Ricardo Lovera: El Médico que Salvó Vidas en Río Turbio y Rescata la Historia de la Salud Patagónica
El médico Ricardo Lovera vino a radicarse en la cuenca carbonífera hace 51 años con el mandato de impedir que los mineros del yacimiento sigan muriendo o quedando mutilados a causa de los accidentes en los socavones. Escribió un libro que se propone rescatar para la memoria colectiva la labor de médicos y enfermeros que fueron parte esencial del nacimiento y desarrollo de Río Turbio. El traumatólogo de 82 años, quien en 1975 salvó la vida de decenas de mineros injertándoles piel de cerdo, reflexiona acerca de las enseñanzas de la vida, valorando la familia, los amigos y el cumplimiento de su deber como médico.
Motivación para escribir el libro
El libro se llama Salud y Desarrollo en la Patagonia Austral. Lovera entendió que debía salvar el vacío histórico con respecto al área de la salud, ya que no había nada registrado. Era insólito que los libros de historia mencionaran al primer sacerdote, gendarme y policía al fundar el yacimiento, pero no a los médicos, enfermeros o parteras.
Esto lo impulsó a escribir un libro que combinara citas autobiográficas para dejar registrado cómo llegó a la zona, qué lo impulsó a venir y cómo conoció a las personas. Fue un solapamiento generacional, y nombró al libro Salud y desarrollo en la Patagonia Austral porque entiende que la acción de la salud es un puntal para las personas.
Los generalistas trabajaron muchísimo con muchas dificultades, ya que ninguno era especialista. Lovera fue el primer especialista en traumatología, pero contó con el apoyo de ellos.
Especialización y atención en la mina
Durante aquellos años, se especializó en Corea, China y Japón en lo que se llama "la hora dorada", que es la atención del accidentado en el tiempo en que se deben hacer maniobras para salvar la vida y los miembros.
Esto le permitió operar la columna rápidamente, para que los que ingresaban al hospital con parálisis de los miembros inferiores o los cuatro miembros, pudieran recuperarse en un margen de 15 días a tres semanas, empezando a mover sus miembros.
Nunca más se amputó a nadie ni hubo paralíticos como secuela de los accidentes en la mina.
Una propuesta de casamiento por radio
En 1974, poco después de llegar a Río Turbio, Lovera decidió casarse. Como no había teléfono, la comunicación con su esposa era únicamente a través de una radio, sin intimidad. Intercambiaban saludos y ella iba a la sede central de YCF para comunicarse con él.
En octubre de 1974, le propuso matrimonio por radio. Forma parte de los condimentos de la vida, y su esposa es de Hurlingham, hija de in
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