Vitoria, Capital y Centro Mundial por Dos Meses Extraordinarios
En el corazón de Euskadi, la ciudad de Vitoria se convirtió en el centro del mundo durante dos extraordinarios meses en 1524. Este fue el escenario de eventos trascendentales que dejaron una huella indeleble en la historia de España y Europa.
Carlos V y el Emperador del Mundo
El 26 de febrero de 1524, Carlos V, rey de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, llegó a Vitoria. Era el gobernante más poderoso del mundo, con dominios que abarcaban Europa central y del norte, los reinos hispánicos, Italia y el Nuevo Mundo.
Durante su estancia de dos meses, Carlos V celebró su corte en Vitoria, donde recibió embajadores de toda Europa y negoció tratados cruciales.
La Recuperación de Fuenterrabía
La llegada de Carlos V a Vitoria coincidió con las pretensiones de los franceses de capturar Fuenterrabía, una fortaleza estratégicamente importante en el norte de España. El emperador envió tropas para reforzar la guarnición y, gracias a la diplomacia, los franceses abandonaron su asedio.
El 29 de abril, los navarros, que habían apoyado a los franceses, entregaron la fortaleza a Carlos V, poniendo fin a la amenaza sobre Fuenterrabía.
El Tratado de Vitoria
Mientras estaba en Vitoria, Carlos V recibió la noticia de que Juan Sebastián Elcano había completado la primera circunnavegación del mundo. El emperador firmó el Tratado de Vitoria el 29 de febrero, estableciendo la división del mundo entre España y Portugal.
Este tratado fue fundamental para definir las fronteras coloniales de las dos potencias europeas y tuvo un impacto duradero en la historia mundial.
El Halcón Maltés
En 1524, Carlos V recibió a tres caballeros de la Orden de San Juan, quienes le informaron que habían sido expulsados de Rodas por Solimán el Magnífico. El emperador prometió ayudarlos a recuperar su isla.
La historia del Halcón Maltés, un tesoro legendario que fue robado a los caballeros, se forjó en Vitoria en 1524. El emperador confió el halcón a un embajador, pero nunca llegó a su destino.
La estancia de Carlos V en Vitoria fue un momento trascendental en la historia de España y Europa. La ciudad se convirtió en el epicentro de la diplomacia, la política y la intriga, y su legado aún se puede ver hoy en día en el arte y la arquitectura de Vitoria.
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