Importaciones masivas de naranjas amenazan al sector español desde Egipto, Marruecos y Sudáfrica
Un clima de amenaza se cierne sobre los supermercados españoles, ya que tres países africanos están dispuestos a inundarlos con naranjas. El aumento de las importaciones en los últimos años, originarias de Egipto, Marruecos y Sudáfrica, ha preocupado a los agricultores españoles que temen por su futuro.
El avance egipcio
Egipto ha sido el pionero en la invasión de los supermercados europeos con sus naranjas. La Unión Europea ha registrado un aumento del 9.700% en las importaciones de naranjas egipcias durante la última década, lo que ha convertido a Egipto en un importante proveedor de cítricos para el continente.
Las empresas importadoras españolas han desempeñado un papel crucial en esta expansión, ansiosas por obtener naranjas baratas. Sin embargo, este enfoque ha tenido consecuencias para los productores españoles, que se enfrentan a precios más bajos y una competencia desleal.
El refuerzo marroquí
Marruecos ha seguido los pasos de Egipto, aumentando sus exportaciones de naranjas a España en un 356% en la última década. Esta afluencia ha contribuido al aumento general de las importaciones de cítricos y ha ejercido más presión sobre los productores españoles.
Los cítricos marroquíes han encontrado un mercado listo en España, donde los consumidores buscan opciones asequibles. Sin embargo, la preocupación por los estándares de calidad y producción inferiores ha llevado a peticiones de reciprocidad y revisión de los acuerdos comerciales.
La incursión sudafricana
Sudáfrica también ha entrado en el mercado español de naranjas, aumentando sus exportaciones en un 177% en la última década. Esta afluencia ha avivado la competencia y ha provocado una caída de los precios, perjudicando a los productores españoles.
Los agricultores españoles piden una revisión de los acuerdos comerciales con países como Egipto, Sudáfrica y Marruecos. Argumentan que la reciprocidad y la igualdad de condiciones son esenciales para garantizar una competencia leal y proteger la industria citrícola española.
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