África se parte en dos: ¿El nacimiento de un sexto océano?
La superficie de África está experimentando un cambio tectónico masivo que podría dar lugar a la creación de un nuevo océano y la división del continente. El sistema de rift de África Oriental (EARS) se está abriendo lentamente, dividiendo partes del este de África y preparando el escenario para un futuro cambio geográfico.
El nacimiento de un nuevo océano
El EARS es una zona de debilidad geológica que se extiende desde Etiopía hasta Mozambique. Las fuerzas tectónicas están separando la placa africana en dos subplacas, la placa somalí y la placa nubia. A medida que estas placas se separan, se crea un vacío que eventualmente se llenará de agua, formando un nuevo océano.
Se espera que este proceso tome millones de años en completarse. Sin embargo, la actividad sísmica y la aparición de nuevas fisuras indican que el continente africano se está dividiendo gradualmente.
Evidencia del cambio tectónico
En 2005, surgió una nueva fisura de más de 50 kilómetros a lo largo del EARS. Desde entonces, esta fisura se ha estado ampliando. En 2018, otra nueva fisura apareció en el suroeste de Kenia, creando una grieta de varios kilómetros de longitud y 20 metros de profundidad.
Estos eventos sísmicos son evidencia de la constante separación de las placas africana, somalí y nubia. A medida que las placas se separan, se crean tensiones en la corteza terrestre, lo que lleva a la formación de fisuras y fallas.
Teorías científicas
Los científicos tienen varias teorías sobre el futuro del EARS y el impacto potencial en el continente africano. Una teoría sugiere que la separación continuará al ritmo actual, lo que eventualmente creará una cuenca oceánica similar al Mar Rojo.
Otra teoría propone que la ruptura podría eventualmente conducir a la formación de un océano mucho más grande, similar al Océano Atlántico. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar el resultado final de este cambio tectónico.
Implicaciones geopolíticas
La división de África podría tener implicaciones geopolíticas significativas. Somalia y partes de Etiopía, Kenia y Tanzania podrían formar un nuevo continente, lo que alteraría los límites y las relaciones entre los países de la región.
Además, la creación de un nuevo océano podría abrir nuevas rutas comerciales y afectar la distribución de los recursos naturales. El impacto a largo plazo de este cambio tectónico aún se desconoce, pero ciertamente reconfigurará el mapa geopolítico de África.
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