Así se hace la lasaña de Mercadona: Descubre el secreto de su elaboración y calidad.
La lasaña precocinada de Mercadona se ha convertido en un plato estrella para muchos hogares españoles, ofreciendo una solución rápida y sabrosa para las comidas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se elabora esta popular lasaña? Gracias a un vídeo viralizado en TikTok por @discoveringfmartinez, ahora podemos echar un vistazo al proceso completo de fabricación, desde la preparación de las salsas hasta el envasado final. Este artículo desglosa cada etapa de la producción, revelando los secretos detrás de uno de los productos más demandados de los lineales de Mercadona, elaborado por uno de sus principales proveedores.
- El Proveedor Clave: Quién Está Detrás de la Lasaña de Mercadona
- La Cocina Dos: El Corazón de las Salsas
- El Arte de la Pasta Fresca: Elaboración Interna
- Montaje Preciso: Capas de Sabor
- Horneado y Enfriamiento: Sellando el Sabor
- Envasado y Etiquetado: Preparada para el Consumidor
- Control de Calidad Final: La Última Revisión
El Proveedor Clave: Quién Está Detrás de la Lasaña de Mercadona
La empresa responsable de la elaboración de las lasañas precocinadas de Mercadona es un proveedor estratégico para el supermercado valenciano. Aunque el nombre específico no se menciona en el extracto original, su importancia radica en su capacidad para producir a gran escala manteniendo la calidad y el sabor que los consumidores esperan. Este proveedor no solo se limita a la lasaña, sino que colabora con Mercadona en la producción de diversos platos preparados, demostrando una sólida relación comercial y una confianza mutua. Su infraestructura y experiencia en la industria alimentaria son cruciales para satisfacer la demanda constante de productos listos para consumir.
La colaboración entre Mercadona y sus proveedores se basa en un modelo de negocio que prioriza la calidad, la eficiencia y la innovación. Mercadona invierte en sus proveedores, ofreciéndoles apoyo técnico y financiero para mejorar sus procesos productivos y desarrollar nuevos productos. A cambio, los proveedores se comprometen a mantener altos estándares de calidad y a ofrecer precios competitivos. Esta relación simbiótica beneficia tanto al supermercado como a sus proveedores, y en última instancia, a los consumidores.
La Cocina Dos: El Corazón de las Salsas
El proceso de fabricación comienza en la "Cocina Dos", el área dedicada exclusivamente a la elaboración de las salsas que componen la lasaña. Aquí, los ingredientes son cuidadosamente pesados y mezclados en un "reactor", un equipo industrial diseñado para garantizar una distribución homogénea de los componentes y una cocción uniforme. La precisión en las cantidades y el control de la temperatura son fundamentales para obtener una salsa con el sabor y la textura deseados. La calidad de las salsas es un factor determinante en el sabor final de la lasaña, por lo que se presta especial atención a la selección de los ingredientes y a la optimización del proceso de cocción.
La variedad de salsas que se elaboran en la Cocina Dos puede ser amplia, dependiendo de las diferentes variedades de lasaña que ofrece Mercadona. Además de la salsa de tomate tradicional, es probable que se produzcan salsas bechamel, boloñesa y otras variantes con diferentes ingredientes y especias. Cada salsa se formula cuidadosamente para complementar los demás componentes de la lasaña y ofrecer una experiencia gastronómica equilibrada. La empresa proveedora invierte en investigación y desarrollo para crear nuevas salsas y mejorar las existentes, adaptándose a las preferencias cambiantes de los consumidores.
El Arte de la Pasta Fresca: Elaboración Interna
A diferencia de muchos otros productos precocinados que utilizan pasta prefabricada, el proveedor de Mercadona elabora su propia pasta en una zona de producción específica. Esta decisión estratégica permite un mayor control sobre la calidad y la frescura de la pasta, así como la posibilidad de personalizarla para que se adapte perfectamente a las características de la lasaña. La elaboración de pasta fresca requiere de maquinaria especializada y de personal cualificado que supervise el proceso de amasado, laminado y corte. La textura y el grosor de la pasta son factores clave que influyen en la experiencia de consumo.
La pasta fresca tiene una serie de ventajas sobre la pasta seca. Es más suave y tierna, se cocina más rápido y tiene un sabor más intenso. Además, la pasta fresca permite una mejor absorción de la salsa, lo que contribuye a un plato más sabroso y jugoso. El proveedor de Mercadona se enorgullece de utilizar ingredientes de alta calidad en la elaboración de su pasta fresca, garantizando un producto final superior. La elaboración interna de la pasta también permite una mayor flexibilidad en la producción, pudiendo adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda.
Montaje Preciso: Capas de Sabor
Una vez que la pasta está cocida y las salsas están listas, comienza la fase de montaje de la lasaña. En una línea de producción automatizada, las barquetas se introducen junto con el papel protector. Cuatro líneas de pasta cocida se combinan con las salsas en capas sucesivas, creando la estructura característica de la lasaña. La precisión en la distribución de los ingredientes es fundamental para garantizar que cada porción tenga la misma cantidad de pasta y salsa. El montaje se realiza de forma rápida y eficiente, minimizando el tiempo de exposición de los alimentos al aire y preservando su frescura.
El proceso de montaje puede incluir la adición de otros ingredientes, como queso rallado, carne picada o verduras. Estos ingredientes se distribuyen uniformemente sobre las capas de pasta y salsa, creando una combinación de sabores y texturas que deleitan el paladar. La empresa proveedora utiliza tecnología de vanguardia para controlar el peso y la cantidad de cada ingrediente, asegurando la consistencia del producto final. El montaje de la lasaña es una operación compleja que requiere de una coordinación precisa entre los diferentes equipos y sistemas.
Horneado y Enfriamiento: Sellando el Sabor
Después del montaje, la lasaña se introduce en un horno industrial para su cocción. El horno se programa cuidadosamente para garantizar que la lasaña se cocine de manera uniforme y que el queso se derrita y se dore a la perfección. La temperatura y el tiempo de cocción se ajustan en función del tipo de lasaña y de las características del horno. Una vez cocida, la lasaña se enfría rápidamente para detener el proceso de cocción y preservar su sabor y textura. El enfriamiento rápido también ayuda a prevenir el crecimiento de bacterias y a prolongar la vida útil del producto.
Tras el horneado y el enfriamiento, la lasaña se traslada a una "sala blanca", un ambiente controlado donde se minimiza el riesgo de contaminación. En esta sala, se realiza una inspección visual para verificar que la lasaña cumple con los estándares de calidad establecidos. Se comprueba que la pasta esté bien cocida, que la salsa esté homogénea y que el queso esté dorado y burbujeante. Cualquier lasaña que no cumpla con los requisitos se retira de la línea de producción. La sala blanca es un elemento esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la calidad del producto final.
Envasado y Etiquetado: Preparada para el Consumidor
Una vez que la lasaña ha pasado la inspección en la sala blanca, se procede al envasado. Las lasañas se introducen en envases herméticos que protegen el producto de la contaminación y prolongan su vida útil. El envasado se realiza de forma automatizada, garantizando la eficiencia y la higiene del proceso. Después del envasado, el producto se dirige a la sala de etiquetado, donde se le aplica la etiqueta con la información del producto, incluyendo el nombre, los ingredientes, la fecha de caducidad y las instrucciones de cocción. La etiqueta también incluye el logotipo de Mercadona y el código de barras.
El etiquetado es una parte importante del proceso de envasado, ya que proporciona a los consumidores la información necesaria para tomar una decisión de compra informada. La etiqueta debe ser clara, legible y precisa, y debe cumplir con las regulaciones sanitarias y comerciales. El proveedor de Mercadona utiliza tecnología de impresión avanzada para garantizar que las etiquetas sean de alta calidad y que la información sea fácil de leer. El etiquetado también ayuda a identificar el producto y a rastrearlo a lo largo de la cadena de suministro.
Control de Calidad Final: La Última Revisión
Antes de que la lasaña salga de la fábrica, se somete a un estricto control de calidad final. En la "fajinadora", se coloca un fajín de cartón alrededor del envase para protegerlo durante el transporte y el almacenamiento. Los empleados realizan una última revisión visual para asegurarse de que el producto esté en perfectas condiciones. Se comprueba que el envase esté sellado correctamente, que la etiqueta esté adherida de forma segura y que no haya daños visibles en el producto. Cualquier lasaña que no cumpla con los requisitos se retira de la línea de producción.
El control de calidad final es una etapa crucial para garantizar la satisfacción del cliente y la reputación de la marca. El proveedor de Mercadona se compromete a ofrecer productos de alta calidad que cumplan con las expectativas de los consumidores. Para ello, invierte en personal cualificado, equipos de inspección avanzados y sistemas de gestión de calidad rigurosos. El control de calidad final es una demostración del compromiso del proveedor con la excelencia y la seguridad alimentaria.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//virales/asi-fabrica-lasanas-precocinadas-mas-populares-mercadona.html
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