Maradona Eterno: Fabbri Recuerda al Diez, su Legado y Pasión por el Fútbol Argentino
En una jornada marcada por la memoria colectiva, Alejandro Fabbri conversó con Radio LU12 AM680 desde Buenos Aires y ofreció una clase de historia y sensibilidad futbolera sobre Diego Armando Maradona, en el día en que el astro habría cumplido 65 años. “Siempre se lo recordó con cariño, con admiración, con respeto”, sostuvo, antes de despejar cualquier intento de podio definitivo: “Las comparaciones no tienen sentido; Diego está allá arriba, muy alto. Es muy difícil pensar que alguien lo pueda alcanzar”.
Contexto y Comparaciones
Fabbri —referencia de TyC Sports, autor de libros como El nacimiento de una pasión y especialista en la historia del fútbol argentino— aportó contexto para las nuevas generaciones que crecieron con Messi como faro. “A nosotros, los que lo vimos en el fútbol argentino, nos quedó un recuerdo todavía más especial”, dijo, y aclaró el contrapunto intergeneracional: “Es Maradona y Messi; son de épocas distintas. Adentro de la cancha, hasta hubieran podido jugar juntos”.
Recuerdos Patagónicos y Primeros Pasos
El diálogo con LU12 también activó la memoria patagónica. El conductor recordó aquella tarde en Río Gallegos cuando Argentinos Juniors visitó la ciudad y Maradona jugó “en la tierra” de la vieja cancha de Ferrocarril YCF. Fabbri ubicó enseguida la línea temporal: “Si fue con Argentinos a Río Gallegos, tuvo que ser antes de 1981; Diego se fue a Boca a fines de 1980, después vinieron Barcelona y Napoli”.
En esa cronología, el periodista reconstruyó además el primer impacto masivo del pibe de Villa Fiorito: su debut en Primera con Argentinos Juniors frente a Talleres de Córdoba, el 20 de octubre de 1976, con apenas 15 años.
El Cruce con Gatti y los Cuatro Goles
Entre las postales que sobreviven como mito, Fabbri repasó el célebre cruce con Hugo “Loco” Gatti. “Le voy a hacer cuatro goles”, había retrucado Diego en la semana, cuando el arquero lo chicaneó por su físico. Y cumplió: el 9 de noviembre de 1980, Argentinos venció 5–3 a Boca y Maradona firmó cuatro tantos, dos de tiro libre. “Después —recordó Fabbri— fueron compañeros en Boca 81”.
Barcelona, Nápoles y el Costado Humano
Fabbri trazó, además, un mapa de época: el pasaje por Barcelona truncado por la brutal patada de Andoni Goikoetxea —“el momento del físico”, dijo—, el salto a Nápoles y la revolución social que implicó que un club del sur le arrebatara el Scudetto a los gigantes del norte. “Diego se hizo querer en toda Italia, pero en Napoli se sintió como en su casa”, subrayó, aludiendo a esa identificación que, aún hoy, cruza fronteras.
La charla dejó espacio para el costado humano. Fabbri lamentó “las desgracias de los grandes ídolos, mal rodeados, mal asesorados”, y valoró el coraje del capitán en Italia 90, cuando “con 26 infiltraciones en el tobillo” golpeaba las puertas de las habitaciones para levantar a sus compañeros.
No hubo épica sin dolor, ni gloria sin precio: el periodista recordó que Maradona cargó el peso de un país en la espalda y, aun así, “aguantó mucho”.
Un Legado Eterno
La charla se sostuvo en ese equilibrio que Alejandro suele cultivar: precisión histórica, memoria afectiva y contexto. Años antes de que el mundo lo consagrara en México 86, Diego ya había deslumbrado en canchas argentinas, desde La Paternal hasta el interior profundo. Su debut en el 76 y la tarde de los cuatro goles son marcas que, como señaló el propio Fabbri, explican por qué tantas y tantos “guardamos un recuerdo especial” del Diez.
En el cumpleaños de Diego, la radio volvió a ser ese territorio donde el fútbol se narra con datos y con corazón. Y donde una certeza se impuso, sin discusión: Maradona no compitió contra nadie; Maradona nos enseñó a creer.
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