otras áreas menos prioritarias.
La "Motosierra" Compensatoria: Áreas de Posible Ajuste
Para asegurar un robusto superávit primario, Milei probablemente implementará recortes en otras áreas de la administración pública. El gobierno ha identificado varios rubros como candidatos a la “motosierra”, entre ellos la asistencia social, los subsidios a los servicios públicos y la masa salarial de los empleados públicos. La asistencia social, que actualmente representa el 14% del gasto primario, podría ser objeto de una revisión para asegurar que los beneficios lleguen únicamente a los beneficiarios que realmente lo necesitan. El Fondo Monetario Internacional ha expresado su apoyo a esta idea, instando a “mejorar la eficiencia” de la asistencia social.
Los subsidios a los servicios públicos, aunque ya han sufrido un recorte del 26% en el rubro de la energía, todavía representan una porción sustancial del gasto público, con casi un 10% de participación. Una reducción adicional de estos subsidios podría generar ahorros significativos, pero también podría tener un impacto en los precios de los servicios y en el poder adquisitivo de la población. La masa salarial de los empleados públicos, que representa el 15% del gasto corriente, es otra variable de ajuste tradicional en momentos de restricción fiscal. El gobierno podría optar por subestimar la inflación real para limitar los aumentos salariales y reducir el gasto en personal.
La Relación con las Provincias: Un Factor Clave
A diferencia de los dos años anteriores, Milei parece dispuesto a mejorar la relación con las provincias. El envío de fondos en la víspera del discurso en cadena presidencial indica una posible negociación con los gobernadores, que podría implicar una mayor generosidad con la billetera fiscal. Esta estrategia podría ser crucial para obtener el apoyo político necesario para implementar las reformas económicas propuestas y asegurar la estabilidad fiscal a largo plazo.
La cooperación entre el gobierno nacional y las provincias es fundamental para abordar los desafíos económicos y sociales que enfrenta Argentina. Una relación constructiva podría facilitar la implementación de políticas coordinadas y la asignación eficiente de los recursos públicos.
Un Mensaje Optimista en el Contexto Electoral
El anuncio de Milei no ha presentado grandes sorpresas. Tras su derrota electoral en la provincia de Buenos Aires y con encuestas que muestran un malestar generalizado por el bajo nivel adquisitivo y la inestabilidad laboral, el presidente ha optado por un mensaje optimista. A seis semanas de las elecciones, no parece prudente mencionar la “motosierra” ni hacer alusiones a la “casta”, sino destacar el futuro venturoso que prometen los recursos naturales del país y la llegada de inversiones externas.
La apuesta de Milei es que, a la hora de votar, la población reconozca la existencia de un vínculo directo entre la inflación y el déficit fiscal financiado con emisión monetaria. Por eso, ha mantenido la argumentación central de su política económica, pero cuidándose de que la oposición no pueda acusarlo de “crueldad” ni de que el equilibrio fiscal se haya logrado a expensas del ingreso de los jubilados.
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