Francos descarta crisis con España y niega disculpas por dichos de Milei
En un giro inesperado en el conflicto diplomático entre Argentina y España, el ministro del Interior, Guillermo Francos, ha adoptado una postura firme y desafiante, negándose a pedir disculpas por las controvertidas declaraciones del presidente Javier Milei.
La postura de Francos: sin disculpas ni crisis
Francos ha descartado categóricamente la idea de una crisis diplomática entre los dos países, atribuyendo la controversia a un desacuerdo personal entre Milei y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El ministro ha subrayado que no corresponde al gobierno argentino pedir disculpas por las declaraciones de Milei, ya que este actuó en su carácter personal y no en representación del país.
Orígenes del conflicto: acusaciones y provocaciones
El origen del conflicto se remonta a las acusaciones de Milei contra la esposa de Sánchez, a quien calificó de corrupta. Sánchez respondió con duras críticas a Milei, lo que provocó una escalada verbal entre los dos líderes.
Francos ha señalado que las agresiones no provinieron de Argentina, sino del propio gobierno español. Ha recordado que Sánchez dedicó un anuncio electoral a Sergio Massa, lo que sugiere una posible motivación política detrás de sus reacciones.
Consecuencias diplomáticas: llamado a consultas y retirada de embajadora
En respuesta a las declaraciones de Milei, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha anunciado un llamado a consultas al embajador argentino en Madrid. También ha anunciado la intención de retirar a la embajadora española de Argentina.
Francos ha cuestionado la necesidad de interrumpir las relaciones diplomáticas entre los dos países, argumentando que el conflicto se limita a las relaciones personales entre Milei y Sánchez.
Declaraciones de Milei: acusaciones sin menciones específicas
El ministro del Interior ha aclarado que, en sus declaraciones, Milei no mencionó específicamente a ningún miembro del gabinete español.
Francos ha defendido el derecho de Milei a expresar sus opiniones, incluso si estas pueden resultar provocativas o controvertidas.
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