Los Senor: Del almacén de ramos generales a la primera cosechadora de Latinoamérica
En el corazón del campo argentino, la familia Senor ha dejado una huella imborrable en la historia de la industria agroindustrial. Desde sus modestos comienzos como herreros en 1890, su aventura empresarial les llevó a crear la primera cosechadora de Sudamérica, un legado que se mantiene vivo hoy en día a través de su espíritu innovador y su pasión por el campo.
Los inicios: De almacén a taller de herrería
Los hermanos italianos Juan y Emilio Senor llegaron a San Vicente, Santa Fe, en busca de una nueva vida. Establecieron un almacén de ramos generales, donde ofrecían una amplia gama de productos y servicios. Sin embargo, su verdadera pasión residía en la herrería, donde afilaban rejas de arado, reparaban maquinaria agrícola y fabricaban sulkys.
A principios del siglo XX, patentaron su primera innovación: una cinta transportadora que facilitaba el transporte de la parva de trigo cosechado a las trilladoras estacionarias. Este ingenioso invento demostró la habilidad y el ingenio de la familia Senor.
El encuentro con la primera cosechadora
El destino de los Senor cambió para siempre cuando una familia de San Vicente adquirió una cosechadora de arrastre estadounidense. Incapaces de ponerla en funcionamiento, recurrieron a los hermanos Senor, conocidos por su destreza como herreros.
Fascinados por la máquina, Juan y Emilio se propusieron construir su propia cosechadora. Estudiaron su diseño y funcionamiento, y en 1920, nació la primera cosechadora Senor, marcando un hito en la historia de la cosecha mecanizada en Sudamérica.
El imperio de las cosechadoras Senor
"Los aventureros", como los llamó la cuarta generación de la familia, Rodolfo Senor, convirtieron su pequeña herrería en un imperio de cosechadoras. La fábrica Senor se expandió rápidamente, atendiendo a la creciente demanda de maquinaria agrícola en el país. Sus cosechadoras eran conocidas por su calidad, durabilidad y eficiencia, lo que las convirtió en las favoritas de los agricultores argentinos.
En la década de 1970, Senor se había convertido en el principal fabricante de cosechadoras de Latinoamérica. Sin embargo, la crisis económica de los años 90 asestó un duro golpe a la empresa. La inflación galopante dificultó la producción y el mantenimiento de la rentabilidad. En 1997, la fábrica de cosechadoras Senor cerró sus puertas, poniendo fin a una era en la historia de la industria agroindustrial argentina.
"El cierre de la fábrica fue un duro golpe, pero el espíritu Senor nunca murió. Seguimos innovando y encontrando nuevas formas de contribuir a la producción agroindustrial argentina". - Rodolfo Senor, cuarta generación de la familia Senor
La reinvención de la familia Senor
A pesar del cierre de la fábrica de cosechadoras, la familia Senor no abandonó su pasión por el campo. Gustavo y Rodolfo, miembros de la cuarta generación, se reinventaron y fundaron una nueva empresa dedicada a la fabricación de maquinaria para la producción ganadera.
La nueva empresa Senor fabrica equipos de alta calidad para el manejo de ganado, como corrales, mangas y balanzas. Si bien sus productos han cambiado, el espíritu aventurero y la pasión agroindustrial de la familia Senor permanecen intactos. Siguen innovando y desarrollando nuevos productos para satisfacer las necesidades cambiantes del sector agrícola.
El legado de la familia Senor
El apellido Senor es sinónimo de innovación, pasión y espíritu emprendedor en Argentina. Su historia es un testimonio del poder del ingenio, la perseverancia y la adaptación a los desafíos cambiantes. La familia Senor ha dejado un legado perdurable en la industria agroindustrial argentina, y su espíritu aventurero continúa inspirando a las generaciones futuras.
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