Perro de Asistencia Rechazado: Discriminación a Persona con Autismo en Supermercado Francés.
La historia de Louanic, una joven francesa con autismo, ha encendido el debate sobre la accesibilidad y la comprensión de las necesidades de las personas con discapacidad invisible. Su experiencia, viralizada a través de TikTok, revela una realidad preocupante: la discriminación y la falta de conocimiento sobre los perros de asistencia, no solo aquellos destinados a personas con ceguera, sino también a quienes, como Louanic, los necesitan para gestionar condiciones como el autismo. Este artículo explora en profundidad el caso de Louanic, la legislación vigente sobre perros de asistencia, los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad invisible y la importancia de una mayor sensibilización social.
Louanic, consciente de la posible reacción negativa, solía informar a los guardias de seguridad de los supermercados sobre su condición y la necesidad de su perro de asistencia. Anticipándose a la situación, grabó con su teléfono móvil el momento en que intentaba acceder al supermercado. La respuesta del personal de seguridad fue tajante: "Los perros no entran". Louanic intentó explicar que su perro no era un perro guía convencional, sino un perro de asistencia vital para su bienestar, presentando la tarjeta acreditativa requerida por ley. Sin embargo, la negativa persistió, basándose en el argumento de que ella "no era ciega".
La viralización del vídeo en TikTok desató una ola de indignación y apoyo. Miles de personas expresaron su solidaridad con Louanic y denunciaron la discriminación que sufrió. El incidente puso de manifiesto la ignorancia generalizada sobre la función de los perros de asistencia y la necesidad de una mayor educación sobre las diferentes formas de discapacidad. La historia de Louanic no es un caso aislado; muchas personas con discapacidad invisible se enfrentan a situaciones similares a diario, luchando por el reconocimiento de sus necesidades y el acceso a los mismos derechos que los demás.
La actitud del personal de seguridad, que solo permitió la entrada a Louanic y a su perro después de que ésta comenzara a grabar, sugiere una preocupación por la imagen de la empresa más que por el respeto a los derechos de las personas con discapacidad. El hecho de que el perro llevara un cartel identificativo como "perro de asistencia" no fue suficiente para garantizar su acceso, lo que evidencia la falta de formación del personal en materia de accesibilidad y discapacidad.
Perros de Asistencia: Más Allá de la Ceguera
Tradicionalmente, los perros de asistencia se asocian con personas con discapacidad visual, desempeñando la función de guías. Sin embargo, su utilidad se extiende a una amplia gama de condiciones, incluyendo el autismo, la epilepsia, la diabetes, la movilidad reducida y trastornos de ansiedad. Los perros de asistencia para personas con autismo, como el de Louanic, ofrecen un apoyo emocional y físico invaluable. Pueden ayudar a reducir el estrés, prevenir crisis, interrumpir comportamientos autolesivos y proporcionar una sensación de seguridad y calma.
Estos perros son entrenados para responder a las necesidades específicas de sus dueños, aprendiendo a detectar señales de alerta temprana de crisis o cambios en el estado emocional. Su presencia puede facilitar la interacción social, mejorar la comunicación y aumentar la independencia de las personas con autismo. A diferencia de los perros de terapia, que visitan hospitales o residencias para brindar consuelo, los perros de asistencia están integrados en la vida diaria de sus dueños y tienen acceso a lugares públicos.
La legislación en muchos países, incluyendo Francia, reconoce el derecho de las personas con discapacidad a ser acompañadas por sus perros de asistencia en lugares públicos, incluyendo tiendas, restaurantes, transporte público y edificios gubernamentales. Sin embargo, la aplicación de estas leyes a menudo es deficiente, y las personas con discapacidad invisible se enfrentan a obstáculos y discriminación al intentar ejercer sus derechos.
Legislación y Derechos: El Marco Legal en Francia
En Francia, el Código de Salud Pública establece que las personas con discapacidad tienen derecho a ser acompañadas por un perro guía o de asistencia en todos los lugares públicos y en los medios de transporte. La ley exige que los perros de asistencia estén debidamente identificados, ya sea mediante un chaleco, un arnés o una tarjeta acreditativa. Los establecimientos que nieguen el acceso a un perro de asistencia pueden ser sancionados con multas y otras medidas legales.
La tarjeta de identificación de un perro de asistencia es emitida por organizaciones autorizadas y certifica que el perro ha sido entrenado para realizar tareas específicas para asistir a una persona con discapacidad. Esta tarjeta es obligatoria y debe ser presentada cuando se solicite. Sin embargo, la ley también reconoce que la discapacidad puede ser invisible, y que la necesidad de un perro de asistencia no siempre es evidente a simple vista. Por lo tanto, se espera que los establecimientos públicos actúen con sensibilidad y respeto hacia las personas con discapacidad, incluso si no pueden ver la discapacidad directamente.
A pesar de la existencia de esta legislación, la realidad es que muchas personas con discapacidad invisible se enfrentan a dificultades para hacer valer sus derechos. La falta de conocimiento y sensibilización por parte del personal de los establecimientos públicos, así como la persistencia de estereotipos y prejuicios, contribuyen a la discriminación y la exclusión. El caso de Louanic es un claro ejemplo de esta situación, y subraya la necesidad de una mayor aplicación de la ley y una mayor educación sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Discapacidad Invisible: Un Desafío de Comprensión
La discapacidad invisible se refiere a condiciones de salud que no son evidentes a simple vista, como el autismo, la fibromialgia, la esclerosis múltiple, la depresión y las enfermedades crónicas. Las personas con discapacidad invisible a menudo se enfrentan a la incredulidad y la falta de comprensión por parte de los demás, quienes pueden cuestionar la legitimidad de su discapacidad o minimizar sus necesidades. Esta falta de reconocimiento puede generar sentimientos de frustración, aislamiento y discriminación.
Uno de los principales desafíos que enfrentan las personas con discapacidad invisible es la necesidad de demostrar constantemente su discapacidad. A menudo se les exige que proporcionen pruebas médicas o que expliquen detalladamente su condición para justificar sus necesidades. Esta carga de la prueba puede ser agotadora y humillante, y puede impedir que accedan a los servicios y apoyos que necesitan. Además, la falta de comprensión por parte de los demás puede llevar a situaciones de discriminación en el ámbito laboral, educativo y social.
Es fundamental promover una mayor sensibilización sobre la discapacidad invisible y fomentar una cultura de inclusión y respeto. Esto implica educar a la población sobre las diferentes formas de discapacidad, desafiar los estereotipos y prejuicios, y garantizar que las personas con discapacidad invisible tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades que los demás. La historia de Louanic es un llamado a la acción para crear una sociedad más inclusiva y comprensiva, donde todas las personas sean valoradas y respetadas por lo que son.
La sensibilización y la educación son herramientas fundamentales para combatir la discriminación y promover la inclusión de las personas con discapacidad. Es necesario informar a la población sobre las diferentes formas de discapacidad, incluyendo la discapacidad invisible, y sobre las necesidades específicas de cada persona. Esto puede lograrse a través de campañas de concienciación, programas educativos en escuelas y universidades, y formación para profesionales que trabajan en el ámbito de la atención al público.
Es importante destacar que la discapacidad no es una deficiencia que deba ser "curada" o "superada", sino una parte natural de la diversidad humana. Las personas con discapacidad tienen derecho a vivir una vida plena y digna, y a participar activamente en la sociedad. Para ello, es necesario eliminar las barreras físicas, sociales y actitudinales que les impiden acceder a los mismos derechos y oportunidades que los demás. Esto implica adaptar los entornos físicos para que sean accesibles, promover la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y educativo, y fomentar una cultura de respeto y aceptación.
La historia de Louanic nos recuerda que la lucha por la inclusión y la igualdad de derechos es una tarea continua que requiere el compromiso de todos. Al sensibilizar a la población sobre la discapacidad invisible y al promover una mayor comprensión y respeto hacia las personas con discapacidad, podemos construir una sociedad más justa y equitativa para todos.




Artículos relacionados