Ajuste Fiscal en Argentina: Subsidios y Obra Pública en Foco para Alcanzar Superávit con el FMI

Argentina se encuentra inmersa en una profunda reestructuración económica, liderada por el gobierno actual, que ha implementado un severo ajuste fiscal con el objetivo de estabilizar las cuentas públicas y cumplir con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este ajuste, que se intensificó durante abril de 2025, se manifiesta en recortes drásticos en áreas clave como subsidios, obra pública y salarios del sector público. El presente artículo analiza en detalle las implicaciones de estas medidas, su impacto en diversos sectores de la economía y las perspectivas a futuro, basándose en datos provenientes de consultoras especializadas, el Ministerio de Economía y la Oficina de Presupuesto del Congreso.

El Contexto del Ajuste Fiscal: Un Giro Radical en la Política Económica

La administración actual ha adoptado una política económica de austeridad sin precedentes en las últimas décadas, buscando revertir la situación de déficit fiscal crónico que ha afectado a la economía argentina. Esta estrategia se basa en la premisa de que la reducción del gasto público es fundamental para controlar la inflación, estabilizar el tipo de cambio y recuperar la confianza de los inversores. El ajuste fiscal se ha implementado a través de una serie de medidas, incluyendo la eliminación gradual de subsidios, la reducción de la inversión pública y la contención del gasto corriente. La magnitud de estos recortes ha generado un debate intenso entre economistas y políticos, con argumentos a favor y en contra de su efectividad y sus consecuencias sociales.

El acuerdo con el FMI, que implica metas fiscales estrictas, ha sido un factor determinante en la implementación de estas medidas. El gobierno se ha comprometido a alcanzar un superávit primario, es decir, un excedente de ingresos sobre gastos, antes del pago de intereses de la deuda, como condición para recibir financiamiento del organismo internacional. El cumplimiento de estas metas es crucial para evitar una crisis de deuda y mantener la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, la consecución de un superávit fiscal significativo requiere de un ajuste fiscal considerable, que inevitablemente tiene un impacto en el nivel de actividad económica y en el bienestar de la población.

Impacto en Sectores Clave: Subsidios, Obra Pública y Salarios

Los datos revelan una caída drástica en los subsidios, que se redujeron un 70% interanual en abril de 2025. Esta disminución se debe principalmente a la quita progresiva de subsidios a las tarifas de energía, agua y transporte, que comenzó el año pasado y continuará a lo largo del año. La eliminación de los subsidios tiene como objetivo reducir el déficit fiscal y promover una mayor eficiencia en el uso de los recursos energéticos. Sin embargo, también implica un aumento en los costos para los consumidores, lo que puede afectar el poder adquisitivo de los hogares y la competitividad de las empresas.

La obra pública también ha sufrido una fuerte reducción, con una caída del 63% interanual. Esta disminución se debe a la suspensión de proyectos de infraestructura y a la falta de financiamiento para nuevas obras. La reducción de la inversión pública tiene un impacto negativo en el nivel de actividad económica, ya que genera menos empleo y reduce la demanda de bienes y servicios. Además, puede afectar la calidad de la infraestructura del país, lo que a su vez puede obstaculizar el crecimiento económico a largo plazo.

Los salarios del sector público también han descendido en términos reales, con una reducción del 12,8%. Esta disminución se debe a la combinación de la inflación y la falta de aumentos salariales. La caída de los salarios públicos afecta el poder adquisitivo de los trabajadores estatales y puede generar descontento social. Además, puede reducir la calidad de los servicios públicos, ya que los empleados estatales pueden estar menos motivados para realizar su trabajo.

Gasto Primario en Baja: Un Primer Retroceso en 2025

El gasto primario, que excluye el pago de intereses de la deuda, cayó un 5,6% en abril de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este es el primer retroceso real en lo que va del año, después de tres meses consecutivos de alzas interanuales: 21% en enero, 11% en febrero y 4% en marzo. Esta caída refleja el impacto de las medidas de ajuste fiscal implementadas por el gobierno. La reducción más fuerte se observó en los subsidios energéticos, que disminuyeron casi 70% interanual, como ya se mencionó. Este descenso responde a la política de quitar progresivamente los subsidios a las tarifas, una estrategia que continuará implementándose a lo largo del año.

El recorte no se limitó a los subsidios. También se observaron ajustes en programas sociales como Potenciar Trabajo, becas Progresar y políticas alimentarias, con una caída del 20,2%. El gasto en transporte público también se vio afectado, con una reducción del 23,9%, y el gasto de capital se retrajo un 25%. Estos recortes en programas sociales y en inversión pública pueden tener un impacto negativo en los sectores más vulnerables de la población y en el desarrollo económico del país.

Aumentos Selectivos en el Gasto Público: ¿Prioridades del Gobierno?

A pesar del ajuste generalizado, hubo algunos aumentos en partidas específicas. Las transferencias a universidades crecieron un 8,1%, las pensiones no contributivas un 7,5%, y las asignaciones familiares un 22%. El rubro jubilaciones y pensiones registró un alza del 23,3%, impulsado por la fórmula de movilidad. También se destacaron las transferencias a provincias, con una suba del 256%, aunque sobre una base muy baja. Estos aumentos selectivos sugieren que el gobierno está priorizando ciertas áreas del gasto público, como la educación, la seguridad social y el apoyo a las provincias.

El aumento en las transferencias a provincias puede estar relacionado con la necesidad de mantener el apoyo político de los gobernadores y de garantizar la estabilidad fiscal de las provincias. El aumento en las jubilaciones y pensiones se debe a la aplicación de la fórmula de movilidad, que ajusta los beneficios en función de la inflación y el crecimiento salarial. Estos aumentos, si bien son necesarios para proteger el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados, también contribuyen a aumentar el gasto público y pueden dificultar el cumplimiento de las metas fiscales.

El Acumulado del Primer Cuatrimestre: Profundización del Ajuste

Tomando el acumulado entre enero y abril, los recortes más significativos se concentraron en subsidios (-59,4%), obra pública (-52,5%) y salarios públicos (-10,4%). Estos datos confirman la profundización del ajuste fiscal en el primer cuatrimestre del año. El superávit primario acumulado en los primeros cuatro meses del año fue de 5,9 billones de pesos, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto) estimó un resultado similar: $5,8 billones, junto a un superávit financiero —descontando intereses de deuda— de 3,6 billones. Estas cifras demuestran que el gobierno está logrando cumplir con sus metas fiscales, al menos en el corto plazo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas cifras pueden diferir de las oficiales, ya que los informes privados se basan en el gasto devengado, mientras que el Ministerio de Economía utiliza el criterio de caja. El gasto devengado se registra cuando se genera la obligación de pago, mientras que el gasto de caja se registra cuando se realiza el pago efectivo. Esta diferencia metodológica puede generar discrepancias en las cifras de superávit fiscal.

La Meta Fiscal ante el FMI: Un Desafío Constante

El Gobierno buscará alcanzar un superávit primario de 6 billones de pesos entre abril y mayo, con el fin de cumplir la primera meta pactada con el Fondo Monetario Internacional. A lo largo del año, el objetivo oficial es lograr un ajuste fiscal mayor al inicialmente previsto: del 1,3% al 1,6% del PBI. El cumplimiento de estas metas es fundamental para mantener la relación con el FMI y evitar una crisis de deuda. El camino elegido para lograr este ajuste será por la vía del gasto, según fuentes del Poder Ejecutivo.

Si bien en 2024 el superávit fue apuntalado por ingresos extraordinarios como el impuesto PAIS y el blanqueo impositivo del paquete fiscal, para este año esos recursos no estarán disponibles. El Gobierno descarta nuevas fuentes excepcionales y apuesta a un recorte más profundo como estrategia para mantener el equilibrio. Esta estrategia implica un mayor esfuerzo de ajuste fiscal, que puede tener un impacto negativo en el nivel de actividad económica y en el bienestar de la población. La sostenibilidad de este ajuste a largo plazo dependerá de la capacidad del gobierno para generar confianza en los inversores y para implementar políticas que promuevan el crecimiento económico.

Fuente: https://derechadiario.com.ar/politica/gobierno-refuerza-motosierra-para-mantener-superavit-fiscal