Altri en Galicia: El Gobierno Veta los Fondos UE y Desata la Polémica Ambiental
La batalla por la sostenibilidad en Galicia ha alcanzado un punto crucial. El Gobierno español ha denegado a la empresa portuguesa Altri los fondos europeos solicitados para su ambicioso proyecto de una macrofactoría de celulosa en Palas de Rei (Lugo). Esta decisión, largamente esperada y celebrada por movimientos ecologistas y partidos de la oposición, pone en jaque el futuro de una inversión de mil millones de euros y reabre el debate sobre el modelo de desarrollo industrial en una región rica en recursos naturales pero sensible a los impactos ambientales. El rechazo a la financiación pública, sin embargo, no implica el fin del proyecto, que aún depende de la obtención de permisos ambientales y la consecución de acuerdos sobre el uso del agua. Este artículo analiza en profundidad los detalles de esta controversia, los argumentos a favor y en contra de la macrofactoría, y las implicaciones para el futuro de Galicia.
- El Rechazo del Gobierno: Un Triunfo para la Movilización Ciudadana
- El Proyecto Altri: Una Inversión Millonaria en Entredicho
- Las Preocupaciones Ambientales: Agua, Eucalipto y Ecosistemas en Riesgo
- El Apoyo de la Xunta de Galicia y la Oposición del BNG
- El Futuro Incierto de ‘Gama’: Permisos Pendientes y Acciones Judiciales
El Rechazo del Gobierno: Un Triunfo para la Movilización Ciudadana
La confirmación oficial del rechazo a la financiación por parte de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha sido recibida con júbilo por aquellos que se han opuesto al proyecto desde sus inicios. Díaz, en un mensaje contundente en redes sociales, reiteró su postura contraria a la instalación de Altri, una posición que ha defendido consistentemente desde su llegada al Gobierno. La decisión, aunque esperada tras las advertencias del ministro de Industria, Jordi Hereu, supone un golpe significativo para los planes de la empresa lusa, que contaba con estos 30 millones de euros del PERTE de descarbonización para complementar la inversión privada y la deuda. La portavoz de Sumar, Verónica Martínez Barbero, celebró la noticia como una victoria de la movilización ciudadana, destacando los riesgos ambientales que implicaba el proyecto para la región. El rechazo del Gobierno no es solo una cuestión económica, sino también un claro mensaje político sobre la importancia de priorizar la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente en las decisiones de inversión.
La negativa a la financiación pública se basa en una evaluación técnica desfavorable, que pone en duda la viabilidad ambiental del proyecto y su contribución real a la descarbonización. Los informes técnicos, a los que ha tenido acceso Eldiario.es, señalan las elevadas necesidades de agua y eucalipto de la macrofactoría, así como los posibles impactos negativos sobre los ecosistemas locales y la calidad del agua. Además, se cuestiona la eficiencia del tratamiento de aguas residuales propuesto por Altri y su capacidad para evitar la contaminación de la ría de Arousa. El Gobierno ha optado por no arriesgarse a financiar un proyecto que podría generar un fuerte rechazo social y dañar su imagen de defensor del medio ambiente. Esta decisión se enmarca en una estrategia más amplia de transición ecológica y apuesta por un modelo de desarrollo industrial más sostenible y respetuoso con el entorno.
El Proyecto Altri: Una Inversión Millonaria en Entredicho
La macrofactoría de Altri en Palas de Rei, promovida a través de la sociedad Greenfiber junto con la española Smarttia, representa una inversión total de alrededor de mil millones de euros. El plan original preveía la construcción de una planta de producción de celulosa disolvente a partir de eucalipto, con una capacidad anual de 250.000 toneladas. La empresa argumentaba que el proyecto generaría unos 650 empleos directos y miles de indirectos, impulsando la economía local y contribuyendo a la creación de riqueza en la región. Además, Altri se comprometía a utilizar tecnologías de vanguardia para minimizar el impacto ambiental de la planta y a promover la gestión sostenible de los bosques de eucalipto. Sin embargo, estas promesas no han logrado convencer a los críticos del proyecto, que denuncian los graves riesgos ambientales y sociales que implicaría su puesta en marcha.
La inversión se dividiría en tres fuentes principales: 250 millones de euros de capital privado, 500 millones de euros de deuda y los 30 millones de euros restantes procedentes de fondos europeos, que ahora han sido denegados. La falta de financiación pública complica significativamente la viabilidad del proyecto, obligando a Altri a buscar otras fuentes de financiación o a reducir el alcance de la inversión. La empresa aún no ha comunicado oficialmente cómo afrontará esta situación, pero se espera que explore todas las opciones posibles para mantener el proyecto en marcha. A pesar del revés, Altri sigue insistiendo en que la macrofactoría es una oportunidad única para impulsar el desarrollo económico de Galicia y para promover la producción de celulosa sostenible. La empresa argumenta que la planta utilizará madera procedente de bosques gestionados de forma responsable y que generará un valor añadido significativo para la región.
Las Preocupaciones Ambientales: Agua, Eucalipto y Ecosistemas en Riesgo
Las principales preocupaciones ambientales que rodean el proyecto Altri se centran en el elevado consumo de agua y eucalipto, así como en los posibles impactos sobre los ecosistemas locales. La macrofactoría consumiría 1,2 millones de toneladas de eucalipto al año, lo que implicaría la tala de grandes extensiones de bosque y la conversión de terrenos agrícolas en plantaciones de monocultivo. Esta práctica podría provocar la pérdida de biodiversidad, la erosión del suelo y la contaminación de las aguas subterráneas. Además, la planta emplearía hasta 46.000 metros cúbicos de agua diarios, una cantidad equivalente al consumo de toda la provincia de Lugo, devolviendo solo 30.000 metros cúbicos tras un tratamiento que diversos colectivos consideran insuficiente. Este elevado consumo de agua podría agravar la sequía que afecta a la región y poner en peligro el suministro para otros usos, como la agricultura y el consumo humano.
La ría de Arousa, que recibiría parte del agua tratada por la factoría, es otro de los puntos de conflicto. Los ecologistas temen que los vertidos de la planta, incluso después del tratamiento, puedan contaminar la ría y afectar a su rica biodiversidad. La ría de Arousa es un ecosistema frágil y vulnerable, que ya sufre los efectos de la contaminación agrícola y urbana. La introducción de nuevos vertidos industriales podría agravar la situación y poner en peligro la sostenibilidad de la ría. Además, se cuestiona la idoneidad del enclave elegido por Altri, que se encuentra cerca de zonas de especial protección ambiental como la Serra do Careón y el sistema fluvial Ulla-Deza. La construcción de la macrofactoría podría alterar estos ecosistemas sensibles y provocar la pérdida de hábitats naturales.
El Apoyo de la Xunta de Galicia y la Oposición del BNG
El proyecto Altri cuenta con el apoyo explícito de la Xunta de Galicia, que bajo la presidencia de Alfonso Rueda ha impulsado la iniciativa desde sus orígenes. El Ejecutivo gallego aprobó en marzo el informe de impacto ambiental, a pesar de las objeciones de ecologistas, vecinos y asociaciones científicas. La Xunta argumenta que la macrofactoría es una oportunidad para generar empleo y riqueza en la región, y que se han establecido medidas de protección ambiental suficientes para minimizar los riesgos. Sin embargo, la oposición del BNG ha sido frontal desde el principio. La eurodiputada Ana Miranda ha advertido de posibles incumplimientos de hasta 14 directivas europeas y ha llevado el caso ante distintas instancias comunitarias. El BNG denuncia que el proyecto es incompatible con la protección del medio ambiente y que podría generar graves impactos negativos sobre la calidad de vida de los gallegos.
La ofensiva contra Altri se ha trasladado también a Bruselas, donde la eurodiputada Miranda ha advertido de que la autorización del proyecto por parte del Gobierno español podría ser considerada una irresponsabilidad. Miranda ha recordado que existe un procedimiento de infracción abierto contra España por no haber ampliado la Red Natura 2000 y ha señalado que el enclave elegido por Altri compromete zonas de especial protección ambiental. La Xunta de Galicia defiende su postura argumentando que el proyecto cumple con todos los requisitos legales y ambientales, y que se han realizado estudios exhaustivos para evaluar sus posibles impactos. Sin embargo, la oposición del BNG y de los movimientos ecologistas sigue siendo firme, y se espera que continúen presionando para que se retire el proyecto.
El Futuro Incierto de ‘Gama’: Permisos Pendientes y Acciones Judiciales
A pesar del rechazo a la financiación pública, el proyecto Altri no está muerto. La empresa sigue pendiente de obtener la Autorización Ambiental Integrada (AAI), un requisito imprescindible para iniciar las obras de construcción de la planta bautizada como ‘Gama’. La AAI fija los límites de emisiones al agua y al aire, y establece las condiciones para garantizar la protección del medio ambiente. Además, Altri necesita obtener la concesión de captación de aguas del río Ulla durante 75 años, un acuerdo que ha generado una fuerte oposición por parte de los vecinos y de las organizaciones ecologistas. La empresa se enfrenta a un largo y complejo proceso administrativo, que podría verse retrasado por las acciones judiciales interpuestas por los colectivos ecologistas.
Organizaciones como Adega han impulsado acciones judiciales, campañas ciudadanas y crowdfundings para exigir la retirada de las concesiones. Ana Santamariña, vocal de la asociación, ha resumido la situación afirmando que Altri no tiene agua, no tiene fondos públicos y no tiene la autorización ambiental. La empresa se enfrenta a un futuro incierto, y su capacidad para llevar a cabo el proyecto dependerá de su habilidad para superar los obstáculos legales y administrativos, y para convencer a la opinión pública de que la macrofactoría es compatible con la protección del medio ambiente. El caso Altri se ha convertido en un símbolo de la lucha por la sostenibilidad en Galicia, y su desenlace tendrá importantes implicaciones para el futuro del desarrollo industrial en la región.
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