Actualización CAA: Nueva normativa para maíz y derivados asegura calidad e inocuidad.

El Código Alimentario Argentino (CAA), piedra angular de la regulación alimentaria en el país, ha sido actualizado recientemente con modificaciones significativas en la sección dedicada al maíz y sus derivados. Esta actualización, formalizada a través de la Resolución Conjunta N° 26/2025 de la Secretaría de Gestión Sanitaria y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, no es una mera revisión técnica; representa un paso crucial para garantizar la seguridad alimentaria, la calidad de los productos y la transparencia informativa para el consumidor. El maíz, un alimento básico en la dieta argentina y un componente esencial en numerosas industrias, requiere una normativa precisa y actualizada para reflejar las innovaciones en su producción y procesamiento, así como para abordar los nuevos desafíos en materia de inocuidad y etiquetado. Este artículo explorará en detalle los cambios introducidos, su impacto en los diferentes actores de la cadena alimentaria y las implicaciones para la salud pública.

Actualización de la Normativa: Artículos Sustituidos e Incorporados

La actualización del CAA se centra en la sustitución de los artículos 656, 694, 694 bis y 695, que previamente regulaban la caracterización del maíz y sus derivados. Estos artículos han sido reemplazados por una redacción más precisa y exhaustiva, adaptada a la diversidad de productos de maíz disponibles en el mercado actual. Además, se han incorporado los nuevos artículos 695 bis y tris, ampliando el alcance de la normativa para cubrir aspectos específicos que antes no estaban contemplados. Esta modificación no es arbitraria; responde a una necesidad imperante de alinear la legislación con las prácticas de producción y comercialización, asegurando que los estándares de calidad e inocuidad se mantengan al día con los avances tecnológicos y las demandas del mercado. La revisión de los artículos existentes y la adición de nuevos, buscan establecer criterios claros y objetivos para la evaluación de la calidad del maíz y sus derivados, desde la materia prima hasta el producto final.

La sustitución de los artículos clave implica una redefinición de los parámetros de calidad que deben cumplir los productos de maíz. Esto incluye aspectos como la composición química, los límites máximos de contaminantes, las características físicas y sensoriales, y los requisitos de etiquetado. La incorporación de los artículos 695 bis y tris introduce regulaciones específicas para productos de maíz que antes no estaban claramente definidos, como ciertos tipos de harinas de maíz, almidones modificados y productos de maíz procesados. Esta ampliación del marco normativo busca evitar ambigüedades y garantizar que todos los productos de maíz, independientemente de su forma o procesamiento, cumplan con los estándares de calidad e inocuidad establecidos por el CAA.

Protección de la Salud del Consumidor: El Eje Central de la Reforma

La motivación principal detrás de esta actualización del CAA es la protección de la salud de los consumidores. El maíz y sus derivados son ampliamente consumidos en Argentina, tanto en forma directa como ingredientes en una gran variedad de alimentos procesados. Por lo tanto, es fundamental garantizar que estos productos sean seguros para el consumo humano y que no representen un riesgo para la salud. La nueva normativa busca lograr este objetivo mediante la definición precisa de los productos de maíz, estableciendo criterios claros para su identificación y caracterización. Esto facilita el control de calidad por parte de las autoridades sanitarias y permite a los consumidores tomar decisiones informadas sobre los alimentos que consumen. La claridad en la definición de los productos también ayuda a prevenir fraudes y prácticas comerciales desleales, protegiendo así los intereses de los consumidores.

El etiquetado claro y preciso es otro componente clave de la protección de la salud del consumidor. La nueva normativa exige que los productos de maíz lleven etiquetas que informen de manera completa y comprensible sobre su composición, ingredientes, información nutricional y posibles alérgenos. Esto permite a los consumidores identificar fácilmente los productos que son adecuados para sus necesidades y preferencias, y evitar aquellos que puedan ser perjudiciales para su salud. La transparencia en el etiquetado también fomenta la confianza de los consumidores en los productos de maíz y promueve una alimentación más saludable y consciente. La actualización del CAA en este aspecto, se alinea con las tendencias internacionales en materia de etiquetado de alimentos, buscando brindar a los consumidores la información necesaria para tomar decisiones informadas.

Nuevos Alimentos y Comercialización: Adaptando la Normativa a la Realidad Actual

El mercado de alimentos en Argentina está en constante evolución, con la aparición de nuevos productos y tecnologías de procesamiento. La actualización del CAA responde a esta dinámica, adaptando la normativa a la realidad actual de la producción y comercialización de maíz y sus derivados. La introducción de nuevos alimentos a base de maíz, como productos orgánicos, alimentos fortificados y productos para dietas especiales, requiere una regulación específica que garantice su calidad e inocuidad. La nueva normativa establece criterios claros para la evaluación de estos productos, asegurando que cumplan con los estándares de calidad establecidos y que no representen un riesgo para la salud de los consumidores. La flexibilidad de la normativa permite adaptarse a las innovaciones en el sector alimentario, sin comprometer la seguridad y la calidad de los productos.

La comercialización de productos de maíz también ha evolucionado significativamente en los últimos años, con el auge del comercio electrónico y la venta directa al consumidor. La nueva normativa tiene en cuenta estas nuevas formas de comercialización, estableciendo requisitos específicos para el etiquetado y la información que debe proporcionarse a los consumidores en estos canales de venta. Esto garantiza que los consumidores tengan acceso a la misma información que recibirían en un punto de venta tradicional, independientemente de cómo adquieran el producto. La adaptación de la normativa a las nuevas formas de comercialización es fundamental para proteger los derechos de los consumidores y promover una competencia leal en el mercado.

Implicaciones para la Industria Alimentaria: Cumplimiento y Oportunidades

La actualización del CAA tiene implicaciones significativas para la industria alimentaria, especialmente para las empresas que producen y comercializan productos de maíz y sus derivados. Estas empresas deberán adaptar sus procesos de producción y etiquetado para cumplir con los nuevos requisitos establecidos en la normativa. Esto puede implicar inversiones en tecnología, capacitación del personal y revisión de los procedimientos de control de calidad. Sin embargo, el cumplimiento de la normativa también puede generar oportunidades para las empresas, como la mejora de la imagen de marca, el acceso a nuevos mercados y la diferenciación de sus productos. La adopción de estándares de calidad más altos puede aumentar la confianza de los consumidores y fortalecer la posición de las empresas en el mercado.

La industria alimentaria también puede aprovechar la actualización del CAA para innovar y desarrollar nuevos productos de maíz que cumplan con los requisitos de la normativa y satisfagan las demandas de los consumidores. La investigación y el desarrollo de nuevos productos pueden generar oportunidades de crecimiento y diversificación para las empresas. La colaboración entre la industria, las autoridades sanitarias y los centros de investigación es fundamental para impulsar la innovación y garantizar que los nuevos productos sean seguros y de alta calidad. La actualización del CAA, en este sentido, puede ser un catalizador para el desarrollo de una industria alimentaria más competitiva y sostenible.

Detalles Técnicos de los Cambios: Un Análisis Profundo

La sustitución de los artículos 656, 694, 694 bis y 695 implica una revisión exhaustiva de las definiciones y especificaciones técnicas de los productos de maíz. Por ejemplo, la definición de "harina de maíz" se ha precisado para distinguir entre diferentes tipos de harinas, como la harina de maíz pregelatinizada, la harina de maíz nixtamalizada y la harina de maíz integral. Cada tipo de harina tiene características específicas que deben cumplir para ser comercializada bajo esa denominación. Los límites máximos de contaminantes, como metales pesados y micotoxinas, también se han actualizado para reflejar los últimos avances científicos y las recomendaciones de organismos internacionales. Estos límites se establecen para proteger la salud de los consumidores y garantizar que los productos de maíz sean seguros para el consumo.

Los nuevos artículos 695 bis y tris introducen regulaciones específicas para productos de maíz que antes no estaban claramente definidos. El artículo 695 bis se refiere a los almidones modificados, que son utilizados en una amplia variedad de alimentos procesados como espesantes, estabilizantes y agentes de textura. La normativa establece requisitos específicos para la producción y el etiquetado de estos almidones, asegurando que sean seguros para el consumo y que no alteren las propiedades nutricionales de los alimentos. El artículo 695 tris se refiere a los productos de maíz procesados, como las tortillas de maíz, los totopos y las palomitas de maíz. La normativa establece requisitos específicos para la composición, el etiquetado y la información nutricional de estos productos, garantizando que los consumidores tengan acceso a información clara y precisa.

Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/una-nueva-actualizacion-al-codigo-alimentario-argentino