Azúcar y Hemodiálisis en México: Alerta por Aumento de Enfermedades Renales y Consumo Excesivo
Recientemente, en México, se ha reportado una creciente demanda de hemodiálisis en hospitales. Este es un panorama preocupante, ya que refleja un grave problema de salud entre la población, alimentado por malos hábitos y una alimentación inadecuada.
El Consumo de Azúcar y la Hemodiálisis
Lamentablemente, México es el país que ostenta el primer lugar a nivel mundial en el consumo de bebidas azucaradas. Si bien no es el único motivo, sí es el más preocupante y contribuye al deterioro de la salud de los habitantes.
Especialmente, porque se trata de un recurso que se encuentra al alcance de toda la población, y que, con el paso del tiempo, se va volviendo más habitual su consumo entre el sector poblacional más vulnerable: los menores de edad.
Aunado a otros malos hábitos y el consumo excesivo de bebidas azucaradas, y en concreto, refrescos, es que México ha experimentado un aumento en la demanda de salas de hemodiálisis. Esto como consecuencia de un incremento en las enfermedades renales entre la población.
¿Qué es la Hemodiálisis?
Instituciones de salud y expertos han enfatizado que la ingesta elevada de azúcar provoca el deterioro gradual de la función renal. Este desgaste va avanzando hasta el punto de que los riñones dejan de funcionar, siendo aquí cuando ya es necesaria la hemodiálisis.
En este proceso, a los pacientes se les limpia la sangre de manera artificial. Hay dos formas de realizarla: la diálisis peritoneal, que se lleva a cabo a través del abdomen, y la hemodiálisis, que se hace directamente de las venas.
Para que sea efectivo, es necesario que se lleve a cabo de dos a tres veces por semana. Cada una de las sesiones dura entre 4 y 6 horas, afectando en gran medida la calidad de vida de los pacientes.
De acuerdo con el Dr. David Kershenobich Stalnikowitz, Secretario de Salud de México, las personas que se someten al tratamiento pierden en promedio 10 años de vida.
Llamado a la Acción
Autoridades exhortan a la población a reducir su consumo de azúcar para evitar complicaciones. Asimismo, la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, en su conferencia matutina, hizo un llamado a la población para crear conciencia acerca del daño que provoca el consumo excesivo de azúcares y refrescos.
Señaló que este problema “va más allá de subir de peso o de cómo te ves. Es un tema de salud pública”, mencionando que el problema está detrás de enfermedades graves como la diabetes, la hipertensión y la insuficiencia renal.
Por otro lado, el secretario de salud enfatizando que el consumo de bebidas azucaradas implica un contagio social. Donde los más pequeños adquieren los malos hábitos de los mayores, generando una costumbre de incluir en la rutina cotidiana.
Esto suele normalizarle, pero es una situación que debe cambiar. Así como también es necesario que se disminuya el consumo de refresco y otras bebidas, con el objetivo de evitar el aumento de enfermedades renales y, por ende, la hemodiálisis.



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