Desmontando 10 mitos sobre el cáncer
El cáncer es una enfermedad que genera miedo y desesperanza debido a la falta de conocimiento y a los diagnósticos sombríos. Sin embargo, es importante desterrar las mentiras y comprender que hay muchas cosas que podemos hacer para reducir las probabilidades de contraer esta enfermedad.
A lo largo de la historia, se han encontrado tumores en restos humanos y en huesos fosilizados de dinosaurios, lo que demuestra que el cáncer ha existido desde hace mucho tiempo. Además, el nombre de cáncer fue acuñado por Hipócrates, quien lo asoció con la forma en que los tumores abiertos se asemejan a un cangrejo.
En el pasado, los fallecimientos por cáncer eran menos frecuentes debido a la menor esperanza de vida y a la falta de factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad, la contaminación y la exposición excesiva al sol. Estos factores han aumentado en los últimos cien años, lo que ha contribuido al aumento de los casos de cáncer.
Es importante destacar que la cirugía es el tratamiento con mayor probabilidad de éxito cuando se puede extirpar el tumor por completo. Los cirujanos se esfuerzan por evitar que el cáncer se reproduzca, extirpando un margen de tejido sano alrededor del tumor y extrayendo los ganglios afectados.
Es un mito creer que se puede contagiar el cáncer a través del contacto físico con una persona enferma. Incluso si la persona está recibiendo quimioterapia o radioterapia, no hay riesgo de contagio. Además, portar ciertos virus o bacterias no implica necesariamente desarrollar cáncer, aunque aumente el riesgo en algunos casos.
Otro mito común es creer que el uso de sujetadores con aros puede causar cáncer de mama. Esto no tiene ninguna base científica, y los especialistas atribuyen esta creencia a la casualidad de que algunas mujeres detecten algún bulto o síntoma de dolor persistente después de un golpe en el pecho.
En cuanto a la alimentación, es falso que los edulcorantes sean cancerígenos. Los aditivos alimentarios pasan por rigurosos controles y se autorizan con un margen de seguridad muy restrictivo. Además, tomar mucho azúcar no aumenta el ritmo de reproducción de las células malignas en la mayoría de los casos.
En resumen, es importante desmitificar las creencias erróneas sobre el cáncer y comprender que hay muchas acciones que podemos tomar para reducir las probabilidades de contraer esta enfermedad. La información y el conocimiento son nuestras mejores armas para enfrentar el cáncer y tomar decisiones informadas sobre nuestra salud.
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