Argentina Refuerza la Sanidad Porcina: Nuevo Plan contra la Enfermedad de Aujeszky para Exportar Más y Mejor.
La industria porcina argentina se encuentra ante un nuevo horizonte en materia de sanidad animal. El reciente Plan Nacional de Control y Erradicación de la Enfermedad de Aujeszky, impulsado por el SENASA, representa una actualización crucial para proteger la salud de los porcinos, optimizar la producción y abrir nuevas oportunidades en el mercado internacional. Este plan, formalizado a través de la Resolución 810/2025, no solo redefine las categorías sanitarias de los establecimientos, sino que también introduce medidas innovadoras para la prevención, el control y la erradicación de esta enfermedad viral que impacta significativamente en la rentabilidad del sector.
- La Enfermedad de Aujeszky: Un Desafío Persistente para la Porcicultura
- Nueva Clasificación Sanitaria de Establecimientos: Dos Caminos Claramente Definidos
- El Establecimiento Invernador Porcino con Protección a Aujeszky (IPPA): Una Estrategia Innovadora
- Manejo de Brotes: Respuesta Rápida y Saneamiento Obligatorio
- Restricciones para Establecimientos sin Clasificación Sanitaria y el Rol de las Vacunas gE-negativas
- Un Trabajo Articulado para una Producción Porcina Más Segura y Competitiva
La Enfermedad de Aujeszky: Un Desafío Persistente para la Porcicultura
La Enfermedad de Aujeszky, causada por un virus alfaherpesvirus, es una patología de distribución mundial que afecta principalmente a los suidos, tanto domésticos como salvajes. Se caracteriza por un amplio espectro de manifestaciones clínicas, que van desde síntomas neurológicos severos en lechones, con alta mortalidad, hasta problemas respiratorios y reproductivos en animales adultos. La enfermedad se transmite por contacto directo, indirecto (a través de objetos contaminados) y por vía aérea, lo que facilita su rápida propagación en entornos de alta densidad animal. Su impacto económico es considerable, debido a las pérdidas directas por mortalidad, la disminución del rendimiento productivo y las restricciones al comercio.
En Argentina, la Enfermedad de Aujeszky ha sido históricamente un desafío para la porcicultura, generando importantes costos para los productores y limitando el acceso a mercados internacionales exigentes en materia de sanidad animal. La erradicación de la enfermedad es fundamental para garantizar la competitividad del sector y asegurar la sostenibilidad de la producción porcina a largo plazo. El nuevo plan del SENASA se inscribe en esta línea de trabajo, buscando fortalecer las medidas de control y prevención existentes y adaptarlas a las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Nueva Clasificación Sanitaria de Establecimientos: Dos Caminos Claramente Definidos
La Resolución 810/2025 establece una nueva clasificación sanitaria para los establecimientos de producción porcina, dividiéndolos en dos categorías principales: establecimientos libres de la Enfermedad de Aujeszky y establecimientos bajo vigilancia. Esta diferenciación es crucial para implementar medidas de control y prevención adaptadas a la situación sanitaria de cada predio y para facilitar el comercio de productos porcinos a nivel nacional e internacional. La transición a este nuevo sistema implica que todos los establecimientos deben cumplir con los requisitos establecidos por el SENASA para obtener y mantener su clasificación.
Los establecimientos que deseen ser considerados "libres de la Enfermedad de Aujeszky" deberán someterse a diagnósticos periódicos, con una frecuencia que varía según el tamaño del establecimiento. Las unidades productivas con más de 100 animales de la categoría cerdas y padrillos deberán realizar los diagnósticos cada 4 meses, equiparándose a los requisitos ya establecidos para los establecimientos de genética. Esta reducción en los plazos de certificación, en comparación con la normativa previa, agiliza el proceso de obtención del estatus sanitario y alinea al país con los estándares internacionales.
Por otro lado, los predios con una cantidad igual o inferior a 99 animales deberán efectuar una prueba serológica semestral para ser clasificados como "establecimientos bajo vigilancia". Este análisis es obligatorio para autorizar cualquier movimiento de egreso de animales, lo que garantiza que solo se comercialicen animales que hayan sido sometidos a un control sanitario adecuado. La implementación de esta nueva clasificación implica un mayor compromiso por parte de los productores en la vigilancia y el control de la enfermedad.
El Establecimiento Invernador Porcino con Protección a Aujeszky (IPPA): Una Estrategia Innovadora
Una de las novedades más destacadas del nuevo plan es la incorporación de la figura del Establecimiento Invernador Porcino con Protección a Aujeszky (IPPA). Estos establecimientos están diseñados para recibir porcinos de cualquier categoría y estatus sanitario, siempre y cuando se cumplan con estrictos protocolos de bioseguridad y vacunación. La vacunación debe realizarse dentro de los 14 días posteriores al ingreso de los animales, lo que permite protegerlos contra la infección y prevenir la dispersión del virus.
El objetivo principal de los IPPA es limitar el destino de los animales recibidos a faena o a otros establecimientos IPPA, evitando que puedan ingresar a predios susceptibles a la enfermedad. Esta medida contribuye a contener la propagación del virus y a proteger a los establecimientos libres de Aujeszky. Es importante destacar que queda expresamente prohibido el ingreso de animales a un IPPA si provienen de un establecimiento infectado, lo que refuerza la importancia de la vigilancia y el control sanitario.
La creación de los IPPA representa una estrategia innovadora para gestionar el movimiento de animales y minimizar el riesgo de propagación de la enfermedad. Estos establecimientos pueden desempeñar un papel clave en la transición hacia un sistema de producción porcina más seguro y eficiente.
Manejo de Brotes: Respuesta Rápida y Saneamiento Obligatorio
Ante la detección de un brote de Enfermedad de Aujeszky, el nuevo plan establece un protocolo de actuación claro y definido. El establecimiento afectado quedará bloqueado para todos los movimientos de animales hasta que el titular eleve al SENASA un plan de saneamiento obligatorio dentro de los 30 días corridos desde la confirmación del evento. Este plan debe incluir medidas específicas para controlar la propagación del virus, eliminar las fuentes de infección y restaurar la salud de los animales.
Una vez presentado el plan de saneamiento, el predio podrá retomar los movimientos de animales hacia faena, lo que permite minimizar las pérdidas económicas. Sin embargo, los egresos a otros destinos (como otros establecimientos de producción) solo podrán retomarse una vez finalizado el saneamiento y con la autorización del SENASA. Esta secuencia de acciones garantiza que se tomen todas las medidas necesarias para evitar la propagación de la enfermedad.
La respuesta rápida y el saneamiento obligatorio son elementos clave para controlar los brotes de Enfermedad de Aujeszky y proteger a la industria porcina. La colaboración entre los productores, los veterinarios y el SENASA es fundamental para implementar estas medidas de manera efectiva.
Restricciones para Establecimientos sin Clasificación Sanitaria y el Rol de las Vacunas gE-negativas
El nuevo plan establece que los establecimientos que no cuenten con una clasificación sanitaria tendrán restringidos todos los movimientos de animales, incluidos los destinados a faena. Esta medida busca incentivar a los productores a obtener una clasificación sanitaria y a cumplir con los requisitos establecidos por el SENASA. La falta de clasificación implica una limitación significativa en la comercialización de los animales y puede generar importantes pérdidas económicas.
Además, la resolución contempla el uso de herramientas de control y prevención contra la enfermedad, como las vacunas gE-negativas. Estas vacunas son esenciales para diferenciar los animales infectados de forma natural de los vacunados, lo que facilita el diagnóstico y el control de la enfermedad. La vacunación, junto con los muestreos serológicos, debe ser realizada por un veterinario acreditado en sanidad y bienestar de los porcinos, lo que garantiza la calidad y la eficacia de las medidas implementadas.
El uso de vacunas gE-negativas es una herramienta fundamental para avanzar hacia la erradicación de la Enfermedad de Aujeszky. Estas vacunas permiten proteger a los animales sin interferir con los diagnósticos y facilitan la implementación de estrategias de control más precisas.
Un Trabajo Articulado para una Producción Porcina Más Segura y Competitiva
El nuevo Plan Nacional de Control y Erradicación de la Enfermedad de Aujeszky es el resultado de un sólido trabajo articulado entre el sector público y privado. El SENASA ha reconocido el rol esencial de los productores y veterinarios en la detección temprana, el control y la erradicación de la enfermedad, y ha diseñado un plan que se adapta a las necesidades y realidades del sector. La implementación exitosa de este plan requiere del compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados.
Este plan no solo busca proteger la salud de los porcinos y mejorar la rentabilidad de la producción, sino que también facilita la ejecución de políticas sanitarias nacionales más eficientes y garantiza una producción porcina más segura y competitiva. La erradicación de la Enfermedad de Aujeszky es un paso fundamental para abrir nuevas oportunidades en el mercado internacional y consolidar a Argentina como un proveedor confiable de productos porcinos de alta calidad.
La actualización de la normativa y la introducción de nuevas medidas de control y prevención demuestran el compromiso del SENASA con la sanidad animal y el desarrollo sostenible de la industria porcina argentina. El futuro de la porcicultura depende de la capacidad de adaptarse a los nuevos desafíos y de implementar estrategias innovadoras para garantizar la salud y el bienestar de los animales.




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