Chubut: Conflicto en la Pesca Artesanal por Cupos, Tripulación y Controles Laxos
La pesca en Chubut, históricamente un pilar fundamental de su economía, se encuentra en un punto de inflexión. La reciente Ley de Pesca IX-157, aprobada en diciembre de 2022, ha desatado una tormenta de controversias, desde la legalización de permisos irregulares hasta conflictos laborales y acusaciones de sobrepesca. Este artículo profundiza en los detalles de esta ley, sus implicaciones para la flota artesanal, el impacto en los trabajadores marítimos y las serias dudas sobre el cumplimiento de las regulaciones pesqueras en la provincia.
- La Ley IX-157: Un Blanqueo de Permisos Irregulares
- Expansión de la Flota Artesanal y Aumento de la Capacidad de Carga
- La Potencia Efectiva Total (PET) y el Conflicto Laboral en Rawson
- Acusaciones de Sobrepesca y Falta de Control
- El Rol de las Empresas y la Desnaturalización de la Pesca Artesanal
- Implicaciones para el Ecosistema Marino y la Sostenibilidad
La Ley IX-157: Un Blanqueo de Permisos Irregulares
La aprobación de la Ley de Pesca IX-157 fue calificada por muchos como un “blanqueo” de permisos de pesca irregulares. La legalización de los permisos experimentables VACOPA, que operaban en una zona gris legal durante años, fue uno de los puntos más polémicos. Además, la creación de tres permisos de estatus de “flota amarilla” para empresas con plantas de procesamiento, y la facultad otorgada a la Secretaría de Pesca para ampliar las licencias originales, generaron fuertes críticas. El gobierno provincial justificó esta medida argumentando que los permisionarios pagarían por los permisos y que los fondos recaudados se destinarían a la construcción de cinco escuelas, aunque hasta el momento, solo se han realizado reparaciones menores en algunas instituciones.
La situación se complicó aún más cuando el gobierno actual, que previamente había catalogado estos permisos como “espurios”, anunció su legalización a cambio de un pago. Esta decisión, percibida como una concesión a intereses particulares, socavó la confianza en la administración y levantó sospechas sobre la transparencia del proceso. La aprobación de un sexto permiso VACOPA añadió leña al fuego, intensificando las acusaciones de favoritismo y falta de control.
Expansión de la Flota Artesanal y Aumento de la Capacidad de Carga
En la misma sesión legislativa, la denominada “flota artesanal” experimentó un crecimiento significativo en número de licencias y en su capacidad operativa. La eslora máxima permitida para estas embarcaciones se amplió de 9,90 metros a 10,50 metros, pero el cambio más drástico fue el aumento quintuplicado de su capacidad de carga, pasando de 100 a 550 cajones de pescado por marea. Esta modificación, que permite transportar hasta 10 toneladas de langostino por viaje, ha generado preocupación entre los defensores del medio ambiente y los pescadores que cumplen con las regulaciones.
La ley especifica un límite de captura de 550 cajones de langostino por permiso, pero la realidad en el puerto de Rawson parece ser otra. Denuncias recientes sugieren que muchos buques están regresando a puerto con cargas mucho mayores, superando ampliamente los límites establecidos. Esta situación plantea serias dudas sobre la efectividad de los controles de la Secretaría de Pesca y la posibilidad de una sobreexplotación de los recursos marinos.
La Potencia Efectiva Total (PET) y el Conflicto Laboral en Rawson
La Prefectura Naval Argentina implementó una nueva normativa relacionada con la Potencia Efectiva Total (PET) de las embarcaciones, exigiendo que los barcos artesanales de Rawson incorporen un maquinista en su dotación de personal, de acuerdo con la potencia de su motor. Esta medida, destinada a mejorar la seguridad marítima, ha desencadenado un conflicto laboral con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que ha decretado un paro de actividades en protesta por la reducción de un marinero para cubrir el puesto de maquinista.
Los delegados del SOMU argumentan que los buques denominados “artesanales” en realidad operan con motores de potencia industrial, lo que desnaturaliza la categoría de pesca artesanal en Rawson. Señalan que la mayoría de estos barcos pertenecen a empresas grandes y que la exigencia de un maquinista es una forma de precarizar las condiciones laborales de los marineros. La medida de la Prefectura Naval ha puesto en riesgo el empleo de numerosos trabajadores y ha generado incertidumbre en el puerto de Rawson, en plena temporada de pesca de langostino.
Acusaciones de Sobrepesca y Falta de Control
El SOMU ha denunciado públicamente que muchos buques artesanales están regresando a puerto con cargas de pesca que superan ampliamente los límites establecidos por la ley, llegando a ingresar con 600 o 700 cajones cuando el máximo permitido es de 550. Esta presunta violación de la normativa, sumada a la falta de controles efectivos por parte de la Secretaría de Pesca, ha generado preocupación sobre la sostenibilidad de los recursos marinos en Chubut.
La denuncia del SOMU sugiere que la expansión de la capacidad de carga de la flota artesanal, combinada con la falta de supervisión, está llevando a una sobreexplotación del langostino y otras especies. Esta situación podría tener consecuencias negativas a largo plazo para el ecosistema marino y para la economía de la provincia, que depende en gran medida de la pesca. La falta de transparencia en la gestión de los permisos y la aparente impunidad de los infractores alimentan la desconfianza en las autoridades y dificultan la implementación de políticas pesqueras sostenibles.
El Rol de las Empresas y la Desnaturalización de la Pesca Artesanal
La transformación de la flota artesanal en Rawson ha sido gradual pero significativa. Lo que antes era un sector dominado por pequeños pescadores con embarcaciones modestas, ahora está controlado por empresas más grandes que operan con buques de mayor tamaño y potencia. Esta desnaturalización de la pesca artesanal ha generado tensiones entre los pescadores tradicionales y las empresas, que buscan maximizar sus ganancias a costa de la sostenibilidad de los recursos.
La falta de regulación efectiva y la permisividad de las autoridades han permitido que las empresas se aprovechen de la situación, expandiendo su capacidad de pesca y evadiendo los controles. La exigencia de un maquinista en los buques artesanales, impuesta por la Prefectura Naval, es vista por muchos como una medida que beneficia a las empresas, al permitirles operar con buques más grandes y potentes, sin tener que cumplir con las regulaciones laborales y ambientales correspondientes.
Implicaciones para el Ecosistema Marino y la Sostenibilidad
El aumento de la capacidad de carga de la flota artesanal y la falta de controles efectivos plantean serias amenazas para el ecosistema marino de Chubut. La sobrepesca puede agotar las poblaciones de langostino y otras especies, alterando el equilibrio ecológico y afectando a otras especies marinas que dependen de ellas. Además, la pesca con artes de arrastre, utilizada por muchos buques artesanales, puede dañar el fondo marino y destruir hábitats importantes.
La sostenibilidad de la pesca en Chubut depende de la implementación de políticas pesqueras responsables que protejan los recursos marinos y promuevan la pesca sostenible. Esto implica establecer límites de captura realistas, fortalecer los controles de la Secretaría de Pesca, sancionar a los infractores y fomentar la participación de los pescadores en la gestión de los recursos. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar que las decisiones se tomen en beneficio del ecosistema marino y de las comunidades pesqueras.





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