Carlos Garach: De promesa a realidad en la natación española
El nadador granadino Carlos Garach, considerado una gran promesa, se ha consolidado como una realidad en el panorama de la natación española. Tras la retirada de Mireia Belmonte, Garach es un referente en las disciplinas individuales y aspira a lo más alto en los Juegos Olímpicos de París.
La ascensión de un todoterreno
Garach, además de su participación en los 800 y 1.500 metros libres, también competirá en el relevo 4x200 metros y en los 10 kilómetros en aguas abiertas. El granadino, que debutará en unos Juegos Olímpicos, reconoce estar ilusionado y nervioso, pero confía en sus posibilidades.
A pesar de ser consciente de la dificultad de conseguir una medalla en París, Garach sueña con estar entre los ocho primeros y visualiza el triunfo en los Juegos de Los Ángeles 2028. "Tenemos un equipo potente y una cantera prometedora", afirma el nadador.
Trabajo físico y mental para la excelencia
Garach ha experimentado un importante cambio tanto físico como mental desde su victoria en el Mundial Junior hace dos años. Ha trabajado intensamente con su entrenador para mejorar su técnica y con una psicóloga para controlar la presión.
El trabajo psicológico le ha permitido transformar la presión en motivación. "Antes me agobiaba, pero ahora me motiva porque la gente confía en mí", reconoce Garach. Esta confianza le ha ayudado a prepararse para las diferentes distancias en las que competirá en París.
El reto de las aguas abiertas
La polémica rodea la calidad de las aguas del río Sena, sede de las pruebas de aguas abiertas. Desde 1923 estaba prohibido bañarse en él, pero para estos Juegos se ha habilitado. Las autoridades han invertido más de 1.400 millones de euros en su limpieza.
El estado del río empeora con las lluvias, pero Garach no está nervioso porque confía en las alternativas que se han previsto en caso de que no se pueda nadar en el Sena. "Tengo ganas de nadar en un lugar tan especial", afirma el nadador.
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