Benín bloquea exportación de petróleo de Níger por cierre de frontera
**Benín prohíbe cargar petróleo nigerino como represalia por el cierre de fronteras**
Relaciones bilaterales tensas entre Benín y Níger
Las relaciones entre Benín y Níger han estado marcadas por tensiones desde julio de 2023, cuando un golpe de estado derrocó al presidente electo Mohamed Bazoum. Benín cerró sus fronteras con Níger, impidiendo el flujo de mercancías y personas. A pesar del levantamiento de las sanciones por parte de la CEDEAO, Níger se ha negado a reabrir su frontera con Benín, lo que ha llevado al gobierno beninés a tomar medidas más enérgicas.
"Hemos bloqueado la posibilidad de que Níger exporte su petróleo a través de nuestro territorio", declaró un portavoz del gobierno beninés. "Esto es una respuesta a la negativa de Niamey a reabrir su frontera con nosotros".
Impacto económico de la prohibición del petróleo
La prohibición de cargar petróleo nigerino tendrá un impacto significativo en la economía de Níger. El país depende en gran medida de los ingresos del petróleo, que representan alrededor del 60% de su PIB. La prohibición impedirá que Níger exporte su petróleo y obtenga los ingresos necesarios para financiar su economía.
Además, la prohibición también perjudicará a la compañía china WAPCO, que opera el oleoducto que conecta los campos petrolíferos de Níger con el puerto de Benín. WAPCO ha invertido más de 600.000 millones de francos CFA (unos 1.220 millones de euros) en el proyecto y ahora se enfrenta a importantes pérdidas financieras debido a la prohibición.
Intentos de mediación
La CEDEAO ha hecho esfuerzos para mediar entre Benín y Níger y lograr la reapertura de la frontera. En abril de 2024, una delegación de la CEDEAO visitó Niamey y se reunió con el líder de la junta militar, el general Mohamed Idriss Deby. Sin embargo, las negociaciones no dieron frutos y Níger se negó a reabrir su frontera.
Perspectivas de futuro
Es incierto cuándo se reabrirán las fronteras entre Benín y Níger. La negativa del gobierno nigerino a reabrir su frontera sugiere que las tensiones entre los dos países podrían continuar durante un tiempo. Esto tendrá un impacto negativo en las economías de ambos países y podría socavar la estabilidad de la región.
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