Argentina ante el Tratado de Alta Mar: Protege Océanos, Impulsa Economía y Lucha contra la Pesca Ilegal

El océano, vasto e inexplorado, cubre más del 70% de nuestro planeta y alberga una biodiversidad asombrosa. Sin embargo, esta inmensidad azul se enfrenta a amenazas crecientes: la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y la explotación irresponsable de sus recursos. Ante este panorama, la comunidad internacional ha dado un paso crucial con la adopción del Tratado de Alta Mar, un acuerdo histórico destinado a proteger las áreas más vulnerables de los océanos. Argentina, habiendo firmado el tratado en junio de 2024, se encuentra ahora en un momento decisivo: la ratificación, un proceso que requiere la aprobación del Congreso Nacional para que el acuerdo entre en vigor plenamente en su territorio. Este artículo explora la importancia del Tratado de Alta Mar, el estado actual de su ratificación a nivel global y nacional, y las implicaciones para Argentina, tanto en términos de conservación marina como de desarrollo económico.

Índice

El Tratado de Alta Mar: Un Escudo para el 43% del Planeta

El Tratado de Alta Mar, formalmente conocido como el Acuerdo sobre la Biodiversidad Marina en Áreas más allá de la Jurisdicción Nacional (BBNJ), es un instrumento legal internacional que busca establecer un marco para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en las áreas que se encuentran fuera de las aguas jurisdiccionales de los estados costeros, es decir, en alta mar. Estas áreas, que representan aproximadamente el 43% de la superficie terrestre, son cruciales para la salud del planeta, ya que regulan el clima, producen oxígeno y albergan una gran variedad de vida marina. Hasta ahora, la alta mar ha sido un espacio legalmente vacío, lo que ha permitido la explotación irresponsable de sus recursos y la degradación de sus ecosistemas.

El tratado establece mecanismos para la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) en alta mar, lo que permitirá proteger hábitats críticos y especies amenazadas. Además, promueve la realización de Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA) para actividades que puedan afectar la biodiversidad marina, como la pesca, la minería de aguas profundas y la exploración de petróleo y gas. El tratado también aborda la cuestión del reparto de beneficios derivados de los recursos genéticos marinos, asegurando que los países en desarrollo tengan acceso a los beneficios de la investigación y el desarrollo en este campo.

El Camino hacia la Ratificación: Estado Global y el Caso Argentino

La adopción del Tratado de Alta Mar en marzo de 2023 fue un hito histórico, pero su entrada en vigor depende de la ratificación de al menos 60 estados. A fecha de hoy, se han alcanzado 51 ratificaciones, lo que demuestra un creciente compromiso global con la protección de los océanos. Argentina firmó el tratado en junio de 2024, un paso fundamental, pero insuficiente para que el acuerdo se aplique en su territorio. La ratificación en Argentina requiere un proceso legislativo que involucra al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el Congreso de la Nación y, finalmente, el Poder Ejecutivo.

El proceso implica que la Cancillería argentina presente un proyecto de ley al Congreso, donde ambas cámaras (Diputados y Senadores) deberán debatir y aprobar el tratado. Una vez aprobado por el Congreso, el Poder Ejecutivo podrá depositar el “instrumento de adhesión” ante la ONU, formalizando así la ratificación de Argentina. Este proceso, aunque burocrático, es esencial para que Argentina pueda participar activamente en la implementación del tratado y defender sus intereses en la gestión de los océanos.

La Importancia Estratégica para Argentina: Conservación y Economía

La ratificación del Tratado de Alta Mar es de vital importancia para Argentina, tanto desde el punto de vista de la conservación marina como del desarrollo económico. Argentina posee una extensa plataforma continental y una rica biodiversidad marina, lo que la convierte en un actor clave en la región. La protección de las áreas de alta mar adyacentes a sus aguas jurisdiccionales es fundamental para garantizar la sostenibilidad de sus recursos pesqueros y la salud de sus ecosistemas marinos.

Milko Schvartzman, encargado de conservación marina del Círculo de Políticas Ambientales, ha destacado que el tratado no solo busca proteger el océano, sino también promover un uso responsable de sus recursos. Esto significa que las actividades económicas, como la pesca y la exploración de recursos, pueden continuar, pero deben realizarse de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La ratificación del tratado permitiría a Argentina sentarse en la mesa de negociaciones sobre el futuro de los océanos a nivel global, defendiendo sus intereses y contribuyendo a la elaboración de políticas internacionales que promuevan la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos.

Más Allá del Tratado de Alta Mar: La Lucha Contra la Pesca Ilegal

Si bien el Tratado de Alta Mar no se centra específicamente en la pesca ilegal, su implementación puede contribuir a combatirla. El tratado establece mecanismos para la cooperación internacional y el intercambio de información, lo que puede facilitar la identificación y persecución de buques pesqueros ilegales que operan en alta mar. Además, el tratado promueve la transparencia y la trazabilidad de los productos pesqueros, lo que puede dificultar la comercialización de capturas ilegales.

Sin embargo, existe otro acuerdo internacional, el que prohíbe los subsidios a la pesca ilegal, que es aún más específico en este ámbito. Argentina es una de las principales víctimas de la pesca ilegal, especialmente en el Atlántico Sur, y este acuerdo ya ha sido aprobado por el Congreso. Lo que falta es que la Cancillería lo ratifique formalmente ante la ONU. La ratificación de este acuerdo, junto con el Tratado de Alta Mar, fortalecería la capacidad de Argentina para combatir la pesca ilegal y proteger sus recursos pesqueros.

El Potencial Económico de la Conservación Marina

La conservación marina no es solo una cuestión ambiental, sino también económica. La pesca es una actividad económica importante para Argentina, generando 2.000 millones de dólares al año y más de 40.000 empleos directos. La sostenibilidad de la pesca depende de la salud de los ecosistemas marinos, por lo que la protección de las áreas de alta mar es fundamental para garantizar la continuidad de esta actividad económica.

Además, la conservación marina puede generar nuevas oportunidades económicas, como el turismo sostenible, la investigación científica y el desarrollo de tecnologías innovadoras para la gestión de los recursos marinos. La ratificación del Tratado de Alta Mar permitiría a Argentina posicionarse como un líder en la conservación marina y atraer inversiones en este sector. La voluntad política del gobierno argentino para avanzar en la ratificación del tratado es un factor clave para aprovechar estas oportunidades y garantizar un futuro sostenible para los océanos y para el país.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://partedepesca.com.ar/d/argentina-demora-la-ratificacion-del-tratado-de-alta-mar/

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/argentina-demora-la-ratificacion-del-tratado-de-alta-mar/

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