AEMET: Fin de la DANA y llegada del horno ibérico ¿Qué esperar del calor extremo?
El cambio de tendencia meteorológica en la Península Ibérica es drástico. Tras días de alertas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que trajo consigo lluvias intensas y un respiro temporal a las altas temperaturas, la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha desactivado los avisos relacionados con este fenómeno. Sin embargo, este alivio es efímero, ya que se avecina una nueva ola de calor, bautizada coloquialmente como el ‘horno ibérico’, que promete temperaturas extremas y un impacto significativo en la salud y el medio ambiente. Este artículo analizará en detalle la transición meteorológica, las causas del inminente aumento de temperaturas, las zonas más afectadas y las recomendaciones para afrontar este nuevo escenario climático.
La Desaparición de la DANA y el Inicio del Ascenso Térmico
La DANA, que durante los últimos días ha afectado a diversas regiones de España, especialmente al oeste peninsular, la meseta norte, la Cantábrica y los Pirineos, ha perdido fuerza. La AEMET ha señalado que la situación ha cambiado radicalmente con la extensión de las altas presiones, liberando a la Península Ibérica de la influencia de esta depresión. Este cambio en la dinámica atmosférica marca el inicio de un periodo de ascenso térmico que se intensificará progresivamente. El organismo meteorológico ha advertido que el aumento de las temperaturas será especialmente notable en las zonas costeras del suroeste, así como de forma localizada en el interior peninsular.
La transición de un patrón meteorológico a otro no es repentina. La DANA, aunque debilitándose, contribuyó a mantener unas temperaturas más moderadas y a aliviar la sequía en algunas zonas. Sin embargo, su retirada ha allanado el camino para la llegada de una masa de aire cálido procedente del norte de África, que se asentará sobre la Península Ibérica, dando lugar al ‘horno ibérico’. Este fenómeno se caracteriza por temperaturas extremadamente altas y persistentes, que pueden superar los 40 grados Celsius en amplias zonas del país.
El ‘Horno Ibérico’: Causas y Mecanismos
El término ‘horno ibérico’ se utiliza para describir situaciones de calor extremo y prolongado en la Península Ibérica. Este fenómeno se produce como resultado de una combinación de factores meteorológicos, entre los que destacan la presencia de una dorsal anticiclónica sobre la región, la llegada de masas de aire cálido y seco procedentes del norte de África y la ausencia de sistemas frontales que puedan aportar aire más fresco. La dorsal anticiclónica actúa como una barrera que impide la entrada de aire atlántico, favoreciendo la acumulación de calor sobre la Península Ibérica.
La influencia del cambio climático también juega un papel importante en la intensificación y frecuencia de estos episodios de calor extremo. El aumento de las temperaturas globales, provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero, está alterando los patrones climáticos y favoreciendo la aparición de fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor más intensas y prolongadas. Además, la desertificación y la pérdida de vegetación contribuyen a aumentar la temperatura del suelo y a reducir la humedad ambiental, exacerbando los efectos del calor.
La configuración orográfica de la Península Ibérica también influye en la formación del ‘horno ibérico’. La presencia de montañas y valles crea barreras que dificultan la circulación del aire y favorecen la acumulación de calor en determinadas zonas. Además, la proximidad del mar Mediterráneo y el océano Atlántico puede generar brisas marinas que mitiguen el calor en las zonas costeras, pero también pueden aumentar la humedad ambiental, haciendo que la sensación térmica sea aún más elevada.
Zonas Más Afectadas por la Ola de Calor
Aunque la ola de calor afectará a toda la Península Ibérica, algunas zonas serán especialmente vulnerables. El suroeste peninsular, incluyendo Andalucía, Extremadura y el sur de Portugal, es una de las regiones más propensas a alcanzar temperaturas extremas debido a su proximidad al norte de África y su exposición a las masas de aire cálido y seco. El interior peninsular, especialmente la meseta sur, también se verá afectado por temperaturas muy elevadas, que podrían superar los 42 grados Celsius.
Las zonas costeras del Mediterráneo, como la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia, también experimentarán un aumento significativo de las temperaturas, aunque la brisa marina podría proporcionar un cierto alivio. Sin embargo, la alta humedad ambiental en estas zonas puede hacer que la sensación térmica sea aún más elevada. El norte de España, incluyendo la Cantábrica y el País Vasco, también se verá afectado por el aumento de las temperaturas, aunque de forma menos intensa que el resto del país.
Es importante destacar que la intensidad y duración de la ola de calor pueden variar en función de la evolución de los sistemas meteorológicos. La AEMET está monitorizando la situación de forma constante y proporcionando información actualizada sobre las zonas más afectadas y las temperaturas previstas. Se recomienda a la población extremar las precauciones y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar los efectos negativos del calor.
Impacto en la Salud y el Medio Ambiente
El ‘horno ibérico’ tiene un impacto significativo en la salud humana. Las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor, deshidratación, agotamiento térmico y otros problemas de salud, especialmente en personas mayores, niños pequeños, personas con enfermedades crónicas y trabajadores al aire libre. Es fundamental mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, utilizar ropa ligera y transpirable y buscar lugares frescos y ventilados.
El impacto en el medio ambiente también es considerable. Las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de incendios forestales, especialmente en zonas con vegetación seca y abundante material combustible. Además, el calor extremo puede afectar a la agricultura, provocando pérdidas de cosechas y estrés hídrico en las plantas. La fauna también se ve afectada, ya que muchas especies no están adaptadas a soportar temperaturas tan elevadas.
El aumento de las temperaturas también puede tener consecuencias negativas para la calidad del aire. El calor favorece la formación de ozono troposférico, un contaminante atmosférico que puede irritar las vías respiratorias y agravar los problemas de salud. Además, las altas temperaturas pueden aumentar la evaporación de compuestos orgánicos volátiles, que también contribuyen a la contaminación del aire.
Recomendaciones para Afrontar la Ola de Calor
Ante la llegada del ‘horno ibérico’, es fundamental tomar medidas preventivas para proteger la salud y minimizar los riesgos. Se recomienda mantenerse informado sobre la evolución de la ola de calor a través de fuentes oficiales, como la AEMET y las autoridades sanitarias. Es importante evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas.
Se debe beber abundante agua, incluso si no se siente sed, para mantenerse hidratado. Se recomienda evitar el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación. Es importante utilizar ropa ligera y transpirable, así como protegerse del sol con sombreros, gafas de sol y crema solar. Se recomienda buscar lugares frescos y ventilados, como centros comerciales, bibliotecas o piscinas públicas.
Es fundamental prestar especial atención a las personas más vulnerables, como los ancianos, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas. Se recomienda vigilarlos de cerca y asegurarse de que se mantienen hidratados y protegidos del calor. En caso de experimentar síntomas de golpe de calor, como fiebre alta, confusión, mareos o pérdida de conciencia, se debe buscar atención médica de inmediato.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//tiempo/aemet-apaga-avisos-dana-enciende-horno-iberico-partir-dia.html
Artículos relacionados