Ushuaia: Ampliación del Ejido Urbano Desata Debate Político y Ambiental
El proyecto para ampliar el ejido urbano de Ushuaia volvió al centro de la escena legislativa, después de haber estado casi un año sin avanzar. La iniciativa es del legislador justicialista Juan Carlos Pino —impulsada desde el Municipio— y reaparece en un contexto que sugiere un acuerdo político más que una planificación urbana. Pino viene hablando del tema hace tiempo, aunque el proyecto, presentado en 2024, nunca se debatió seriamente. Hoy, el tratamiento avanza rápidamente, lo que algunos interpretan como un entendimiento entre FORJA y el PJ o entre el PJ y el Movimiento Popular Fueguino.
La Propuesta de Ampliación
La propuesta busca extender el perímetro del municipio capitalino hacia el este, incorporando zonas desde cercanías de la Hostería Petrel hasta el río Lashifashaj, en su desembocadura próxima a Estancia Harberton. Esto implica una redefinición profunda del mapa de Ushuaia, con consecuencias territoriales, ambientales, administrativas y políticas que van más allá del momento actual.
El Argumento de Pino: Tierra, Ciudad y Emergencia Habitacional
Desde el bloque del PJ, Pino sostiene que la ampliación del ejido urbano es una discusión pendiente. La iniciativa se enmarca en el desarrollo productivo y, sobre todo, en la crisis habitacional que atraviesa la ciudad. Para el legislador, el problema es estructural: sin tierra no hay ciudad. Congelar el ejido actual, plantea, solo beneficia a la especulación inmobiliaria y profundiza la exclusión. “Hablar de ejido urbano es hablar de vivienda”, afirma.
Pino argumenta que Ushuaia crece desde hace décadas sin una política sostenida de acceso al suelo urbano, lo que ha derivado en asentamientos informales, barrios sin servicios y precios de la tierra desacoplados de los ingresos reales de la población. Ampliar el ejido no es un capricho cartográfico, sino una herramienta para que el Estado intervenga en el mercado de tierras.
El proyecto reconoce un crecimiento desordenado de la ciudad y que cualquier expansión debería estar acompañada de planificación, infraestructura y criterios ambientales claros. Sin embargo, esos criterios no están desarrollados en el articulado.
Algunos Números
El proyecto cita el crecimiento de la mancha urbana, que pasó de 12,48 km² en 2010 a 13,56 km² en 2016, un aumento de poco más de un kilómetro cuadrado en seis años. También menciona el crecimiento poblacional, que entre 2010 y 2022 fue del 41,1%, muy por encima de la media nacional.
La relación entre población, mancha urbana y nuevo ejido se plantea de forma argumentativa, no técnica. No hay equivalencias, proyecciones ni escenarios. Se propone ampliar Ushuaia sin indicar cuánta Ushuaia nueva se está creando.
Críticas al Proyecto
Las críticas no tardaron en aparecer. El legislador de FORJA Federico Sciurano adelantó su voto en contra de la ampliación del ejido urbano. Sciurano explicó que el proyecto incorpora alrededor de 13.000 hectáreas al ejido urbano, mientras que el ejido actual ronda las 2.300 hectáreas. En términos prácticos, se trataría de “seis Ushuaias más”.
Todo lo que hoy conocemos como Almanza pasaría a ser ejido urbano, y sus habitantes pasarían a depender del intendente y del Concejo Deliberante de Ushuaia. A los problemas actuales de la ciudad habría que sumar los de todo ese territorio nuevo, más la franja intermedia. Sciurano considera que construir ciudad no es solamente abrir



Artículos relacionados