Alerta Sarna Ovina en Chubut: Brote Masivo Amenaza Ganadería y Exige Nuevos Controles
La tranquilidad de los campos patagónicos se ha visto perturbada por un brote de sarna ovina de proporciones alarmantes en la provincia de Chubut. Lo que comenzó como focos aislados en el noroeste de la provincia, se ha extendido rápidamente, amenazando con afectar a cerca de 100.000 animales y poniendo en riesgo la economía de los productores locales. La situación se agrava por la creciente resistencia del parásito a los tratamientos convencionales, obligando a las autoridades sanitarias a declarar la alerta y a implementar medidas de control drásticas. Este artículo profundiza en las causas, consecuencias y desafíos que plantea este brote, analizando las estrategias que se están implementando para contener la enfermedad y proteger el patrimonio ganadero de la región.
- El Resurgimiento de una Enfermedad Olvidada: Contexto y Alerta Sanitaria
- La Resistencia Parasitaria: Un Desafío para el Control de la Sarna
- Impacto Productivo y Económico: Pérdidas en Lana y Kilos
- Medidas de Control y Prevención: La Obligatoriedad de la Denuncia
- El Comportamiento del Parásito: Agresividad y Falta de Estacionalidad
- La Preocupación del Sector: Un Problema Importante y Creciente
El Resurgimiento de una Enfermedad Olvidada: Contexto y Alerta Sanitaria
Durante años, Chubut se consideró una zona libre de sarna ovina, una enfermedad parasitaria altamente contagiosa que afecta a los ovinos, causando picazón intensa, pérdida de lana y, en casos graves, la muerte del animal. Sin embargo, en los últimos meses, se han detectado nuevos focos en áreas que antes estaban protegidas, lo que ha encendido las alarmas sanitarias. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) ha respondido declarando la alerta sanitaria a través de la Resolución 939/2025, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2026, abarcando los departamentos de Gastre, Telsen, Cushamen, Languiñeo, Paso de Indios, Mártires y Gaiman. Esta medida implica un refuerzo de las medidas de control, la obligatoriedad de denunciar la enfermedad y la implementación de protocolos sanitarios más estrictos.
La reaparición de la sarna ovina no es un fenómeno aislado. En otras regiones de Argentina, como Río Negro y el partido de Carmen de Patagones, se han detectado casos similares, lo que sugiere una propagación de la enfermedad a lo largo de la Patagonia. La Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia ha expresado su preocupación por la situación, destacando que la provincia estaba libre de sarna desde 2016, pero que la enfermedad ha comenzado a ingresar desde zonas vecinas.
La Resistencia Parasitaria: Un Desafío para el Control de la Sarna
Uno de los aspectos más preocupantes de este brote es la resistencia del parásito Psoroptes ovis a los tratamientos convencionales, en particular a las lactonas macrocíclicas, que tradicionalmente se utilizaban para combatir la sarna. Los focos detectados en zonas linderas a áreas afectadas no han respondido de manera satisfactoria a estos tratamientos inyectables, lo que ha impedido erradicar la enfermedad en la totalidad de los animales tratados. Esta resistencia parasitaria obliga a replantear las estrategias de control y a buscar alternativas más eficaces.
Según el responsable del SENASA en Comodoro Rivadavia, Germán Rezanowicz, el parásito actual es “absolutamente voraz” y las ivermectinas, que antes eran el “caballito de batalla”, ya no tienen la eficacia necesaria. Esta situación ha llevado a las autoridades sanitarias a recomendar el uso de un método que había quedado prácticamente en desuso: las balneaciones por inmersión, con dos baños utilizando un producto específico. Este método, aunque laborioso y costoso, es actualmente el único tratamiento efectivo para controlar la sarna ovina.
Impacto Productivo y Económico: Pérdidas en Lana y Kilos
La sarna ovina no solo afecta la salud y el bienestar de los animales, sino que también genera importantes pérdidas económicas para los productores. La enfermedad causa picazón intensa, lo que lleva a los ovinos a frotarse y rascarse constantemente, destruyendo el vellón y reduciendo la calidad de la lana. Además, la sarna provoca una disminución en el peso de los animales, ya que están permanentemente incómodos y pierden apetito. En algunos casos, la enfermedad puede incluso provocar la muerte del animal.
Rezanowicz destaca que la sarna genera “pérdidas en lana” y “pérdidas en kilos”, lo que afecta directamente la rentabilidad de la actividad ganadera. La magnitud del problema es considerable, ya que se estima que cerca de 100.000 animales están comprometidos en los focos detectados. La propagación de la enfermedad a otras zonas de la provincia, donde la concentración de ganado es alta, podría agravar aún más la situación.
Medidas de Control y Prevención: La Obligatoriedad de la Denuncia
Ante la gravedad de la situación, el SENASA ha establecido la obligatoriedad de denunciar la enfermedad para productores, veterinarios, transportistas y toda persona vinculada al sector, bajo apercibimiento de las sanciones previstas en la ley 27.233. Esta medida tiene como objetivo detectar y controlar los focos de sarna de manera temprana, evitando su propagación a otras zonas. La denuncia es el primer paso para implementar las medidas de control adecuadas y proteger el patrimonio ganadero.
Además de la obligatoriedad de la denuncia, se están reforzando las medidas de control sanitario, como la desinfección de instalaciones, el aislamiento de animales enfermos y la implementación de programas de vacunación. Se recomienda a los productores realizar controles periódicos de sus animales y consultar a un veterinario ante la sospecha de sarna. La prevención es fundamental para evitar la propagación de la enfermedad y proteger la salud de los ovinos.
El Comportamiento del Parásito: Agresividad y Falta de Estacionalidad
Otro aspecto preocupante de este brote es el comportamiento del parásito Psoroptes ovis, que se ha vuelto más agresivo y ha perdido su estacionalidad. Históricamente, la sarna ovina impactaba más durante el invierno, cuando la majada estaba junta en espacios reducidos. Sin embargo, el parásito actual hace daño todo el tiempo, independientemente de la época del año. Esto dificulta aún más el control de la enfermedad, ya que el riesgo de contagio es constante.
Rezanowicz advierte que un contagio de un día para otro ya puede mostrar efectos visibles en la majada, lo que demuestra la rapidez con la que se propaga la enfermedad. La agresividad del parásito y su falta de estacionalidad obligan a los productores a mantener una vigilancia constante y a implementar medidas de control preventivas durante todo el año.
La Preocupación del Sector: Un Problema Importante y Creciente
El vicepresidente de la Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia, Juan José Anglesio, ha reconocido que la sarna ovina es actualmente un “problema importante” que preocupa mucho al sector. Anglesio destaca que la zona sur de la provincia aún no ha sido afectada, pero que el riesgo de contagio es inminente. La situación es especialmente grave debido a que la enfermedad se propaga desde zonas vecinas, como Río Negro y el partido de Carmen de Patagones, con un tipo de sarna resistente a los inyectables.
La preocupación del sector es comprensible, ya que la sarna ovina puede tener un impacto devastador en la economía de los productores. La pérdida de lana y kilos, la disminución de la productividad y los costos asociados al control de la enfermedad pueden poner en riesgo la viabilidad de las explotaciones ganaderas. La colaboración entre el SENASA, las sociedades rurales y los productores es fundamental para enfrentar este desafío y proteger el patrimonio ganadero de la región.
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