Langostino Argentino: Cuotas, Conflictos y el Futuro de la Pesca en Vigo
La reciente edición de Conxemar en Vigo, España, no fue solo una feria comercial para la industria pesquera argentina, sino un punto de inflexión en la discusión sobre el futuro del langostino argentino (Pleoticus muelleri). Más allá de las transacciones y la promoción del “Mar Argentino salvaje y natural”, la cita transatlántica sirvió como escenario para debates de alto nivel centrados en la potencial implementación de un sistema de cuotificación para esta pesquería crucial. Este artículo explora en profundidad las motivaciones, los desafíos y las implicaciones de esta posible transformación, analizando los intereses en juego y las perspectivas que se vislumbran para el sector.
- El Contexto Histórico: De Esfuerzo Pesquero a la Necesidad de Ordenamiento
- Cuotificación: Mecanismos Propuestos y Beneficios Potenciales
- El Debate en Conxemar: Perspectivas Divergentes y el Rol de los Actores Clave
- Más Allá del Langostino: La Posible Revisión de la Apertura de Aguas Nacionales
- El Entramado de Intereses Económicos y los Desafíos de la Asignación de Cuotas
El Contexto Histórico: De Esfuerzo Pesquero a la Necesidad de Ordenamiento
Históricamente, la pesquería del langostino argentino se ha gestionado bajo un esquema de esfuerzo pesquero. Este sistema, basado en la regulación de los días de pesca, el tamaño de las embarcaciones y las artes de pesca, ha demostrado ser cada vez más insuficiente para garantizar la sostenibilidad del recurso y la rentabilidad del sector. La falta de límites claros en la captura total ha generado una dinámica de “carrera olímpica” por el langostino, incentivando la sobrepesca, la pérdida de calidad del producto y la saturación del mercado en momentos críticos.
Esta dinámica ha provocado una volatilidad significativa en los precios internacionales, con fuertes fluctuaciones debido a la oferta puntual y cíclica. El reciente conflicto gremial que paralizó la flota tangonera congeladora durante meses, entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, evidenció la fragilidad de este modelo. La acumulación de langostino procesado en tierra, debido a la saturación de las cámaras de frío, fue un claro síntoma de la necesidad de una mejor planificación y regulación de la producción.
La búsqueda de soluciones se centra ahora en establecer límites que vayan más allá de las consideraciones puramente biológicas, incorporando factores económicos y comerciales. La propuesta de cuotificación, a través de la asignación de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), surge como una alternativa para ordenar el sector, regularizar permisos y brindar previsibilidad operativa y comercial.
Cuotificación: Mecanismos Propuestos y Beneficios Potenciales
La implementación de un sistema de CITC busca, en primer lugar, ordenar el sector, asignando cuotas individuales que permitan regularizar los permisos existentes y brindar mayor certidumbre a las empresas. Este mecanismo facilitaría la planificación de la producción, estableciendo volúmenes de captura predefinidos que se ajusten a las demandas del mercado, evitando así la saturación de la oferta y la consiguiente caída de los precios.
Además, se espera que la cuotificación contribuya a valorizar el recurso, replicando el modelo exitoso aplicado a la merluza en años recientes, que ha tenido un impacto biológico positivo. Al otorgar un valor intrínseco y sustentable a las empresas tenedoras de cuotas, se favorecería su valuación patrimonial y la sostenibilidad a largo plazo de la pesquería. Este aspecto es particularmente relevante en un contexto de cambios de capital internacional en algunas empresas del sector.
La cuotificación también permitiría una mejor gestión de la calidad del producto, al incentivar a las empresas a capturar el langostino de manera más selectiva y a procesarlo con mayor cuidado. Esto se traduciría en un producto de mayor valor agregado y una mayor competitividad en los mercados internacionales.
El Debate en Conxemar: Perspectivas Divergentes y el Rol de los Actores Clave
Conxemar se convirtió en el escenario ideal para contrastar diferentes visiones sobre la cuotificación. Empresarios de capital español, con una fuerte presencia en el sector langostinero argentino, coincidieron en que la solución a largo plazo no pasa por reducir capturas de forma coyuntural, sino por establecer una regulación estructural que garantice la planificación, la defensa de los precios y la rentabilidad sostenida. Esta perspectiva se basa en la experiencia de otros países con sistemas de cuotificación exitosos.
Sin embargo, la implementación de un sistema de CITC no está exenta de desafíos. La necesidad de consenso entre las cámaras empresarias, los gremios, los biólogos, la administración pesquera y el Estado Nacional es fundamental. Las recientes tensiones sindicales añaden complejidad a este proceso, ya que es necesario garantizar que la cuotificación no afecte negativamente el empleo y las condiciones laborales de los trabajadores del sector.
La discusión también se enmarca en un cierre de temporada atípico, marcado por la recuperación de los precios en el mercado global debido a la menor oferta. Sin embargo, algunos empresarios advierten que esta recuperación es temporal y que es necesario establecer una regulación estructural para evitar futuras fluctuaciones y garantizar la estabilidad del sector.
Más Allá del Langostino: La Posible Revisión de la Apertura de Aguas Nacionales
En el marco de los debates en Conxemar, incluso se mencionó la posibilidad de revisar la apertura de aguas nacionales fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZVPJM) para 2026. Esta decisión, que requeriría un consenso más amplio dentro del sector productivo y laboral, podría implicar un cambio en el enfoque tradicional de la gestión pesquera, que históricamente se ha basado en criterios biológicos.
La discusión sobre la apertura de aguas nacionales refleja un desplazamiento del foco, desde las consideraciones biológicas hacia un enfoque más alineado con el equilibrio económico-financiero de las empresas. Este cambio de perspectiva plantea interrogantes sobre el futuro de la gestión pesquera argentina y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la conservación del recurso y el desarrollo económico.
La posible revisión de la apertura de aguas nacionales también podría tener implicaciones para la flota extranjera que opera en la ZVPJM, generando incertidumbre y tensiones diplomáticas. Es fundamental que cualquier decisión en este sentido se tome en consulta con todos los actores involucrados y se base en criterios técnicos y económicos sólidos.
El Entramado de Intereses Económicos y los Desafíos de la Asignación de Cuotas
La implementación de un régimen de CITC para el langostino se verá inevitablemente confrontada con los intereses divergentes de cada sector, segmento productivo y de las provincias con jurisdicción pesquera. La cuestión de la validez y reasignación de los permisos de pesca existentes es particularmente sensible, ya que afecta directamente a los derechos adquiridos de las empresas y los pescadores.
El dilema central radica en el principio rector para la asignación de cuotas: si se optará por convalidar la historia de descargas (otorgando primacía a los volúmenes capturados históricamente) o si se avanzará hacia la condición irrestricta de permisos de pesca, más equitativa o con nuevos criterios. La primera opción podría favorecer a las empresas que han tenido mayor capacidad de captura en el pasado, mientras que la segunda podría permitir una distribución más justa de los recursos entre todos los actores del sector.
Este punto de fricción se anticipa como un álgido tema de desencuentros y constituirá el nudo gordiano de las negociaciones que definirán la estructura futura de la pesquería. La transparencia, la participación de todos los actores involucrados y la búsqueda de soluciones equitativas son fundamentales para superar este desafío y garantizar el éxito de la cuotificación.
Fuente: https://pescare.com.ar/marco-regulatorio-del-langostino-argentino/
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