Avión Sucio: Revelan el Lugar Más Insalubre que Nunca Limpian y Cómo Protegerte
La próxima vez que te prepares para volar, quizás reconsideres dónde colocas tus pies. Olvídate de los baños y las alfombras, los lugares que instintivamente consideramos los más sucios en un avión. Azafatas con años de experiencia han revelado un foco de bacterias mucho más insidioso y, lo que es peor, a menudo ignorado por los protocolos de limpieza. Este artículo desentraña los rincones más ocultos de la suciedad en un avión, ofreciendo consejos prácticos para proteger tu salud durante el viaje.
- El Asiento: Un Nido de Bacterias Inesperado
- El Bolsillo del Asiento: Un Vertedero Oculto
- La Mesa Plegable: Un Foco de Infección
- Los Asientos de Tela: Reservorios de Microbios
- Los Pasillos y el Suelo del Avión: Un Campo de Batalla Bacteriano
- Los Baños del Avión: Un Desafío de Higiene
- El Sistema de Ventilación: Un Circuito de Gérmenes
- Objetos Personales: Extensores de la Suciedad
- Consejos Adicionales para un Viaje Más Higiénico
El Asiento: Un Nido de Bacterias Inesperado
Cher Killough, azafata estadounidense con seis años de experiencia, ha alertado sobre un peligro constante durante los vuelos: los reposacabezas. “Es repugnante. Tu piel está en contacto directo con fluidos corporales, pelo y quién sabe qué más”, explicó en su cuenta de TikTok. El reposacabezas, a menudo cubierto por la cabeza de pasajeros anteriores, acumula una alarmante cantidad de bacterias y suciedad. La falta de limpieza regular convierte a este punto de contacto en un caldo de cultivo para gérmenes.
La solución, según Killough, es simple: proteger tu cabeza. Recomienda llevar una funda para reposacabezas desechable o improvisar una con una toalla o suéter. Además, aconseja optar por ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo, como pantalones largos, faldas o vestidos, e incluso ropa deportiva cómoda. Evita las sandalias y chanclas, y prioriza zapatillas cerradas para minimizar el contacto con el suelo del avión.
El Bolsillo del Asiento: Un Vertedero Oculto
Otro auxiliar de vuelo reveló en su cuenta de TikTok que el lugar más sucio del avión no es el baño ni la alfombra, sino el bolsillo del asiento delantero. Este espacio, aparentemente inofensivo, se convierte en un depósito improvisado para una variedad de objetos desagradables. Ha visto cómo los pasajeros lo utilizan para tirar calcetines sucios, restos de comida, chicles masticados e incluso bolsas de vómito.
La limpieza de estos bolsillos es, en el mejor de los casos, superficial. “Cuando limpiamos, normalmente no los vaciamos ni los desinfectamos”, aseguró el auxiliar de vuelo. La acumulación de suciedad y bacterias en este espacio confinado representa un riesgo significativo para la salud. La recomendación es clara: evita tocar el bolsillo del asiento delantero a toda costa. Lo que no se ve puede ser igual o más peligroso.
La Mesa Plegable: Un Foco de Infección
Las mesas plegables que se despliegan frente a los asientos son otro punto crítico de acumulación de gérmenes. Numerosos estudios han demostrado que estas superficies albergan una gran cantidad de bacterias, incluyendo E. coli y otras cepas peligrosas. La razón es simple: las mesas plegables rara vez se limpian a fondo entre vuelos.
Los pasajeros las utilizan para comer, beber, trabajar y, a veces, incluso cambiar pañales. Esta variedad de actividades, combinada con la falta de limpieza regular, convierte a las mesas plegables en un caldo de cultivo para la propagación de enfermedades. Para protegerte, utiliza toallitas desinfectantes para limpiar la mesa antes de usarla. También puedes considerar utilizar una funda protectora desechable.
Los Asientos de Tela: Reservorios de Microbios
Si bien las alfombras suelen ser señaladas como sucias, los asientos de tela pueden ser aún peores. Estos asientos absorben fluidos corporales, migas de comida y otros contaminantes a lo largo del tiempo. La limpieza regular de los asientos de tela es difícil y a menudo se limita a una aspiración superficial.
Los asientos de tela pueden albergar una gran cantidad de bacterias, hongos y ácaros del polvo. Estos microorganismos pueden causar alergias, irritación de la piel y otras reacciones adversas. Si tienes alergias o sensibilidad química, considera llevar una funda para asiento desechable o elegir un asiento con tapicería de cuero o vinilo, que son más fáciles de limpiar.
Los Pasillos y el Suelo del Avión: Un Campo de Batalla Bacteriano
Los pasillos del avión son zonas de alto tráfico, lo que significa que están constantemente expuestos a la suciedad y las bacterias. Los pasajeros arrastran los pies, derraman líquidos y dejan caer objetos, contribuyendo a la acumulación de suciedad en el suelo. La limpieza de los pasillos suele ser limitada y se centra principalmente en la eliminación de residuos visibles.
El suelo del avión puede albergar una gran cantidad de bacterias, incluyendo E. coli, Staphylococcus aureus y otras cepas peligrosas. Evita tocar el suelo con las manos o los pies. Si necesitas colocar un bolso o una mochila en el suelo, utiliza una funda protectora o colócala sobre tu equipaje de mano.
Los Baños del Avión: Un Desafío de Higiene
Aunque a menudo se consideran los lugares más sucios del avión, los baños pueden ser relativamente limpios si se utilizan con precaución. Las aerolíneas suelen limpiar los baños con regularidad, aunque la frecuencia y la calidad de la limpieza pueden variar. Sin embargo, los baños son espacios confinados y de alto tráfico, lo que significa que están expuestos a una gran cantidad de bacterias.
Para protegerte en el baño del avión, utiliza toallitas desinfectantes para limpiar el asiento del inodoro, el lavabo y el grifo antes de usarlos. Evita tocar las superficies innecesarias y lávate las manos con agua y jabón después de usar el baño. Si es posible, utiliza una toalla de papel para abrir la puerta del baño y tirar de la cadena del inodoro.
El Sistema de Ventilación: Un Circuito de Gérmenes
El sistema de ventilación del avión puede ser una fuente de propagación de enfermedades. El aire en la cabina se recircula constantemente, lo que significa que los gérmenes pueden viajar de un pasajero a otro. Aunque los aviones están equipados con filtros HEPA, que pueden eliminar la mayoría de las partículas y bacterias del aire, estos filtros no son perfectos.
Para reducir el riesgo de infección, ajusta la ventilación individual sobre tu asiento para dirigir el flujo de aire lejos de tu cara. También puedes considerar utilizar una mascarilla facial, especialmente si estás viajando durante la temporada de gripe o resfriado. Mantenerse hidratado también puede ayudar a fortalecer tu sistema inmunológico.
Objetos Personales: Extensores de la Suciedad
Tus propios objetos personales pueden convertirse en vectores de suciedad en un avión. Teléfonos móviles, tabletas, audífonos y otros dispositivos electrónicos se contaminan fácilmente con bacterias y virus al entrar en contacto con superficies sucias. Estos objetos pueden luego transferir los gérmenes a tus manos y cara.
Limpia tus objetos personales con toallitas desinfectantes antes y después de volar. Evita colocar tus dispositivos electrónicos directamente sobre las mesas plegables o el suelo del avión. Utiliza una funda protectora o colócalos sobre una superficie limpia. Lávate las manos con frecuencia para evitar la propagación de gérmenes.
Consejos Adicionales para un Viaje Más Higiénico
Además de los consejos mencionados anteriormente, hay otras medidas que puedes tomar para proteger tu salud durante un vuelo. Lleva contigo un kit de higiene personal que incluya toallitas desinfectantes, gel antibacterial, una mascarilla facial y una funda para reposacabezas. Evita tocarte la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca. Mantente hidratado bebiendo mucha agua. Descansa lo suficiente para fortalecer tu sistema inmunológico.
Considera la posibilidad de utilizar un purificador de aire personal para eliminar las partículas y bacterias del aire que respiras. Elige un asiento cerca de la ventana, ya que los estudios han demostrado que los asientos de la ventana suelen ser menos expuestos a la suciedad y las bacterias que los asientos del pasillo. Sé consciente de tu entorno y toma medidas proactivas para proteger tu salud.
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