Dos ecologistas detenidos por manchar Stonehenge con pintura naranja para exigir el fin de los combustibles fós iles
Dos activistas ecológicos fueron detenidos por arrojar pintura naranja sobre el monumento megalítico de Stonehenge, patrimonio de la humanidad de la Unesco, para exigir al gobierno británico medidas urgentes contra el cambio climático. La acción generó reacciones encontradas entre políticos y expertos.
Daños al patrimonio histórico
El daño causado por la pintura naranja a las antiguas piedras de Stonehenge, que datan de entre 3100 y 1600 a. C., aún está siendo evaluado por expertos. El monumento, construido como un conjunto de círculos concéntricos, es un testimonio de la ingeniería y las creencias espirituales de sus constructores. La acción de los activistas ha sido condenada por el gobierno y líderes de la oposición, quienes la calificaron como un "vergonzoso acto de vandalismo".
Protestas por el cambio climático
Los activistas, identificados como Niamh Lynch y Rajan Naidu, son miembros de la organización ecologista Just Stop Oil. Afirman que la acción era necesaria para generar presión política y exigir al gobierno un compromiso firme para eliminar gradualmente los combustibles fósiles para 2030. La organización argumenta que la quema continua de petróleo, gas y carbón está poniendo en peligro el futuro de la humanidad y que es necesaria una acción urgente para evitar consecuencias catastróficas.
Reacciones políticas
El primer ministro Rishi Sunak criticó duramente la acción, calificándola de "vergonzosa" y "patética". El líder de la oposición, Keir Starmer, también condenó el daño a Stonehenge, afirmando que "los responsables deben enfrentarse a todo el peso de la ley". Sin embargo, la organización Just Stop Oil ha anunciado que continuará con sus protestas para generar presión política sobre los gobiernos de diversos países para tomar medidas contra el cambio climático.
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