La pepita de oro más grande: una venta que podría haber sido mejor
En 1858, los mineros británicos John Deason y Richard Oates se hicieron un hueco en la historia australiana al descubrir la pepita de oro más grande jamás registrada en Victoria. Este asombroso hallazgo, conocido como la pepita "Bienvenida al extraño", pesaba 72 kg y medía 61 cm de largo.
El descubrimiento de la pepita
Situada en la ladera de Bulldog Gully, la pepita fue descubierta cerca de la superficie. Su enorme tamaño requirió que la dividieran en pedazos más pequeños. Sin embargo, aún se puede contemplar una réplica de su forma original en el Museo de Bendigo. Además, existe un dibujo de la época que representa la reliquia.
Recreación y venta de la pepita
El descubrimiento de la pepita causó sensación en su época. Años más tarde, los descendientes de Deason y Oates se reunieron en el lugar del hallazgo para conmemorar su legado. Durante la celebración, se realizó una recreación del hallazgo y se capturó el momento en una fotografía. A pesar del valor sentimental de la pepita, sus descendientes decidieron venderla hace unos años por un precio mucho menor de lo que podría haberse obtenido si se vendiera en la actualidad.
El legado de la fiebre del oro
La zona donde se descubrió la pepita sigue siendo un símbolo de la fiebre del oro del siglo XIX. El área atrae a personas en busca de oro, ya que los afortunados mineros de antaño se hicieron ricos gracias a su incansable búsqueda de minerales preciosos.
Artículos relacionados