Cierre de áreas de pesca de langostino y nuevas prospecciones para proteger la merluza en Argentina.

La gestión pesquera argentina se encuentra en un punto crucial, equilibrando la necesidad de sostener una industria exportadora clave como el langostino con la imperiosa obligación de proteger especies vulnerables como la merluza hubbsi. Recientemente, la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca ha implementado medidas drásticas, incluyendo el cierre de áreas de pesca y la autorización de prospecciones controladas, en un esfuerzo por asegurar la sostenibilidad del ecosistema marino. Este artículo analiza en detalle estas acciones, sus motivaciones, el contexto en el que se desarrollan y las implicaciones para el futuro de la pesca en Argentina.

Cierre de Subáreas en la ZVPJM: Una Respuesta a la Relación Merluza/Langostino

La decisión de cerrar las Subáreas 12, 14 y 15 dentro de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM) es una clara indicación de la presión que enfrenta la población de merluza hubbsi. El umbral del 20% en la relación merluza/langostino (M/L), establecido por la Resolución CFP Nro. 7/2018, actúa como un mecanismo de alerta temprana. Superar este límite significa que la captura incidental de merluza juvenil es excesiva, poniendo en riesgo su capacidad de reproducción y, por ende, la sostenibilidad de la especie. La implementación de esta medida, efectiva desde el 17 de septiembre de 2025, demuestra un compromiso con la regulación activa y la priorización del equilibrio ecológico.

El cierre de estas subáreas reduce significativamente el área disponible para la pesca comercial de langostino, limitando las operaciones a las Subáreas 4, 7, 8 y 11. Esta restricción, aunque impactante para el sector pesquero, es una medida preventiva necesaria para evitar un daño irreversible a la población de merluza. La autoridad pesquera ha dejado claro que no descarta nuevas clausuras si la tendencia al ingreso sostenido de merluza juvenil persiste, lo que subraya la naturaleza dinámica y adaptable de la gestión pesquera actual.

Prospecciones en las Subáreas 5 y 10: Explorando Nuevas Oportunidades con Precaución

Paralelamente al cierre de áreas, la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera ha autorizado prospecciones en las Subáreas 5 y 10. Estas exploraciones, recomendadas por el INIDEP, buscan identificar concentraciones de langostino a través de marcas ecoicas, con el objetivo de evaluar la viabilidad biológica y operativa de la pesca comercial en estas zonas. El inicio de operaciones de pesca en la Subárea 5 está programado para el 19 de septiembre, mientras que la Subárea 10 comenzará el 22 de septiembre, siguiendo un esquema operativo similar.

El monitoreo exhaustivo de rendimientos, tallas y niveles de acompañamiento de merluza es fundamental durante estas prospecciones. Se aplicarán protocolos de control y conservación rigurosos para minimizar la captura incidental de merluza y garantizar que la pesca de langostino se realice de manera responsable. Estas acciones reflejan un enfoque científico y basado en datos para la toma de decisiones, buscando un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.

Antecedentes y Desafíos en la Prospección de la Subárea 5

La autorización de la prospección en la Subárea 5 no es un evento aislado. En junio, se había intentado una operación similar, pero fue suspendida debido a condiciones climáticas adversas y, crucialmente, a conflictos gremiales que resultaron en la falta de buques inscriptos. Esta experiencia previa destaca la importancia de la colaboración y el consenso entre los diferentes actores del sector pesquero para el éxito de las iniciativas de gestión. La nueva instancia busca completar la evaluación pendiente, aprendiendo de los desafíos enfrentados anteriormente.

La suspensión anterior subraya la complejidad de la gestión pesquera, donde factores ambientales, económicos y sociales se entrelazan. La falta de participación de los buques inscriptos, motivada por conflictos gremiales, demuestra que las medidas de conservación solo pueden ser efectivas si cuentan con el apoyo y la cooperación de la industria pesquera. La superación de estos obstáculos es esencial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la pesquería de langostino.

La ZVPJM: Un Ecosistema Estratégico en la Conservación y la Producción

La Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM) ocupa una posición central en la estrategia de gestión pesquera argentina. Esta zona no solo es crucial para la conservación de la merluza hubbsi, protegiendo a los individuos jóvenes y permitiendo su crecimiento hasta la madurez reproductiva, sino que también es fundamental para el desarrollo sostenible de la pesquería de langostino, uno de los principales productos de exportación del país. La ZVPJM representa un ejemplo de cómo la regulación activa y el seguimiento constante de las poblaciones marinas pueden contribuir a la preservación de los recursos naturales y al crecimiento económico.

La gestión dinámica y flexible de la ZVPJM, adaptándose a las condiciones ecológicas y productivas, es un modelo a seguir para otras pesquerías en Argentina y en el mundo. La capacidad de ajustar las medidas de regulación en función de los datos científicos y las observaciones en el terreno demuestra un compromiso con la sostenibilidad a largo plazo. La priorización del equilibrio ecológico por encima de intereses inmediatos y particulares es un principio fundamental que guía la política pesquera argentina.

El Rol del INIDEP en la Toma de Decisiones

El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) desempeña un papel crucial en la gestión pesquera argentina. Sus recomendaciones técnicas, basadas en investigaciones científicas rigurosas, son la base para la toma de decisiones por parte de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca. La autorización de las prospecciones en las Subáreas 5 y 10, por ejemplo, se fundamenta en las evaluaciones del INIDEP sobre la viabilidad biológica y operativa de la pesca comercial de langostino en estas zonas.

El INIDEP no solo proporciona datos científicos, sino que también monitorea de cerca las poblaciones marinas, evalúa el impacto de las actividades pesqueras y propone medidas de conservación. Su trabajo es esencial para garantizar que la pesca se realice de manera sostenible, protegiendo los recursos naturales para las generaciones futuras. La colaboración entre el INIDEP y la autoridad pesquera es un ejemplo de cómo la ciencia y la gestión pueden trabajar juntas para lograr objetivos comunes.

Implicaciones para la Industria Pesquera y el Comercio Exterior

Las medidas implementadas por la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca tienen implicaciones significativas para la industria pesquera argentina y su capacidad para competir en el mercado internacional. El cierre de las Subáreas 12, 14 y 15 reduce la oferta de langostino, lo que podría afectar los precios y la disponibilidad del producto en los mercados de exportación. Sin embargo, la sostenibilidad a largo plazo de la pesquería de langostino es fundamental para mantener la competitividad de Argentina en el comercio exterior.

La autorización de las prospecciones en las Subáreas 5 y 10 ofrece la posibilidad de descubrir nuevas áreas de pesca, lo que podría compensar la pérdida de acceso a las subáreas cerradas. Sin embargo, es importante que estas prospecciones se realicen de manera responsable, minimizando la captura incidental de merluza y protegiendo el ecosistema marino. La inversión en investigación y desarrollo, así como la adopción de tecnologías innovadoras, son clave para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la pesca de langostino.

Fuente: https://pescare.com.ar/cierre-subareas-langostino-y-prospeccion-sa5-sa10/