Autopista Córdoba-San Francisco: 10 Consorcios Compiten por la Reactivación y 800 Empleos.
La largamente esperada Autopista Córdoba–San Francisco, un proyecto vital para el desarrollo económico y la seguridad vial de la provincia de Córdoba, se encuentra al borde de una nueva etapa. Tras años de paralización y controversias legales, la apertura de licitaciones por parte de Caminos de las Sierras ha despertado un renovado interés en el sector privado, con diez consorcios compitiendo por cada uno de los tres tramos finales. Este artículo profundiza en los detalles de esta iniciativa, analizando su impacto potencial, los desafíos que enfrenta y las empresas que buscan liderar su conclusión.
- El Proyecto Autopista Córdoba–San Francisco: Un Vistazo General
- La Historia de un Proyecto Estancado: Litigios y Rescisión de Contrato
- Los Diez Consorcios en la Lucha por los Tramos Finales
- Análisis de los Principales Competidores
- El Impacto Económico y Social de la Autopista
- Desafíos y Perspectivas Futuras
- Conexión Estratégica y Corredor Bioceánico
El Proyecto Autopista Córdoba–San Francisco: Un Vistazo General
La Autopista Córdoba–San Francisco, concebida originalmente como un proyecto de 200 kilómetros, busca conectar la capital cordobesa con la ciudad de San Francisco, dos importantes centros económicos y agrícolas de la provincia. Sin embargo, la obra quedó inconclusa en 62,9 kilómetros, generando un cuello de botella en la Ruta Nacional 19, conocida por su peligrosidad y alta congestión. La finalización de la autopista no solo aliviará el tráfico, sino que también impulsará el desarrollo de los departamentos Río Primero, Río Segundo y San Justo, facilitando el transporte de mercancías y personas.
El proyecto actual se centra en la conclusión de los tramos faltantes, con especificaciones técnicas que incluyen dos carriles por sentido, control total de accesos, colectoras y una velocidad máxima permitida de 130 km/h. El trazado, que atraviesa una zona rural de topografía llana, ha sido diseñado para garantizar la seguridad y eficiencia del tránsito. La inversión estimada asciende a 153,2 millones de dólares, y se espera que genere alrededor de 800 empleos directos e indirectos durante su ejecución.
La Historia de un Proyecto Estancado: Litigios y Rescisión de Contrato
La historia de la Autopista Córdoba–San Francisco ha estado marcada por la controversia. Los tramos inconclusos habían sido adjudicados a la UTE conformada por CRZ Construcciones SA y Perales Aguiar SA, pero el contrato fue rescindido por la actual gestión nacional. Esta decisión fue impugnada por la UTE en la Justicia, lo que generó incertidumbre sobre los plazos de inicio de los nuevos contratos. La disputa legal ha retrasado significativamente la finalización de la obra, prolongando los inconvenientes para los usuarios de la Ruta Nacional 19.
La rescisión del contrato original se justificó con argumentos relacionados con el incumplimiento de los plazos y la calidad de los trabajos realizados. Sin embargo, la UTE argumenta que la rescisión fue injustificada y que se vulneraron sus derechos contractuales. La resolución de este litigio es crucial para desbloquear el proyecto y permitir que los nuevos contratistas comiencen a trabajar sin obstáculos legales.
Los Diez Consorcios en la Lucha por los Tramos Finales
La apertura de las licitaciones ha generado una competencia feroz entre diez consorcios por cada uno de los tres tramos en los que se ha dividido la obra. Esta alta participación demuestra el interés del sector privado en este proyecto estratégico. A continuación, se detallan los consorcios que han presentado ofertas para cada tramo:
- Tramo Arroyito–Santiago Temple: Luis Losi SA – Lemiro Pablo Pietroboni SA – UTE, José J. Chediack SAICA, CMC – Esuco – Hidraco – Arroyito – UTE, Vial Agro SA – Laromet SA – UTE, SE.MI. SA – C&E Construcciones SA – UTE, SACDE SA, Benito Roggio e Hijos SA, José Cartellone Construcciones Civiles SA.
- Tramo San Francisco–Cañada Jeanmaire (sección San Francisco–Devoto): Rovella Carranza SA, José J. Chediack SAICA, Vial Agro SA – Laromet SA – UTE, CMC – Esuco – Hidraco – UTE, Pose – Coarco – UTE, SACDE SA, Luis Losi SA – Lemiro Pablo Pietroboni SA – UTE, José Cartellone Construcciones Civiles SA, Boetto y Buttigliengo SA – Contreras Hermanos SAICIFAG y M – UTE, Benito Roggio e Hijos SA.
- Sección Devoto–Cañada Jeanmaire: Rovella Carranza SA, Vial Agro SA – Laromet SA – UTE, CMC – Esuco – Hidraco – UTE, Pose – Coarco – UTE, José J. Chediack SAICA, SACDE SA, Luis Losi SA – Lemiro Pablo Pietroboni SA – UTE, Boetto y Buttigliengo SA – Contreras Hermanos SAICIFAG y M – UTE, Benito Roggio e Hijos SA, José Cartellone Construcciones Civiles SA.
Análisis de los Principales Competidores
Entre los consorcios que han presentado ofertas, destacan algunas empresas con una trayectoria consolidada en la construcción de infraestructura vial en Argentina. José J. Chediack SAICA es una empresa con amplia experiencia en la ejecución de proyectos de gran envergadura, mientras que Benito Roggio e Hijos SA es conocida por su capacidad técnica y financiera. SACDE SA también es un actor importante en el sector, con una sólida reputación en la construcción de autopistas y carreteras.
Otros consorcios, como Vial Agro SA – Laromet SA – UTE y CMC – Esuco – Hidraco – UTE, combinan la experiencia de varias empresas especializadas en diferentes áreas de la construcción, lo que les permite ofrecer soluciones integrales para el proyecto. La competencia entre estos consorcios promete una evaluación rigurosa de las propuestas, con el objetivo de seleccionar a los oferentes que garanticen la calidad, eficiencia y cumplimiento de los plazos.
La finalización de la Autopista Córdoba–San Francisco tendrá un impacto significativo en la economía y la sociedad de la región. En primer lugar, facilitará el transporte de productos agrícolas y manufacturados, reduciendo los costos logísticos y mejorando la competitividad de las empresas locales. En segundo lugar, impulsará el turismo, al facilitar el acceso a los atractivos turísticos de la zona. En tercer lugar, mejorará la seguridad vial, al reducir el riesgo de accidentes en la Ruta Nacional 19.
Además de los beneficios económicos y sociales directos, la autopista generará un efecto multiplicador en la economía regional, al estimular la inversión en otros sectores, como el comercio, los servicios y la construcción. Se estima que la obra generará unos 800 empleos directos e indirectos durante su ejecución, lo que contribuirá a reducir el desempleo y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
Desafíos y Perspectivas Futuras
A pesar del renovado optimismo, la finalización de la Autopista Córdoba–San Francisco aún enfrenta algunos desafíos. El principal de ellos es la resolución del litigio legal con la UTE original, que podría retrasar el inicio de los nuevos contratos. Otro desafío es la gestión de los plazos de ejecución, que se estiman en 18 meses, pero podrían verse afectados por demoras administrativas o condiciones climáticas adversas.
Sin embargo, las perspectivas futuras son positivas. La Comisión Evaluadora de Caminos de las Sierras ya ha iniciado el análisis técnico y económico de las propuestas, y se espera que en los próximos meses se anuncien los adjudicatarios de los tres tramos. Una vez que se resuelvan los aspectos legales y administrativos, la obra podrá avanzar a buen ritmo, acercando a la provincia de Córdoba a la tan esperada finalización de esta importante infraestructura vial.
Conexión Estratégica y Corredor Bioceánico
La Autopista Córdoba–San Francisco no solo fortalecerá la conexión entre la capital cordobesa y el noreste argentino, sino que también contribuirá a la integración regional y al comercio internacional. La autopista se integrará en un corredor estratégico que vincula la ciudad de Córdoba con el noreste argentino, facilitando el transporte de mercancías hacia los puertos del Atlántico y del Pacífico.
Esta infraestructura es un componente clave del Corredor Bioceánico Atlántico–Pacífico, un proyecto de gran envergadura que busca conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través de Sudamérica. La finalización de la autopista impulsará el desarrollo del comercio exterior y fortalecerá la posición de Argentina como un centro logístico estratégico en la región.
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