Reforma Laboral Apps: ¿Precarización o Independencia? Mercado Libre en la Mira.
La reciente reforma laboral que ha llegado al Senado argentino ha desatado un intenso debate sobre el futuro del trabajo en plataformas digitales y la mensajería urbana. Lo que comenzó como una iniciativa para regular el trabajo de los “repartidores independientes” ha evolucionado para abarcar los “servicios privados de movilidad y reparto”, generando preocupación en sindicatos y trabajadores que temen una mayor precarización y desregulación del sector. El foco central de la controversia reside en la posible afectación de los derechos laborales de aquellos que actualmente se encuentran en relación de dependencia, especialmente en el caso de la distribución de paquetes de Mercado Libre.
El Alcance de la Reforma y las Preocupaciones Sindicales
El sindicato de trabajadores de aplicaciones, liderado por Marcelo Pariente de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASiMM), ha expresado su fuerte oposición a la reforma, argumentando que busca legalizar la precarización existente en el trabajo de las apps de delivery y, simultáneamente, desregular la actividad de mensajería tradicional. Pariente sostiene que el proyecto está diseñado específicamente para beneficiar a Mercado Libre, al abordar tanto la situación de los trabajadores como la distribución de paquetería. La principal crítica radica en la definición de los trabajadores como “prestadores independientes”, lo que implica la renuncia a derechos laborales básicos como la estabilidad laboral, la protección contra el despido injustificado y el acceso a beneficios sociales.
La preocupación se centra en que la reforma podría permitir a las empresas de mensajería y plataformas digitales evadir sus responsabilidades laborales, clasificando a sus trabajadores como independientes para reducir costos y evitar el pago de cargas sociales. Esto, según los sindicatos, podría llevar a una disminución de los salarios, un aumento de la inseguridad laboral y una pérdida de derechos para los trabajadores del sector. La falta de regulación clara sobre las condiciones de trabajo en las plataformas digitales, como los algoritmos que asignan tareas y establecen precios, también es motivo de inquietud.
El Nuevo Régimen de Servicios Privados de Movilidad y Reparto
El proyecto oficial define el nuevo régimen como una herramienta para promover la economía de plataformas tecnológicas, garantizando la independencia de los prestadores de servicios de movilidad y reparto. Se establece que el “Prestador independiente de plataformas tecnológicas” es una persona humana que presta servicios de forma independiente, con libertad para conectarse a cualquier plataforma, ofrecer sus servicios y aceptar o rechazar solicitudes según su conveniencia. Esta flexibilidad, sin embargo, es vista por los sindicatos como una forma de eludir las obligaciones laborales de las empresas.
La reforma establece que los prestadores independientes deben estar inscriptos y cumplir con sus obligaciones tributarias y de seguridad social, lo que les dará acceso a la Prestación Básica Universal (PBU), retiro por invalidez o pensión por fallecimiento, y prestaciones del Sistema Nacional del Seguro de Salud. Sin embargo, los críticos argumentan que estas prestaciones son insuficientes para compensar la pérdida de derechos laborales tradicionales y que la carga de cumplir con las obligaciones tributarias y de seguridad social recae completamente sobre los trabajadores, quienes a menudo carecen de los recursos y el conocimiento necesarios para hacerlo correctamente.
Derechos del Prestador Independiente: ¿Suficientes?
La reforma otorga a los prestadores independientes una serie de derechos, como el derecho a rechazar pedidos, recibir el 100% del monto de las propinas, conectarse sin exigencias de periodicidad o frecuencia mínima y acceder a un seguro de accidentes personales proporcionado por las plataformas. Además, se establece el derecho a recibir una explicación en caso de bloqueo en la plataforma, solicitar la portabilidad de datos y acceder a capacitación relevante, incluyendo aspectos de seguridad vial. Sin embargo, los sindicatos argumentan que estos derechos son limitados y no garantizan condiciones de trabajo dignas.
La falta de regulación sobre los algoritmos que determinan la asignación de tareas y los precios es una de las principales preocupaciones. Los trabajadores temen que los algoritmos sean opacos y discriminatorios, y que no haya mecanismos para impugnar decisiones injustas. Además, la posibilidad de ser bloqueado de la plataforma sin una explicación clara y justificada genera incertidumbre y temor entre los trabajadores, quienes dependen de la plataforma para obtener ingresos.
Mensajería Urbana: La Definición y su Impacto
La reforma define la mensajería urbana como el retiro, traslado y entrega de bienes, productos u objetos desde su solicitud hasta el destino indicado por los usuarios, sin tratamiento o procesamiento, utilizando cualquier medio de transporte. Se establece que el “Repartidor independiente de plataformas” es la persona humana que presta este servicio a través de las plataformas tecnológicas. El contrato de prestación del servicio se establece entre el usuario consumidor y el repartidor independiente, con la plataforma actuando como intermediaria.
La definición de mensajería urbana es vista por los sindicatos como una forma de desregular la actividad y permitir que las empresas evadan sus responsabilidades laborales. Argumentan que la mensajería urbana es una actividad regulada que ya cuenta con trabajadores en relación de dependencia, y que la reforma busca precarizar la situación al identificar a los trabajadores como independientes y asignarles solo obligaciones sin beneficios. La falta de regulación sobre las condiciones de trabajo en la mensajería urbana, como los horarios, los salarios y la seguridad, es motivo de preocupación.
La Perspectiva de los Trabajadores y el Rechazo al Proyecto
Marcelo Pariente insiste en que la mensajería urbana es una actividad regulada con trabajadores en relación de dependencia, y que la reforma busca precarizarla utilizando las nuevas tecnologías como excusa. Argumenta que la plataforma digital se presenta como una herramienta que facilita el trabajo, pero en realidad se utiliza para regular una actividad, precarizándola y clasificando a los trabajadores como independientes sin brindarles ningún beneficio. Los trabajadores se encuentran en condiciones laborales precarias, con salarios bajos y sin lugar para discutir sobre los algoritmos que determinan sus ingresos.
La falta de respuesta por parte de las plataformas ante problemas o bloqueos es otra de las quejas de los trabajadores. Se sienten desamparados y sin mecanismos para defender sus derechos. La reforma, según los sindicatos, no aborda estos problemas y, por el contrario, los agrava al legitimar la precarización y la desregulación del sector. La oposición a la reforma se basa en la defensa de los derechos laborales y la búsqueda de condiciones de trabajo dignas para los trabajadores de las plataformas digitales y la mensajería urbana.



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